Otra vez la gran familia de la música ANTAÑONA nos facilita
la entrada a los recuerdos y nos permite vivir la emoción de antiguas canciones
que, prisioneras en antiguos estantes discográficos, pueden finalmente evitar
sus emociones.
De nuevo el grato reencuentro con Luis Valente y Miguel
Cáceres, trovadores de íntegra raigambre popular, controvertidos, legendarios
en dos temas que están ligados a la tradición sureña. El uno, "Rosas de
Otoño" que nos remonta a Gardel, el otro, "De Hinojos", a los
tiempos de gloria del "Dueto Ecuador" de Ibáñez-Safadi que nuestro
amigo Carlos Romero Rodas va a recordar intensamente.
Lito Bayardo, en sus cuarteles de invierno glorioso, en el
Buenos Aires añorado y querido, se asombrará sin duda de esta resurrección de
un dueto que ya es historia, el de Bayardo y Palacios. Uquillas y Pérez nos
reintegra en un Medellín romántico que ni se enteró de quiénes eran, uno, de
los fabulosos Riobambeños, y aquel notable Alfredo Pérez a quien mataron de un
puño en Bello después de una limpia trayectoria en el criollismo.
Sabemos muy poco de Juan Rodríguez. Que fue payador, nos
dicen, y en todo caso tuvo algún momento brillante en el Río de la Plata. Su
intervención con "El Poncho de mi Padre" acredita además a un
auténtico payador, su autor, Luis Acosta García el tío de Los Visconti. Víctor
Acosta nos llegaba de Chile. De buenos aires el conjunto América, de México las
inolvidables Marías que evocaban las noches ardiente de si y farol la Mérida
cancionera y donde seguramente llegaba también, sin que sepamos nada sobre
ellos, hasta ahora, el Quinteto Yucatán. Y de la región fronteriza de México y
los Estados Unidos un incógnito Dueto Angelino que hacía tanguerías importantes
con Manuel S. Acuña.
Y están de nuevo, en plenitud, Jorge Añez y Alcides Briceño
y Manuel Ospina y Samuel Martínez son el emblema de un Medellín enamorado que
lo consagró como sus ídolos cumbres en aquellos lejanos 40.
Cosas románticas. Cancioncitas lindas que sonaban en los
tocadiscos viejos como fondo de borracheras en las veredas antañonas. Matrices
antiguas de discos a 78 r.p.m. que al rescatar tal vez sin la técnica precisa
para que luzcan a plenitud en los nuevos aparatos, sobreviven sin embargo por
la honda emoción que las mantienen vigentes.
02. Lorenzo Herrera con la Orquesta de
Manuel Briceño - TU AMOR FUE UNA ILUSION
03. Fierro y Zambrano - DESPECHO
04. Luis Valente y Miguel Cáceres -
CASAS VIEJAS
05. Lydia Mendoza con los Montañeses del
Alamo - LLANTO PERDIDO
06. Pepe Gutiérrez y Marita con los
Charros de Atotonilco - LO VES MUJER
07. Agustín Cornejo y Miguel Cáceres -
TENGO CELOS
08. Ospina y Peláez - ME ENGAÑASTE
09. Velásquez y Pichardo - EL ROSAL
10. Alcides Briceño y Jorge Añez - YO
SERE TU AVE NEGRA
11. Fierro y Zambrano - INFAME
12. Rubén y Plutarco Uquillas (Los
Riobambeños) - GENIO ALEGRE
TU AMOR FUE UNA ILUSION
CASAS VIEJAS
EL ROSAL
Lorenzo
Herrera
El 2 de agosto de 1896 nació en Santa Rosalía, Caracas,
Lorenzo Herrera (padre), recordado como uno de los más grandes cantantes y
compositores venezolanos de la primera mitad del siglo XX.
En 1923 su familia se traslada a Nueva York en busca de
nuevas oportunidades para su talento musical. Aunque sus comienzos fueron
difíciles, teniendo que trabajar como zapatero, pronto consiguió un contrato
con los sellos más renombrados del momento, como RCA Victor y Columbia Records,
entre otros. Fue aquí donde compuso la mayoría de sus canciones más populares,
incluido el pasodoble 'La sultana del Ávila'
En 1935 participa en el film 'Joropo', dirigido por
Horacio Cabrera Sifontes y seguidamente regresa a Venezuela donde continúa su
carrera musical siendo pionero del bolero en el país gracias a sus emisiones
radiofónicas. Llevó la música venezolana más allá de sus fronteras, dando
conciertos en Canadá, Estados Unidos, Colombia, Argentina entre otros países.
