Cada día que pasa crece el cariño y la admiración por JUAN
PULIDO, el barítono canario que fue llamado “El emperador de la canción” y que
centralizo el movimiento fonográfico de los países centroamericano en la
segunda y tercera década del siglo.
Fue quien introdujo el tango canción a Colombia, a través
de los discos fonográficos. Quien popularizo en México, en Cuba, en todos los
países del centro del continente, los éxitos de Gardel y de Rosita Quiroga. Los
temas que Buenos Aires ovacionaba en los escenarios de moda. En su voz llegaron
las primeras canciones típicas de México, canto pasillos y bambucos colombianos.
Fue el cantor de todos y de todo.
Su voz se hizo leyenda, vivo el aun en un México que lo
recibió cariñosamente y lo hizo suyo.
Las grabaciones aquí contenidas fueron realizadas para distintas
marcas norteamericanas distintas de Colombia y de RCA Víctor; que al suspender
actividades le dieron posesión sobre las matrices que ahora cede en exclusiva
para el sello LEGAL que lo cedió a la serie TESOROS.
Hernán Caro.
Junín desde La Playa (Parisina).Robert Swanton 1933-
Otra vez la gran familia de la música ANTAÑONA nos facilita
la entrada a los recuerdos y nos permite vivir la emoción de antiguas canciones
que, prisioneras en antiguos estantes discográficos, pueden finalmente evitar
sus emociones.
De nuevo el grato reencuentro con Luis Valente y Miguel
Cáceres, trovadores de íntegra raigambre popular, controvertidos, legendarios
en dos temas que están ligados a la tradición sureña. El uno, "Rosas de
Otoño" que nos remonta a Gardel, el otro, "De Hinojos", a los
tiempos de gloria del "Dueto Ecuador" de Ibáñez-Safadi que nuestro
amigo Carlos Romero Rodas va a recordar intensamente.
Lito Bayardo, en sus cuarteles de invierno glorioso, en el
Buenos Aires añorado y querido, se asombrará sin duda de esta resurrección de
un dueto que ya es historia, el de Bayardo y Palacios. Uquillas y Pérez nos
reintegra en un Medellín romántico que ni se enteró de quiénes eran, uno, de
los fabulosos Riobambeños, y aquel notable Alfredo Pérez a quien mataron de un
puño en Bello después de una limpia trayectoria en el criollismo.
Sabemos muy poco de Juan Rodríguez. Que fue payador, nos
dicen, y en todo caso tuvo algún momento brillante en el Río de la Plata. Su
intervención con "El Poncho de mi Padre" acredita además a un
auténtico payador, su autor, Luis Acosta García el tío de Los Visconti. Víctor
Acosta nos llegaba de Chile. De buenos aires el conjunto América, de México las
inolvidables Marías que evocaban las noches ardiente de si y farol la Mérida
cancionera y donde seguramente llegaba también, sin que sepamos nada sobre
ellos, hasta ahora, el Quinteto Yucatán. Y de la región fronteriza de México y
los Estados Unidos un incógnito Dueto Angelino que hacía tanguerías importantes
con Manuel S. Acuña.
Y están de nuevo, en plenitud, Jorge Añez y Alcides Briceño
y Manuel Ospina y Samuel Martínez son el emblema de un Medellín enamorado que
lo consagró como sus ídolos cumbres en aquellos lejanos 40.
Cosas románticas. Cancioncitas lindas que sonaban en los
tocadiscos viejos como fondo de borracheras en las veredas antañonas. Matrices
antiguas de discos a 78 r.p.m. que al rescatar tal vez sin la técnica precisa
para que luzcan a plenitud en los nuevos aparatos, sobreviven sin embargo por
la honda emoción que las mantienen vigentes.
¿Es La porra caimanera de Policarpo Calle una
oda al maltrato a la mujer?
Las
tristes revelaciones de la música de diciembre. Por Fabián Páez López
@davidchaka
La porra caimanera no es precisamente un chucu chucu sobre
lo triste o feliz que es la navidad, pero es de esos temas que reviven cada diciembre
como por orgullo patrio. Policarpo Calle, su creador, es uno de los más grandes
hacedores de historia para la música colombiana.
