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viernes, 17 de enero de 2020

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA Vol - 9 .Varios



01. Luis Valente y Miguel Cáceres - ROSAS DE OTOÑO - G. Barbieri, J. Rial
02. Dueto Angelino - PROMESA - Manuel S. Acuña
03. Víctor Manuel Acosta y su Conjunto - LA MALDICION - Luis V. López S.
04. Conjunto América - OPTIMISMO - Abel de J. Salazar
05. Dúo Bayardo, Palacios - PALOMA - L. Bayardo, A. Palacios
06. Uquillas y Pérez con conjunto de Juan Abarca - ORACION GAUCHA - Dominio Público
07. Juan Rodríguez - EL PONCHO DE MI PADRE - Luis Acosta García
08. Las Dos Marías - MIS FLORES NEGRAS - Julio Florez
09. Quinteto Yucatán - VENENOSA - E. Valton
10. Luis Valente y Miguel Cáceres - DE HINOJOS - Maquillón Orellana, N. Safadi
11. Ospina y Martínez - ACUERDATE DE MI - A, Farina, G. Benítez
12. Alcides Briceño y Jorge Añez - IMPOSIBLE - Dominio Público



LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA Vol 9



EL PONCHO DE MI PADRE



VENENOSA


Otra vez la gran familia de la música ANTAÑONA nos facilita la entrada a los recuerdos y nos permite vivir la emoción de antiguas canciones que, prisioneras en antiguos estantes discográficos, pueden finalmente evitar sus emociones.

De nuevo el grato reencuentro con Luis Valente y Miguel Cáceres, trovadores de íntegra raigambre popular, controvertidos, legendarios en dos temas que están ligados a la tradición sureña. El uno, "Rosas de Otoño" que nos remonta a Gardel, el otro, "De Hinojos", a los tiempos de gloria del "Dueto Ecuador" de Ibáñez-Safadi que nuestro amigo Carlos Romero Rodas va a recordar intensamente.

Lito Bayardo, en sus cuarteles de invierno glorioso, en el Buenos Aires añorado y querido, se asombrará sin duda de esta resurrección de un dueto que ya es historia, el de Bayardo y Palacios. Uquillas y Pérez nos reintegra en un Medellín romántico que ni se enteró de quiénes eran, uno, de los fabulosos Riobambeños, y aquel notable Alfredo Pérez a quien mataron de un puño en Bello después de una limpia trayectoria en el criollismo.

Sabemos muy poco de Juan Rodríguez. Que fue payador, nos dicen, y en todo caso tuvo algún momento brillante en el Río de la Plata. Su intervención con "El Poncho de mi Padre" acredita además a un auténtico payador, su autor, Luis Acosta García el tío de Los Visconti. Víctor Acosta nos llegaba de Chile. De buenos aires el conjunto América, de México las inolvidables Marías que evocaban las noches ardiente de si y farol la Mérida cancionera y donde seguramente llegaba también, sin que sepamos nada sobre ellos, hasta ahora, el Quinteto Yucatán. Y de la región fronteriza de México y los Estados Unidos un incógnito Dueto Angelino que hacía tanguerías importantes con Manuel S. Acuña.

Y están de nuevo, en plenitud, Jorge Añez y Alcides Briceño y Manuel Ospina y Samuel Martínez son el emblema de un Medellín enamorado que lo consagró como sus ídolos cumbres en aquellos lejanos 40.

Cosas románticas. Cancioncitas lindas que sonaban en los tocadiscos viejos como fondo de borracheras en las veredas antañonas. Matrices antiguas de discos a 78 r.p.m. que al rescatar tal vez sin la técnica precisa para que luzcan a plenitud en los nuevos aparatos, sobreviven sin embargo por la honda emoción que las mantienen vigentes.

Hernán Restrepo Duque



Parque de Berrío Pastor Restrepo 1883 bpp


jueves, 25 de junio de 2015

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA -Vol. 8/30 -Varios

Parque de Berrío, 7 de Julio de 1975

Autor: Gabriel Carvajal Pérez

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina


01. Ramón Carrasco y su Grupo - TORTURA
02. Lorenzo Herrera con la Orquesta de Manuel Briceño - TU AMOR FUE UNA ILUSION
03. Fierro y Zambrano - DESPECHO
04. Luis Valente y Miguel Cáceres - CASAS VIEJAS
05. Lydia Mendoza con los Montañeses del Alamo - LLANTO PERDIDO
06. Pepe Gutiérrez y Marita con los Charros de Atotonilco - LO VES MUJER
07. Agustín Cornejo y Miguel Cáceres - TENGO CELOS
08. Ospina y Peláez - ME ENGAÑASTE
09. Velásquez y Pichardo - EL ROSAL
10. Alcides Briceño y Jorge Añez - YO SERE TU AVE NEGRA
11. Fierro y Zambrano - INFAME

12. Rubén y Plutarco Uquillas (Los Riobambeños) - GENIO ALEGRE





TU AMOR FUE UNA ILUSION


CASAS VIEJAS


EL ROSAL


Lorenzo Herrera

El 2 de agosto de 1896 nació en Santa Rosalía, Caracas, Lorenzo Herrera (padre), recordado como uno de los más grandes cantantes y compositores venezolanos de la primera mitad del siglo XX.