Una de sus composiciones más famosas es el merengue 'Compae Pancho', aunque en
la mayoría de los discos aparece como 'Compadre Pancho' o 'Compay Pancho'. Es
uno de los primeros temas típicos de música venezolana y ha sido utilizado como
punto de partida en la enseñanza de la ejecución del 'cuatro' venezolano.
Compuso más de 500 canciones, muchas de las cuales fueron
grandes éxitos en su época, aunque hoy hayan sido olvidados. En sus letras
plasmaba toda la gracia y humor del verdadero sentir de su pueblo junto al
romanticismo de sus valses que conservaban aún los matices sentimentales de
principios del siglo XX. Con el merengue criollo su cantar ponía la gracia del
refrán de moda en su Caracas y con el joropo soltaba las voces de su llano.
Entre sus temas más conocidos se encuentran: 'Luisa',
'Josefina', 'Rosalinda', 'El bachaco', 'El coletón', 'Mi rancho', 'Compae
Pancho', 'La mula rucia', 'Canta ruiseñor', 'El primer amor', 'Chupa tu mamey',
'Ya no sufras corazón', 'Vente pa´cá mi negra', 'Caminito del llano adentro' y
'El petróleo' (1941), entre muchas otras. Lorenzo Herrera murió en 1960 a los
64 años.
08. - NO ME ABANDONES - Manuel S. Acuña -LYDIA MENDOZA con Los Parachicos
09. - ILUSION PERDIDA - Espitia y
Cardona -PERONET
Y RÍOS
10. - LA ARREPENTIDA - Luis Valente -VALENTE
Y CÁCERES
11. - MONTAÑITA - Luis A. Osorio -PORFIRIO
DÍAZ con Luis Aranguiz .
12. - CUANTAS VECES - Esmaragdo Díaz -PERLA
VIOLETA AMADO Y JORGE ESCUDERO
LA LIMOSNA
MONTAÑITA
NO ME ABANDONES
Ahora puede saltar desde empolvados anaqueles donde
sonaban sonidos imperiosos para incorporarse al mundo sentimental, estas viejas
grabaciones que la sabiduría de las leyes colombianas libera y permite revivir
porque tienen más de 30 años de vida y fueron realizadas inicialmente para los
antiguos discos a 78 r.p.m.
La meta de LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA quiere ante todo
cumplir este propósito cultural y sentimental. Recuperar para el oído de las
nuevas generaciones y de aquellas personas felizmente atadas a los recuerdos de
tiempos idos, discos que ayer fueron célebres en emisoras y en victrolas, en el
ambiente enamorado de la vieja fondas, en la reunión familiar, cordial y linda.
Y así es como hallaremos una curiosísimo a versión del
tango "Caminito" realizada por ese dueto histórico que conformaron
Alcides Briceño y Jorge Añez.
Briceño y Añez grabaron todos los éxitos del momento en
América, a su manera, con acento sentimental que en este caso resulta
especialmente dulce y delicado. Es una histórica grabación prácticamente
desconocida entre nosotros hasta su recuperación por parte del coleccionista
Héctor Pablo Gastalum Martínez de Los Ángeles, California.
El inquietante Luis Valente como vocalista de ese curioso
grupo que se denominaba La Posada y El Payador Argentino y que grababa al
estilo de Irusta, Fugazot y Demare nos devuelve una emocionante página de
Magaldi y canta también con Miguel Cáceres y con acompañamiento de guitarras.
Un dueto que hizo históricas grabaciones en Medellín por
allá por la década del 40, Juan Ernesto Peronet (peruano) y Antonio Ríos (colombiano),
nos evoca dos páginas integradas desde entonces al cancionero popular. Ellos
grababan en Medellín y el Cholito Gómez y Jorge Valle acompañaban a la
guitarra.
De sus mejores tiempos pero quizá un poco antes de aquel
"Rancho e la Cambicha" que lo hizo ídolo, regresar Tormo en la
versión inicial que hiciera de "La Limosna" una de sus mejores
creaciones que por primera vez aparece en LP.