Era un acordeonero, cantante y compositor cordobés y fue
uno de los miembros fundadores de Los Corraleros de Majagual. Entre su
historial se cuentan alrededor de 100 composiciones de música tropical como Mi
canoita, La negra Petrona, Así es Colombia, Señor cantinero, La cumbia soberana
y La porra caimanera. Esta última canción es, tal vez, la más recordada de su
autoría, pero de ponerla en vísperas navideñas en una reunión familiar, si se
detienen a escuchar la letra, podría provocar una interminable discusión sobre
la censura y el machismo con referencias a Maluma incluidas.
Policarpo murió en México y para siempre será recordado
como una leyenda, como “El embajador de la cumbia”. Pero hagamos el ejercicio
de aislarlo de su contexto y deconstruir la letra de la canción que acá nos
compete: La porra caimanera.
De entrada, la primera línea, ya es una amenaza
“Ojo con la porra, mujeres vaciladoras” …
Una porra es un palo con una cabeza gruesa y redondeada en
uno de sus extremos que se usa como arma para golpear; en este caso, para
golpear caimanes. O eso se supone. Pero Policarpo, según continúa en la
canción, “no la puede dejar” si va a una fiesta “porque con ella domina la
mujer vaciladora […] porque la mujer que lo quiera vacilar, la prende de la
pollera y se la castiga con la porra caimanera”.
Podrán decir que se trata del doble sentido picaresco de la
música popular, que son puras conjeturas, que en el fondo no es una canción
sobre agarrar a golpes a mujeres de todas las regiones de la costa colombiana.
Pero la portada del disco, con una mujer implorante ante un hombre que la
amenaza con lo que parece ser la susodicha “porra caimanera”, parece demostrar
lo contrario.
La canción fue
grabada en 1979, y quién sabe desde hace cuando sonaba por el territorio
colombiano, pero sirve para cuestionarse sobre la reciente curaduría/cacería de
letras “moralmente incorrectas” al reggaetón.
Costado sur Parque Berrio Manuel -Lalinde 1925 -bpp
2. Trío Los Sultanes - El Sultán (Pasillo)
Rubén Darío Reyes
3. Conjunto Burgos - Caprichoso (Pasillo) Luis
Eduardo Gutiérrez
4. Estudiantina Zeida - El Calavera (Pasillo)
Pedro Morales Pino
5. Conjunto De Edmundo Arias - Mi Cariño
(Pasillo) Néstor Burbano
6. Estudiantina Medellín - Coqueteos (Pasillo)
Fulgencio García
7. Conjunto Burgos - Desde Mi Cuna (Pasillo)
Luis Eduardo Gutiérrez
8. Conjunto De Edmundo Arias - Navidad (Bambuco
Fiestero) Ospitia
9. Conjunto De Edmundo Arias - Susanita
(Pasillo) Edmundo Arias
10. Trío Los Sultanes - Cogollito (Pasillo)
Rubén Darío Reyes
11. Los Alegres Del Valle - Menia Menia
(Pasillo) Emiro Caicedo
12. Estudiantina Medellín - Echen Pal Morro
(Pasillo) Carlos Vieco
CAPRICHOSO
COGOLLITO
ECHEN PAL MORRO
Estudiantinas Tomado de “De liras a Cuerdas…” Hector Rendon Marin.
