Inauguración Tranvía 1921.
Medellín inauguró el alumbrado eléctrico en 1885.
LADO 1
DESVELO DE AMOR Rafael Hernández cantan: Margarita Cuete y Luis Álvarez
DESPIERTA BIEN MIO ^ A. Andrade C. - F. Paredes H. cantan: Margarita Cueto y Tito Guizar
EN LAS CLARAS NOCHES A. Patiño cantan: Margarita Cueto y Arturo Patiño
DUERME Melquíades Campos cantan: Margarita Cueto y Juan Arvizu
FUMANDO ESPERO Arr : M. A. D. canta: Margarita Cueto
INVERNAL (Nicasio E. Saladi - Dr. José María Egas cantan: Margarita Cueto y Luis Álvarez
LADO 2
IDILIO C. M. Orellana - F. Paredes H. cantan: Margarita Cueto y Tito Guizar
DOS PALABRAS Alberto Guillén cantan: Margarita Cueto y Luis Álvarez
ACUARELA A. Patiño cantan: Margarita Cueto y José Moriche
FRANCESITA Delfino canta: Margarita Cueto
NUBE PASAJERA B.de Jesús García cantan: Margarita Cueto y Carlos Mejía
DONDE ESTAS CORAZON L. Martínez Serrano cantan: Margarita Cueto y Carlos Mejía
IDILIO
Con justo júbilo han recibido los discoyentes colombianos, la reposición en discos long play de las grabaciones que hiciera en Nueva York, al final de la década de los veinte, la cantante mexicana Margarita Cueto, como solista o acompañada por importantes estrellas del firmamento Victor.
Cantante de ópera de cotización extraordinaria en su tierra mexicana, Margarita Cueto colaboró, a fines de 1925 y principios de 1926, con la compañía de zarzuelas y operetas que fundó en Nueva York el empresario bogotano Evaristo Corredor Gutiérrez y que presentó desde el escenario del Teatro Lírico, situado en la calle 42 entre Broadway y la 8a Avenida, un exitoso ciclo de obras musicales hispanas.
Con Margarita Cueto, principalísima estrella del elenco_ estuvieron, el barítono, mexicano también, Rodolfo Hoyos, la aplaudida canzonetista Pilar Arcos; los españoles, José Moriche, Fortunio Bonanova y Juan Pulido y otro selecto grupo de artistas de habla española.
Por la misma época, fue llamada a los estudios de grabación de la Vicfor, Margarita Cueto, y le tocó afianzar en registros fonográficos, las canciones que desde los tablados frívolos del mundo, hacían la fama de Raquel Meller, de Consuelo Mayendia y de otras de las figuras legendarias de los tiempos de oro del cuplé. Los tangos argentinos comenzaban a hacer furor en el mundo, y Margarita Cueto los grababa poco después de que eran lanzados en la calle Corrientes por Lola Membrives. Linda Thelma. Azucena Maizani, y sobre todas ellas, por su categoría de estrella máxima del género. Rosita Quiroga. La voz de Margarita Cueto fue también la que grabó primero que nadie, con vistas al mercado internacional, los pasillos ecuatorianos que hacían históricas noches en el viejo Guayaquil, y los bambucos y pasillos que iniciaban su racha de triunfos en los piqueteaderos bogotanos.
Para estos últimos números, la cantante mexicana solía hacer dueto con figuras del elenco estable de la Víctor que iniciaban su carrera artística en la ciudad de los rascacielos.
A recordar algunos de ellos, dedicamos este nuevo álbum de la legendaria estrella.
Margarita Cueto, a dúo con voces ya fabulosas, como la de Tito Guizar, el tapatío que unos años después iba a identificar el charro mexicano en la primera película de ese estilo que se hizo famosa, "Allá en el Rancho Grande"; como la de Luis Álvarez, español, de Gijón, quien al afincarse en México llegó a ser estrella luminosa en los más importantes espacios de la emisora XEW; como la de Juan Arvizu, posteriormente primerísima estrella cancionera de Latino América, protagonista de las gigantescas audiciones de la CBS, astro de popularidad intensa y detonante; como la de Carlos Mejía, el tenor, mexicano también, que fue ídolo de las grandes temporadas de ópera de su país, alternando, precisamente con Margarita Cueto; como la del bogotano Arturo Patiño, uno de los compositores cumbres de Colombia, y una de las personalidades que "hizo" el canto criollo, en las noches del viejo Bogotá, mano a mano con Alejandro Wills, con Joaquín Forero y con Alberto Escobar.
Escobar viajó en dos oportunidades a los Estados Unidos. En una de ellas con su compañero Forero y en la otra solo, cuando, precisamente, grabó estupendos discos con la Cueto, dos de los cuales, de su propia inspiración, vienen a poner un evocativo toque criollísimo a esta selección; y como la del tenor hispano José Moriche, perdido en la bohemia neoyorkina hace ya muchos años y eternizado por sus creaciones como solista y junto a Utrera.
Otro disco que dejará felices a quienes simbolizan en Margarita Cueto a una época sin par de la canción romántica de La etiqueta "Coleccionista" distingue una grabación de gran interés histórico y musical. A pesar de no representar d nivel de alta calidad alcanzado hoy por LA VICTOR, se ha reeditado para satisfacer la enorme demanda del público.
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