Escucharemos al Trío Añoranzas, famoso por sus
acompañamientos a Pepe Aguirre. Lydia Mendoza, de popularidad arrolladora nos
deja oír una de sus más famosa creaciones, "No Me Abandones" pero en
versión distinta a la publicada y celebrada entre nosotros pues tiene
acompañamiento orquestal.
Vuelve por fin el celebrado tema "Montañita",
grabado en Chile por la orquesta de Porfirio Díaz por mandato de productores
colombianos. Es original de Luis Alberto Osorio, inolvidable compositor opita
fallecido hace poco tiempo y tuvo momentos de inmensa popularidad. Y volvemos a
gozar la exquisitez del dueto que conformaron eventualmente en Nueva York Perla
Violeta Amado y Jorge Escudero.
Seguiremos pues poniendo muy en tal la calidad de esta
música antañona, rogando eso sí que tengan en cuenta las condiciones bien
precarias como fueron realizados estos fonogramas que extractamos de una colección
que alguna vez tenía que regresar al pueblo para su goce y emoción. Y gracias a
la colaboración que nos prestan coleccionistas como Gustavo
Escobar Vélez, Camilo Álvarez, Jesús Arboleda, Israel Álvarez y otros a quienes estamos
agradeciendo públicamente.
01. Cuarteto Don Pablo con canto por
Pablo Baquero - EL TAPICHE
02. Peronet e Izurieta - TE QUIERO TANTO
03. Los Romanceros del Cauca - HIJOS SON
PADRES
04. Montes y San Miguel - EN LA SERRANIA
05. Los Cerrillanos - AMOR IMPOSIBLE
06. Ospina y Peláez - ME DESPRECIAS
07. Víctor Acosta (canto) y su Conjunto
- ADIOS MI ENCANTO
08. Briceño y Añez - TRIPLECITO DE MI
VIDA
09. Los Madrugadores - SUEÑOS DE ORO
10. Canta Trío Tamasi, Hoyos, Moreno -
POR TU GRACIA
11. Cornejo y Cáceres - VUELVE
12. Grupo de Ramón Carrasco - CANCION
DEL DOLOR
SUEÑOS DE ORO
VUELVE
EL TRAPICHE
Los
Madrugadores.
Los Madrugadores fue el número uno en el grupo de música
mexicano-estadounidense en la década de 1930. Fueron las primeras grandes
estrellas de la música Mexicanoamericana y personalidades de la radio famosa en
el sur de California y el suroeste. Su formación contó con el carismático Pedro
J. González: revolucionario renuente, músico, compositor, líder de la banda,
estrella de la radio, activista social, y convicto.
"Durante la Gran Depresión de la década de 1930, Los
Madrugadores se convirtieron en el grupo
más popular en el campo de la música mexicana-estadounidense. Su fama se
extendió primero por todos Los Ángeles y el sur de California a través de sus
programas de radio diarios y luego en todo el suroeste a través de las ventas
de discos y las rockolas. Los Madrugadores fueron las primeras estrellas de la
música mexicana-americana, sólo comparable a La Alondra de la Frontera, Lydia
Mendoza, quien comenzó su carrera casi al mismo tiempo en Texas.
La historia de Los Madrugadores comenzó a finales de 1920
cuando la fascinante personalidad Pedro J. González empezó a organizar grupos
musicales en Los Ángeles y comenzó emisiones de radio diarias regulares. Pronto
se convirtió en un activista abiertamente en contra de la deportación masiva
injusta de los mexicano-americanos durante la Depresión, capturado, enviado a
la penitenciaría y eventualmente deportado. Los Madrugadores embargo continuó
sin él hasta bien entrada la década de 1940”.
notas de Chris Strachwitz y Zac Salem
Esta es una de las primeras grabaciones históricas de
Pedro J. González y Los Madrugadores. Su inmensa popularidad creció de
programas de radio diarios en la madrugada a los marginados de la clase
trabajadora comunidades mexicano-estadounidense de Los Ángeles, y la exposición
jukebox y récord de ventas en las comunidades de trabajadores agrícolas de todo
era de la Depresión del sur de California. De armonías vocales sonoras
brillantes arpegiada manifiesta la guitarra de cuerdas de acero La música y,
cubriendo una amplia gama de populares y contemporáneas canciones y corridos
mexicanos, junto con composiciones originales González.