Respecto a la
palabra 'estudiantina' —el término más aceptado, incluso a lo largo de
Latinoamérica—. se refiere a una agrupación de origen español, cuya composición
inicial de bandurrias, mandolinas, guitarras, laúdes y castañuelas, con
acompañamiento de flautas y violines. se diversificó en una amplia variedad de
esquemas y adaptaciones con una característica importantísima: se apropiaron de
los recursos musicales autóctonos de cada región donde se asentaron. Debido a que
fueron incluidas en montajes de ópera y zarzuela, se constituyeron también en
acompañantes de numerosos momentos de esparcimiento de la vida pública, aspecto
que influyó notablemente en la conformación de estudiantinas en diferentes
ciudades del continente. La movilidad y la
versatilidad de estas agrupaciones se evidenciaron no solo en su flexibilidad
para acomodarse a diversas plantillas, donde se incluyeron instrumentos de toda
índole, sino también en su capacidad de interpretar músicas vivas, que sirvieron
para satisfacer las necesidades expresivas de las comunidades que las
acogieron. Por eso las estudiantinas llegaron a tener mandolinas, mandolas,
cuatros, tiples, charangos, quenas y acordeones, para la interpretación de
sones, danzones, nimbas, guarachas, joropos, bambucos, pasillos, tangos y otros
géneros propios de las músicas populares latinoamericanas.
Después de todo, el uso de este
vocablo, y no el de lira, fue la denominación más generalizada en diferentes
ciudades del país. Eso sí. la exigencia básica que nuestros músicos han
reclamado y reclaman en la conformación de éstas, es la presencia de bandolas,
tiples y guitarras, según se indica en los párrafos siguientes.
Jesús Zapara Builes. uno de los músicos
más importantes de la música de cuerdas pulsadas en el país, explica que
"una estudiantina es un grupo [de] bandola, tiple y guitarra al cual se le
puede agregar lo que quiera, [pueden ser] dos bandolas, tres bandolas, dos
tiples, dos guitarras, el número no importa". El maestro León Cardona,
músico de crucial importancia para el desarrollo de las cuerdas en Colombia,
opina que "una estudiantina está conformada por bandola, tiple y guitarra,
donde hay uno de cada instrumento o varios de cada uno de ellos”. Según Álvaro
Muñoz, músico pastuso radicado en Medellín. una estudiantina debe estar
conformada por los tres instrumentos principales que conforman la organología
de la música andina colombiana, como son la bandola, instrumento típicamente
melódico, el tiple y la guitarra. Miguel Cuenca, músico antioqueño. reclama
siempre la conservación estricta de tiples, bandolas y guitarras, para que sea
"la estudiantina pura”.
Guillermo Abadía Morales, investigador y
folclorista. también desde un punto de vista esquematizante indica que una
estudiantina es una agrupación que tiene entre tres y seis bandolas, dos o tres
tiples, una o dos guitarras y un chucho que marca el pulso rítmico: en ellas
solo es posible la presencia de la flauta, pues ésta no rompe la "unidad
tradicional de la estudiantina clásica” por tratarse de un instrumento propio
de los aires indígenas andinos, como el bambuco caucano. el bambuco huilense y
el torbellino. Otro instrumento que se permite en una estudiantina, continúa
Abadía, es el laúd, porque juega con las bandolas "un severo papel de
viola frente a los violines. En cambio, nunca sería justificable [...] la
presencia del contrabajo (ensayado como moda en estos años), ya que su timbre
desapacible se hace recalcitrante frente a dos o tres tiples y a una o dos
guitarras, que ya de por sí equilibran las cuatro o seis bandolas de la
agrupación, es decir, las voces [...] cantantes".
Luis Carlos Rodríguez dice que una
estudiantina, "cualquiera sea su nombre, es un grupo de cámara de no más
de diez o quince personas, con cuerdas pulsadas, cuatro o cinco frotadas y una
flauta". Hernán Restrepo Duque, coleccionista y productor discográfico.
sostiene que las estudiantinas son ''orquestas típicas conformadas por
instrumentos criollos, guitarras, bandolas y tiples, fundamentalmente, y ocasionalmente
por violines y chelos”. y cuyo nombre más apropiado debe ser el de “orquesta
criolla"; insiste además en la necesidad de "poner algún clarinete,
alguna flauta, algún violín, y preferiblemente buscar, incluso, algún [...]
instrumento estelar, un instrumento en donde quien lo ejecute tenga categoría
de solista, para que la estudiantina lo respalde y le pueda dar mucha
vida".