En 1923 su familia se traslada a Nueva York en busca de nuevas oportunidades para su talento musical. Aunque sus comienzos fueron difíciles, teniendo que trabajar como zapatero, pronto consiguió un contrato con los sellos más renombrados del momento, como RCA Victor y Columbia Records, entre otros. Fue aquí donde compuso la mayoría de sus canciones más populares, incluido el pasodoble 'La sultana del Ávila'


En 1935 participa en el film 'Joropo', dirigido por Horacio Cabrera Sifontes y seguidamente regresa a Venezuela donde continúa su carrera musical siendo pionero del bolero en el país gracias a sus emisiones radiofónicas. Llevó la música venezolana más allá de sus fronteras, dando conciertos en Canadá, Estados Unidos, Colombia, Argentina entre otros países. Una de sus composiciones más famosas es el merengue 'Compae Pancho', aunque en la mayoría de los discos aparece como 'Compadre Pancho' o 'Compay Pancho'. Es uno de los primeros temas típicos de música venezolana y ha sido utilizado como punto de partida en la enseñanza de la ejecución del 'cuatro' venezolano.

Compuso más de 500 canciones, muchas de las cuales fueron grandes éxitos en su época, aunque hoy hayan sido olvidados. En sus letras plasmaba toda la gracia y humor del verdadero sentir de su pueblo junto al romanticismo de sus valses que conservaban aún los matices sentimentales de principios del siglo XX. Con el merengue criollo su cantar ponía la gracia del refrán de moda en su Caracas y con el joropo soltaba las voces de su llano.
Entre sus temas más conocidos se encuentran: 'Luisa', 'Josefina', 'Rosalinda', 'El bachaco', 'El coletón', 'Mi rancho', 'Compae Pancho', 'La mula rucia', 'Canta ruiseñor', 'El primer amor', 'Chupa tu mamey', 'Ya no sufras corazón', 'Vente pa´cá mi negra', 'Caminito del llano adentro' y 'El petróleo' (1941), entre muchas otras. Lorenzo Herrera murió en 1960 a los 64 años.

Fuente: efemeridesdelamusica

viernes, 5 de junio de 2015

LO MÁXIMO DE LA MÚSICA ANTAÑONA -Vol 7/30


Incendio del Edificio Gutiérrez en el costado norte del Parque de Berrío en 1959

Autor: Gabriel Carvajal Pérez.


© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.

01. - CAMINITO - Coria Peñaloza, J. de Dios Filiberto - ALCIDES BRICEÑO Y JORGE AÑEZ
02. - NO TE VAYAS GOLONDRINA - A. Magaldi, E. Magaldi - LUPE POSADA Y LUIS VALENTE (EL PAYADOR ARGENTINO)
03. - AL MORIR - Arr. Libardo Parra Toro - PERONET Y RIOS
04. - LA LIMOSNA - H. Basterra, J. Guichandut - ANTONIO TORMO
05. - LA PORTEÑA - Dominio Público - VALENTE Y CÁCERES
06. - IRRESPONSABLE -Dominio Público  - TRÍO AÑORANZAS
07. - MUJER MALDITA - Luis Valente  - LUIS VALENTE
08. - NO ME ABANDONES - Manuel S. Acuña  - LYDIA MENDOZA con Los Parachicos
09. - ILUSION PERDIDA - Espitia y Cardona - PERONET Y RÍOS
10. - LA ARREPENTIDA - Luis Valente - VALENTE Y CÁCERES
11. - MONTAÑITA - Luis A. Osorio - PORFIRIO DÍAZ con Luis Aranguiz .
12. - CUANTAS VECES - Esmaragdo Díaz - PERLA VIOLETA AMADO Y JORGE ESCUDERO




LA LIMOSNA


MONTAÑITA


NO ME ABANDONES


Ahora puede saltar desde empolvados anaqueles donde sonaban sonidos imperiosos para incorporarse al mundo sentimental, estas viejas grabaciones que la sabiduría de las leyes colombianas libera y permite revivir porque tienen más de 30 años de vida y fueron realizadas inicialmente para los antiguos discos a 78 r.p.m.