Pero esto es más que música agradable. González utilizó
su talento para agitar por la justicia social para los hablantes de español en
el suroeste, previsiblemente entrar en conflicto con la autoridad blanca. En
1934, en plena carrera, fue encarcelado por cargos inventados que trajeron seis
años de prisión, lo que provocó Los Madrugadores de responder con 'Corrido de
Pedro J. González.
Deportado a México en 1940, González volvió a su
personalidad de radio en Tijuana, difusión a través de la frontera durante los
próximos treinta años.... Investigación y documentales exhaustivas fotos del
álbum, sellos Arhoolie, resonantes talentos musicales lugar de González en el
contexto político antagónico de su génesis culturales, por lo que este título
atentamente restaurado una adición esencial a la discografía y la historia
social mexicano-americano”.
02 No me recuerdes - Alcides Briceño y Héctor
de Lara (03:03)
03 Medallita - Ospina y Martínez (03:09)
04 El Boulevard de la desilusión - Los
estudiantes Rítmicos - canta Oscar Castillo (02:44)
05 Atardecer - Valente y Cáceres (03:15)
06 Jalisco Nunca pierde - Lorenzo
Barcelata y su trio Calaveras (03:03)
07 Chacha Chachita - Los trovadores
Tamaulipecos (02:50)
08 La ley de la compensación - Los
Trovadores del Cuyo (02:37)
09 Son cosas de la vida - José Bohr y
Carlos Molina (02:32)
10 Serrana - Ospina y Martínez (02:32)
11 Coplas del rancho grande - Los
Porteños (02:33)
12 Rio que pasas llorando - Briceño y
Añez (02:42)
EL BOULEVARD DE LA DESILUSION
SON COSAS DE LA VIDA
EL SAUCE
Los
Estudiantes Rítmicos
La fuerza estudiantil tuvo desde la década de 1920 una
categoría distinta en la sociedad. Los jóvenes eran vistos como una energía
nueva, colorida, romántica y rebelde, que representaba los cambios y señalaba
dónde estaban las vanguardias en las artes. En la música ocurrió de la misma
manera: Mientras en 1937 en la Universidad Católica despuntaba el más famoso de
los cuartetos vocales de folclor mediatizado, Los Huasos Quincheros, desde la
Universidad de Chile aparecería en 1939 uno de los primeros experimentos de
música pop de la historia. Una agrupación que respondió al nombre de Los
Estudiantes Rítmicos, con repertorio abierto de boleros, valses, corridos,
polkas y foxtrots y todo tipo de expresiones musicales de impacto. Su espíritu
fundamental estuvo en la asociación de ambos conceptos: energía juvenil y ritmo
popular.
Convocados y dirigidos por el joven compositor y
estudiante de ingeniería civil José Goles (n. 1917), la agrupación rescataba la
tradición de las estudiantinas de fines del siglo XIX (con bandurrias,
mandolinas y guitarras), pero además integraba instrumental de orquesta
característica como el piano, el acordeón y el violín. Un efecto sonoro que le
dio a los Rítmicos un caracter muy moderno en sus 35 años de vida activa (sólo
interrumpida entre 1957 y 1968). Principalmente en el primer período, el
conjunto llegó a convertirse en la máxima atracción de las nuevas audiencias
radiales, con giras multitudinarias, centenares de grabaciones para RCA Victor,
volumen de ventas en Latinoamérica, gran figuración mediática y una canción que
sobrepasaría los límites del tiempo para entrar en el cancionero popular
histórico: "El paso del pollo", el primer foxtrot chileno de que se
tenga memoria.
José Goles pertenecía a una familia de inmigrantes
yugoslavos que se instalaron en Antofagasta en los comienzos de 1900. Él y su
hermano Ivo Goles (n. 1919) tuvieron una niñez musical, ya que vivían entre los
pasillos y salones del hotel que sus padres regentaban en el puerto nortino y
al que arribaban todas las compañías europeas de ópera, ballet y teatro. La
música estaba presente 24 horas por día. Se adiestraban en el piano clásico y
aprendían además las claves de los instrumentos folclóricos de su madre patria:
el brach o la bizernica eslavos. Cuando los hermanos José e Ivo viajaron a
Santiago para estudiar en la Universidad de Chile traían estos sonidos bien
adheridos. Y los incorporaron a su primera y única agrupación de música
popular: Los Estudiantes Rítmicos.