Juan Femando Molina, músico y
coleccionista, afirma que una estudiantina es un conjunto de cámara con no más
de diez o doce instrumentos, cuyas voces melódicas se alternan,
convencionalmente o no. con el objeto de interpretar música popular colombiana
y “algunas otras cosas". José María Paniagua. músico y coleccionista
también, expresa que las estudiantinas son grupos de bandolas, tiples,
guitarras, algún contrabajo y alguna percusión pequeña, aunque existen muchas
conformaciones que no deben limitar el concepto: sin embargo, sostiene este
músico, su principal característica está en la utilización de las bandolas. En
caso de que una estudiantina, además de bandolas, tiples y guitarras, tuviera
alguna percusión, se llamaría murga, según afirma el músico Alonso Rivera.
No obstante, esta exigencia, algunas
estudiantinas no cumplieron con el ‘'requisito básico" de tener por lo
menos una bandola, un tiple o una guitarra. En este sentido. Juan Femando
Molina recuerda el caso de la Estudiantina de Terig Tucci. agrupación de gran
reconocimiento nacional, que no tuvo ni tiple ni bandola, característica que.
según él. pudo poner en dificultad a algunos puristas que reclamaron la
presencia de dichos instrumentos en la constitución de estos grupos. Ahora
bien, músicos jóvenes consideran que el término ‘estudiantina' está revaluado:
el intérprete y director John Jaime Villegas, por ejemplo, afirma que estos
grupos no deben llamarse así: según él. se trata simplemente de conjuntos
instrumentales.
Desde el punto de vista estético musical,
el tratamiento de las voces y los instrumentos de las estudiantinas ha tenido
características muy especiales, con una serie de transformaciones que
evidencian elementos constantes, así como búsquedas musicales. La mayoría de
los grupos han tenido unas formas de interpretación que. a pesar de su
simpleza, han sido significativas pues recogen elementos y melodías de gran
aceptación popular; sin embargo, a pesar de que el acompañamiento y la
disposición de los instrumentos eran bien disímiles, de acuerdo con las
capacidades de los músicos, y podían encontrarse una cantidad de errores
interpretativos y armónicos bastante notorios, lo que se hacía, “se hacía con
mucho gusto: [según Zapata Builes] los cantos de la guitarra tenían unos bajos
que muchas veces adicionaban los músicos, y el tiple era “machaque": tiple
pa’ arriba y tiple pa’ abajo, pues no tenía otro oficio que el de
“zurrúnguiar": mientras que las bandolas, cuando eran dos. una le hacía
segunda voz a la otra", lo cual le daba una textura homofónica a las
melodías, que seguían el mismo esquema rítmico en intervalos de terceras y
sextas: no era usual encontrar estudiantinas haciendo terceras voces. “El
protagonismo, principalísimo, en un altísimo porcentaje, lo tenían las bandolas
con las melodías: rarísima vez se escuchaba algo de melodía en el tiple y en la
guitarra. [...] escasamente, los bordones y la parte rítmica". En cuanto
al timbre, prevalecieron, hasta las últimas décadas del siglo XX. las
sonoridades agudas, expresadas en el registro alto de las bandolas, mientras
que las guitarras asumieron los registros bajos: el tiple, por otro lado,
conservó un papel acompañante, en un registro medio.
Publicado el
05/06/2017 en ARTÍCULOS – Revista Corrientes.com
¿Quién no
tiene en el recuerdo alguna canción del Dueto de Antaño? Porque hicieron historia durante muchos años
que estuvieron cantando ante los balcones de miles de mujeres enamoradas de
otros que formaron cientos de matrimonios y donde nacieron tantos
antioqueños: Camilo García y Ramón Carrasquilla fueron los responsables.
Camilo nació
el 6 de mayo de 1910, hace 107 años, en Amalfi (Ant.) Me contó que su padre lo
trataba muy mal y cuando tenía 14 años no lo soportó más y decidió abandonar el
hogar. Se fue para Medellín y cargando maletas en la estación del tren se pudo
ganar la vida durante unos meses. Pero tuvo que regresar al hogar porque su
padre lo abandonó y tenía que ver la forma de mantener a su madre y hermanos.