Entre los carnavales universitarios de fines de los años
'30, José Goles era un personaje reconocido en todas las facultades de las
carreras "duras". También entre las carreras "blandas".
Organizaba a los alumnos y producía fiestas universitarias, carros alegóricos y
semanas mechonas. Así convocó a un grupo de amigos para integrar la Orquesta
Sincrónica, agrupación de choque con la bandera de las ingenierías, que
reaccionó rápido ante el Coro Afónico creado por las pedagogías. Era 1938, José
Goles tenía 20 años y encabezaba las veladas bufas del circo universitario con
su sui generis orquesta. En 1939 la humorada universitaria se convirtió en la
primera formación de Los Estudiantes Rítmicos, el grupo que desde el interior
de Beaucheff y sin ponderar su impacto en el futuro cercano, saldría a la plaza
pública, a las radios, a las revistas y a los escenarios de todo Chile.
Llega el pollo desdichado
La versión 1939, una de las más famosas, fue un septeto
con fuerte presencia de músicos aficionados de origen yugoslavo. Estaban los
dos Goles, José (piano y acordeón) e Ivo (brach). Además, Jorge Razmilic
(bizernica), tal como Ivo, estudiante de construcción civil. Y los
descendientes de italianos, de ingeniería civil y pedagogía, Jorge Corradi
(guitarra), Enrique Colsani (violín y mandolina) y Nicolás Ferraro (bajófono).
Este instrumento marcó cierta línea de acción de unos Estudiantes Rítmicos
siempre abiertos a experimentar con humor. El bajófono era un sustituto del
contrabajo, un producto de lutería amateur que causaba gracia entre el primer
público estudiantil del conjunto.
El séptimo hombre fue el estudiante de medicina Oscar
Castillo, la primera marca vocal del conjunto. Un solista de timbre cálido y
vibrato muy especial, que destacó entre una época de grandes cantantes
populares (Arturo Gatica, Armando Bonansco, Hilda Sour) y que llegó a ser
tentado para incorporarse a una orquesta característica bonaerense, oferta que
Castillo rechazó. De su autoría aparecen piezas del repertorio clásico de Los
Estudiantes Rítmicos: el vals "Lunita" o el baión "Solo solito".
En 1939, durante un ensayo en la casa de calle Ejército
donde funcionaban los Rítmicos como base de operaciones, se produjo el milagro:
José Goles cebaba un mate. Se separó momentáneamente del ensayo grupal para ir
a la cocina y recargar su amargo. Cuando volvió tenía las líneas precisas de un
éxito pop que terminó llamándose "El paso del pollo" (pero que el
gran público conoció como "El pobre pollo"). Era un foxtrot simple,
directo y saltarín, obtenido de ritmos ragtime norteamericanos como "Tiger
rag" ("El paso del tigre"), melodía popularizada inicialmente
por el famoso trompetista de Nueva Orleáns, Louis Armstrong ("y el pobre
pollo enamorado / llora su pena desengañado / de la gallina Francolina / que
puso un huevo en la cocina" […] ). Un hit que presentaron masivamente por
primera vez a través de la señal de radio del Pacífico, contratados por Donato
Román Heitman, junto con el exitoso vals de Ivo Goles, "Volando voy",
que llegó a vender 200 mil copias en la región.
El escritor José Miguel Varas, testigo presencial del
momento más exitoso del conjunto estudiantil, recuerda en sus textos el impacto
nacional producido por la grabación de "El paso del pollo", como una
absoluta saturación sonora del espacio: "[…] melodías y canciones que las
radios tocaban varias veces al día y que se escuchaban y tarareaban
incasablemente durante semanas y meses hasta tener al país entero
'aguitarrado'", (la expresión que se utilizaba entonces para describir a
quien era incapaz de dejar de tararear una melodía durante largo tiempo).
"El paso del pollo" era en 1939 la más “aguitarrada” de las melodías.