En estos
años se vinculó a la Banda Municipal y aprendió a tocar varios instrumentos,
entre ellos la guitarra. Se dio cuenta
que su futuro estaba en la música y decidió volver a Medellín. Y con Alfredo
Pérez formó un dueto para cantar en la emisora Ecos de la Montaña en 1936.
Luego formó otro dueto con Elías Bedoya para cantar en Radio Córdoba.
Después
formó un dueto con Chava Rubio y fue entonces cuando se encontró con Ramón
Carrasquilla, y el 14 de marzo de 1941 e hicieron su primera presentación en
Radio Córdoba cantando “Nube pasajera” y “Venenosa”. Como interpretaban canciones viejas, el locutor
los llamó el Dueto de Antaño y así se quedaron.
Pero como Ramón no tocaba guitarra (nunca quiso aprender) tuvieron que
conseguir un guitarrista “puntero” para que los acompañara. En todos los años
que funcionó el dueto tuvieron varios guitarristas: Antonio
E. Bedoya, Jesús Gutiérrez, Jesús Grisales, Arnulfo Baena los acompañó
durante 16 años y Gerardo Parra los acompañó 11 años. Y hasta Pacho Bedoya (del
dueto Espinosa y Bedoya) los acompañó algún tiempo.
Muy
frecuente en la vida de los tríos o duetos fue la falta de continuidad de los
integrantes y Camilo y Ramón estuvieron juntos 41 años, a pesar del
temperamento tan difícil que tenía Ramón.
Le pregunté a Camilo cómo habían
podido vivir tantos años juntos sin pelear.
Y me contestó: es que nunca fuimos amigos. Durante todos estos años
solamente en dos ocasiones pasaron juntos con sus familias en la navidad.
Después que
falleció Ramón, el 6 de junio de 1962, Camilo organizó el Dueto del Pasado con
Darío Miranda y estuvieron cantando hasta que no pudo más y falleció el 19 de
enero de 1993.
Recibieron
muchas condecoraciones y distinciones importantes a través de su trayectoria
artística, entre ellas La Cruz de Boyacá y
la Estrella de Plata de Antioquia.
La labor de Camilo como compositor fue
extraordinaria. Compuso más de mil canciones y muchas de ellas tuvieron gran
popularidad: los bambucos “Rondel”,
(letra de Julio Vives G.) “Debemos
separarnos”, (letra de Gilberto Gallego), “Fue mentira”, (letra de “Chava”
Rubio) “Bajabas de la montaña”, (letra de Francisco Moreno) “Corazón
antioqueño” (letra de Hernando Montoya)
y los pasillos “Tú lo ignoras” (letra de Santiago Vélez),“Destino”
(letra de Julio Flórez) y “Lágrimas” (letra de Gilberto Gallego) . Pero
indudablemente los temas más importantes del repertorio del Dueto de Antaño
fueron el bambuco “Tu abandono” (de Camilo) el pasillo “Las acacias” (música de
Jorge Molina y letra de Vicente Medina) y el corrido “La lancha” (de la opereta
Fra Diavolo). Su labor en el campo de
la grabación también fue extraordinaria, dejaron impresos 71 LP, 29 con Zeida,
9 con Sonolux, 11 con Fuentes, 4 con Victoria y con otros sellos disqueros.
Grabaron 1.100 canciones.
La
anécdota. Un día iba Hernán Restrepo
Duque con Tartarín Moreira en un taxi. A Hernán nunca le gustó el Dueto de
Antaño. Y en el radio del taxi estaba sonando una canción del Dueto de Antaño.
Hernán y Tartarín se pusieron a hablar bien de Espinosa y Bedoya y a criticar
al Dueto de Antaño. De pronto el taxi paró,
y el taxista les dijo: ¡Señores
ustedes están hablando mal del Dueto de Antaño, el mejor dueto que hay en
Colombia!, por favor, se bajan del taxi porque no los llevo más, y los dejó
tirados en media calle…
Datos
biográficos y fotografía de la obra “La Canción Colombiana y su historia” de
Jaime Rico Salazar.