Luego, en los años de romance entre el líder del conjunto José Goles, y la
estrella de la tonada chilena Ester Soré, en plan irónico la prensa otorgaría a
Goles el título de "el pobre pollo de Ester Soré". En su madurez, el
líder del grupo se arrepentiría de haber escrito la canción argumentando que
sólo había sido "un pecado de juventud".
Giras, teatros y grabaciones
La misma prensa definía a Los Estudiantes Rítmicos en
1944 como "lo mejorcito que hay en jazz", refiriéndose al repertorio
de abundantes foxtrots que tuvieron en su repertorio: "Así es el
amor" (1944), "Evocación" (1944), "Sureña linda"
(1945), "Encantadora" (1945) o "Póngale no más" (1945).
Fueron los años de las giras nacionales que llevaron a los Rítmicos a ser
aplaudidos en ciudades que sólo conocían sus éxitos a través del disco y la
radio. Tocaban "El pobre pollo", el pasodoble español "El
sombrero", o el corrido "La bomba va", que era ejecutado con el "botellófono"
(set de botellas con cantidades variables de agua en el interior y
perfectamente afinado). En sus shows incluían disfraces femeninos, vistosos
sombreros, permanentes chistes y ridículos bailes. El conjunto era
espectacular.
En Santiago, Los Estudiantes Rítmicos incendiaban las
noches tropicales del Lucerna, en plena Ahumada, con la gracia de su cantante
Óscar Castillo. En 1945 subieron al escenario del Teatro Caupolicán recibidos
multitudinariamente al cierre de su segunda gira nacional y compartieron el
número con lo más granado de la música popular del momento: Los Provincianos,
el Dúo Rey-Silva, Las Hermanas Loyola, Ester Soré, Meche Videla, Los Queretanos
y las orquestas de Bernardo Lacasia y Fernando Lecaros. Poco después debutaban
con una formación de diez músicos universitarios en el Teatro Municipal. En
1950 ficharon en radio Minería tras grabar canciones como "Alegres
estudiantes" (marcha de Nicanor Molinare), "Paloma torcaza"
(corrido de Jacobo Delavuelta), "Jugando al patín" (vals de José
Goles), "Aladino" (samba de José Goles) y "El pícaro
sultán" (pieza de dos nuevos músicos del grupo, Daslav Roic en bizernica y
Guillermo Kunkar en brach).
En 1957, Goles, conocido por el medio como el "casi
ingeniero" (debido a su retiro de la facultad a sólo un año de su
titulación), decide suspender el avance del grupo para dedicarse a labores
académicas. Para entonces, de estudiantes, los Rítmicos originales sólo tenían
el nombre. Ese año entró en receso por una década completa, salvo por la grabación
del álbum de Margot Loyola Casa de canto (1966), en el que una facción del
grupo tocó en los cuplés "La alondra" y "Azafata de la
reina". Al iniciarse el paréntesis musical, Goles gana en 1960 la primera
versión del Festival de Viña del Mar con la canción "Viña del Mar"
mientras que los mandolinistas Julio Escobar, Luis Guerrero y Emilio Rivera
logran autonomía de vuelo y se convierten en el grupo Los Maestrísimos.
10 Las hojas de mi selva - Ospina y Martínez
(02:55)
11 Piedad - Alcides Briceño y Héctor de
Lara (02:33)
12 El puente del amor - Martínez -
Ledesma (03:01)
EL ROSAL
ALMA DORMIDA
REMORDIMIENTO
‘El Nano’ Rodrigo
Se llamó Hernán Rodríguez, nació en Tumaco en 1907 y
murió en Miami en 1943. Vivió apenas 36 años, era uno de los más importantes
directores de orquesta latinos en Estados Unidos y se le conocía como ‘el Nano’
Rodrigo.
Supe de él hace unos años, en una conferencia dictada por
el musicólogo Egberto Bermúdez, quien ejemplificó su música con una rumba
convertida en éxito internacional por la orquesta de Xavier Cugat, de la que
dijo era compuesta por el “gran músico tumaqueño Nano Rodrigo”. Luego supe que
su memoria era más apreciada en Ecuador que en Colombia, y que el historiador
Alejandro Pro Meneses le dedicó un capítulo en su libro ‘Discografía del
pasillo ecuatoriano’ en el que lo destaca como uno de los músicos más importantes
de su época y se lamenta de que los colombianos no hayamos “enmendado” el
olvido que tenemos con respecto a este pionero tumaqueño.