Estas notas
biográficas que estoy haciendo tienen el propósito de fomentar la cultura musical entre mucha
gente que la puede tener.
MEDELLIN ANTIGUO - Puente donde
era del Arco (C. Bolivar)
Las
selecciones presentadas en este disco de larga duración, son temas promocionados
por Hernán Caro en su programa “UNA HORA EN BUENOS AIRES”. Espacio de música argentina
próximo a cumplir doce (12) años de estarse trasmitiendo por La Vo« de la Independencia
de Medellín
De lodos en
Colombia es ya conocida la trayectoria tanguera da Hernan Caro; Colabora en programación
de música argentina con varias casas fonográficas del país, entre alias SO
NOLUX. Aporta sus conocimientos en programas
de música argentina por la cadena Todelar de Colombia en sus espacios
"ENTRE TANGOS Y DEPORTES” y “RONDA DE TANGOS” Presenta las selecciones y
las notas del programa “BELGRANO 60-11” que por La Voz de la Independencia dirige
Jaime Cardona Gómez. Contribuye con dalos sobre el tango y sus Cultores para diferentes
diarios del país, entre otros "El Colombiano" de Medellín. "El Espectador"
y "El Tiempo" de Bogotá, y el paródico “La Patria" de Manizales.
Presenta además a los artistas qua desfilan por al escenario de “LA CASA
GARDELIANA”.
Cuenta Hernán
Caro con una discoteca de música argentina muy completa. qua a juzgar de
muchos. es una de las mejores de América.
Muchas de asas grabaciones nos han servido para armar una serie de
discos qua la hemos titulado "UNA HORA EN BUENOS AIRES" de la cual ya
han aparecido el volumen uno y dos en nuestro sello RCA, los cuales han sido de
gran aceptación por lodos los tangofilos colombianos.
En este
tercer disco de la serie antes mencionada incluimos los siguientes títulos: DESOE
LEJOS, AL ARRULLO DE UN VIOLIN, CON TUS BESOS, DE SEIS A SIETE, EN ESTE RINCON
AMIGO. TORMENTA, CICATRICES, EL PONCHO DEL OLVIDO, CUANDO MIRAN TUS OJOS, EN
ESTA TARDE GRIS, SOLO Y TRISTE COMO AYER y a el tango OTRA VEZ.
Gracias a la
colaboración de Hernán Caro. ponemos a disposición de todos los coleccionistas
de música argentina del país, este larga duración que sabemos sera muy bien recibido
por lodos.
Notas; NOHEMY GIRALOO YEPES
MEDELLIN ANTIGUO -Puente del Arco
Puente del Arco, tomado desde El puente Carretero, Carabobo, 1938
Más
conocido, interpretado y escuchado como Pepe Aguirre, legendario cantor de
valses y tangos, era el poseedor de Residencias Linda. Arribó a Medellín desde
su Santiago de Chile en 1974.
Quince años después, un 31 de diciembre, fallecería
en su suelo. En El Palo, entre Bomboná y Maturín, había empezado la cosecha de
alquiler de cuartos con el Hotel El Deportista. La colegiala, Frivolidad,
Jornalero, Muñeca de loza, Hojas de calendario, Maldito cabaret y otras
inolvidables canciones, quedan para su recuerdo.
Tomado de:: Ninfas y
nichos del valle encantado. Guía de burdeles. Hugo Bustillo Naranjo. universocentro.com
MEDELLIN ANTIGUO -Puente
de la Toma sobre quebrada Santa Elena, años 30's aprox
El Puente de
la Toma hace parte de los 12 puentes que fueron construidos a lo largo de la
Quebrada Santa Elena, fue llamado así ubicarse en el punto donde en el siglo
XIX estuvo la bocatoma del acueducto. BPP.