A su vez, Hernán Restrepo Duque, escribió que el Nano
“interpretó los pasillos ecuatorianos con un son y un gusto que los mismos
figurones con que ese país (Ecuador) dotó al mundo musical americano en los
años 60 –Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Lucho Bowen, Lucho Barrios- no
pudieron superar”. Lo que es un elogio supremo, pues este grupo de cantantes,
entre los que también se destacó otro tumaqueño, Tito Cortés, fueron los
mejores cómplices de los amaneceres portuarios en toda América Latina. En la
cita de Restrepo sólo hay que precisar que Barrios era peruano. Supe, en el
festival del bolero de Riohacha, que la música de estos intérpretes también
arrollaba en México, Cuba y el Caribe, tanto continental como isleño.
Pero no hay que olvidar que Rodrigo era tumaqueño, es
decir, un ciudadano portuario, en una época en que aún quedaba en esa ciudad
del Pacífico Sur algún vestigio de la bonanza del comercio de la tagua, el
llamado “marfil vegetal”, por lo que los tumaqueños estaban relacionados con la
marinería del mundo entero.
Por eso mismo Rodrigo viajó muy joven a Estados Unidos,
donde se labró un prestigio creciente como intérprete, compositor, arreglista y
director de orquesta. Influido por el mundo, fue multifacético: las rancheras y
los huapangos, las bahianas brasileras, los sones y las rumbas cubanas, el
pasillo ecuatoriano y el bolero, las cumbias y los bambucos, los tangos y las
milongas, no le fueron ajenos. Compuso y grabó música en todos estos géneros y
en todos ellos es reconocido.
Cali sabe del Nano, sin ser consciente, por el ‘crooner’
cubano Pepito López, cuyas canciones fueron éxitos en nuestra ciudad en los
años 30 del siglo pasado y aún se escuchan con devoción en los bares de la
vieja guardia. La orquesta en la que el cubano cantaba era la del Nano Rodrigo,
por entonces una de las grandes bandas latinas del ambiente neoyorquino. En esa
orquesta se inició también el sobresaliente músico portorriqueño César
Concepción, cuya orquesta rivalizaría con ‘Machito y sus afrocubanos’ en la
década de 1950.
Pese a su juventud, el Nano fue reconocido como par de
Xavier Cugat, Eddie la Barón, Don Maya, Carlos Molina y José Morand, los
directores caribeños de las grandes bandas latinas que dominaban la escena
musical popular en los Estados Unidos.
Supe por Humberto Corredor que los familiares del Nano
viven en Cali. Ojalá alguno de ellos se acercara a contarnos de este gran
músico del Pacífico con el que la música colombiana está en deuda.
07. José Moriche - BESOS FRIOS - couplet - R. Llurba, M. Romero
08. Alfonso Ortiz Tirado con la estudiantina de los Hermanos Hernandez -
TE QUIERO - bolero - Agustín Lara
09. Margarita Cueto y Carlos Mejía - VENTANITA MORADA - Joaquín Pardavé
10. Eduardo Brito y Sra. - COMO ME BESABAS TU - criolla - J. D. Carón
11. Sarita Herrera y Alejandro Giraldo - AMEMONOS AHORA - pasillo - D. R.
A.
12. Juan Arvizu con dos guitarras - AQUELLOS OJOS VERDES - bolero -
Adolfo Utrera, Nilo Meléndez
13. Lydia Mendoza - CANTA GUITARRA - pasodoble - M. Bolaños, A. Jofré, A.
Ortíz de Villajos
14. Alejandro Giraldo y Miguel Cáceres - BAJO LA FRONDA - pasillo - Sonia
Dimitrowna
15. Federico M. Flores - OJOS VERDES - bambuco yucateco - Belisario de
Jesús García
16. Gemelos colombianos (Sarita Herrera y Alejandro Giraldo) con Emilio
Ortiz y su conjunto de mandolinas y guitarra - NUNCA TE OLVIDO - pasillo -
Cuevas Celli
AMEMONOS AHORA
COMO ME BESABAS TU
NOCHE DE LAGRIMA
Muchas páginas se han escrito después de la muerte de Hernán
Restrepo Duque, creador del sello PRELUDIO y de su serie LO MAXIMO EN MUSICA
ANTAÑONA. Pero este homenaje al fundador de esta empresa, hemos seleccionado
algunos apartes de esas notas escritas por personas vinculadas al periodismo y
al fabuloso mundo del disco:
“Dotado de una memoria prodigiosa, de una capacidad de
trabajo sin límite, con una mente abierto a todo tipo de música que se
produjera en América en el ámbito de lo folklórico y popular, con amor
insobornable por la música y al mismo tiempo con las condiciones de criterio y
honradez profesional para valorar realmente todas y cada una de las figuras del
cancionero latinoamericano..." CRISTOBAL DIAZ AVALA, revista “La Canción
Popular*. Puerto Rico.
“Hernán nos acompañó durante mucho tiempo siempre con sus
comentarios atinados, era la biblia de la música popular. Cuando había una
discusión sobre determinada canción, Hernán era la último palabra sobre el
autor, quienes la habían grabado y hacía una breve historio de cada canción...'
ALBERTO VELASQUEZ MARTINEZ, “El Colombiano*, Medellín.
☆☆☆
“Cuando Pedro Vargas estuvo en su casa hace unos 15 años, se
quedó descrestado al encontrar allí copias antiquísimas de sus canciones y
conciertos que ni él mismo sabía que existían../. ADRIANA VEGA, “El
Tiempo", Bogotá.
☆☆☆
“Definitivamente Hernán Restrepo era un todero, hábil y
ameno, en los campos en que incursionó: periodista, locutor, comentarista,
crítico, publicista, escritor, director artístico, conferencista y
extraordinario coleccionista de discos y libros../. OSCAR PELAEZ JARAMILLO. *El
Cancionero del Recuerdo', Medellín.
☆☆☆
"Para mí el concepto sobre Hernán Restrepo se conjuga
en uno solo: Un excelente amigo y como coleccionista lo respetaba
infinitamente, porque la colección que dejó es una de las más grandes que hay
en Colombia../. CARLOS PINTO, coleccionista. "Vanguardia Liberal',
Bucaramanga.
☆☆☆
“Fue el más grande conocedor de la música, no sólo en Colombia,
sino en Latinoamérica y fue, además muy respetado por otros expertos en la
materia../. CARLOS E. SERNA, periodista de "El Colombiano", Medellín.
☆☆☆
"El más grande conocedor de la música popular
latinoamericana, por ser investigador, director de sus compositores cantantes,
arreglistas y todo lo que tenía que ver con el éxito musical../. JUAN DE DIOS
FLOREZ, coleccionista, “Vanguardia Liberal”, Bucaramanga.
☆☆☆
“Fue el precursor de los programas montadiscos, y por su
afición, convertida con el tiempo en pasión, se dio el lujo de tener una gran e
invaluable colección de discos donde reposa buena parte de lo que ha sucedido
en materia discográfica en la historia musical de corte popular../. OFELIA LUZ
DE VILLA, “El Colombiano”, Medellín.
☆☆☆
"Su colección de discos era insuperable, cuando se le
preguntaba en su casa-refugio de saudades -por alguna melodía- extraía de su
discoteca las distintas versiones con que contaba. Y cuando se le requería, aun
buscando “corcharlo” sobre tal o cual autor de determinada letra, respondía con
lujo de detalles, asombrando al interlocutor temerario. Así era Hernán, un
sabio en la materia./. ECOS V COMENTARIOS, periódico “El Colombiano".
NOTA: Con las técnicas de ahora hemos logrado obviar en
parte el ruido que presentan las grabaciones originales. A pesar de ello notarán
algunas deficiencias debidas al estado de las pastas fonográficas prensadas
antiguamente que rogamos excusar en gracia a su valor artístico
-Selección Fonográfica: GUILLERMO LEON HERNANDEZ - OSCAR
OCTAVIO PELAEZ J.
-Temas aportados por: GUILLERMO LEON HERNANDEZ - OVIDIO
RESTREPO - OSCAR PELAEZ JARAMILLO -GUSTAVO YEPES - OSCAR BERRUECOS - LUIS
BERNARDO CASTAÑO - GERARDO ARANGO y de la Discoteca de HERNAN RESTREPO DUQUE