La meta de LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA quiere ante todo cumplir este propósito cultural y sentimental. Recuperar para el oído de las nuevas generaciones y de aquellas personas felizmente atadas a los recuerdos de tiempos idos, discos que ayer fueron célebres en emisoras y en victrolas, en el ambiente enamorado de la vieja fondas, en la reunión familiar, cordial y linda.

Y así es como hallaremos una curiosísimo a versión del tango "Caminito" realizada por ese dueto histórico que conformaron Alcides Briceño y Jorge Añez.

Briceño y Añez grabaron todos los éxitos del momento en América, a su manera, con acento sentimental que en este caso resulta especialmente dulce y delicado. Es una histórica grabación prácticamente desconocida entre nosotros hasta su recuperación por parte del coleccionista Héctor Pablo Gastalum Martínez de Los Ángeles, California.
El inquietante Luis Valente como vocalista de ese curioso grupo que se denominaba La Posada y El Payador Argentino y que grababa al estilo de Irusta, Fugazot y Demare nos devuelve una emocionante página de Magaldi y canta también con Miguel Cáceres y con acompañamiento de guitarras.

Un dueto que hizo históricas grabaciones en Medellín por allá por la década del 40, Juan Ernesto Peronet (peruano) y Antonio Ríos (colombiano), nos evoca dos páginas integradas desde entonces al cancionero popular. Ellos grababan en Medellín y el Cholito Gómez y Jorge Valle acompañaban a la guitarra.

De sus mejores tiempos pero quizá un poco antes de aquel "Rancho e la Cambicha" que lo hizo ídolo, regresar Tormo en la versión inicial que hiciera de "La Limosna" una de sus mejores creaciones que por primera vez aparece en LP.

Escucharemos al Trío Añoranzas, famoso por sus acompañamientos a Pepe Aguirre. Lydia Mendoza, de popularidad arrolladora nos deja oír una de sus más famosa creaciones, "No Me Abandones" pero en versión distinta a la publicada y celebrada entre nosotros pues tiene acompañamiento orquestal.

Vuelve por fin el celebrado tema "Montañita", grabado en Chile por la orquesta de Porfirio Díaz por mandato de productores colombianos. Es original de Luis Alberto Osorio, inolvidable compositor opita fallecido hace poco tiempo y tuvo momentos de inmensa popularidad. Y volvemos a gozar la exquisitez del dueto que conformaron eventualmente en Nueva York Perla Violeta Amado y Jorge Escudero.

Seguiremos pues poniendo muy en tal la calidad de esta música antañona, rogando eso sí que tengan en cuenta las condiciones bien precarias como fueron realizados estos fonogramas que extractamos de una colección que alguna vez tenía que regresar al pueblo para su goce y emoción. Y gracias a la colaboración que nos prestan coleccionistas como Gustavo Escobar Vélez, Camilo Álvarez, Jesús Arboleda, Israel Álvarez y otros a quienes estamos agradeciendo públicamente.

Hernán Restrepo Duque

domingo, 10 de mayo de 2015

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA -Vol.6/30

El imponente y armonioso costado norte del Parque de Berrío con sus edificios Olano, Hernández, Gutierrez y Echavarría en 1932.

Autor: Francisco Mejía.

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América.


01. Cuarteto Don Pablo con canto por Pablo Baquero - EL TAPICHE
02. Peronet e Izurieta - TE QUIERO TANTO
03. Los Romanceros del Cauca - HIJOS SON PADRES
04. Montes y San Miguel - EN LA SERRANIA
05. Los Cerrillanos - AMOR IMPOSIBLE
06. Ospina y Peláez - ME DESPRECIAS
07. Víctor Acosta (canto) y su Conjunto - ADIOS MI ENCANTO
08. Briceño y Añez - TRIPLECITO DE MI VIDA
09. Los Madrugadores - SUEÑOS DE ORO
10. Canta Trío Tamasi, Hoyos, Moreno - POR TU GRACIA
11. Cornejo y Cáceres - VUELVE

12. Grupo de Ramón Carrasco - CANCION DEL DOLOR




SUEÑOS DE ORO


VUELVE


EL TRAPICHE



Los Madrugadores.

Los Madrugadores fue el número uno en el grupo de música mexicano-estadounidense en la década de 1930. Fueron las primeras grandes estrellas de la música Mexicanoamericana y personalidades de la radio famosa en el sur de California y el suroeste. Su formación contó con el carismático Pedro J. González: revolucionario renuente, músico, compositor, líder de la banda, estrella de la radio, activista social, y convicto.

"Durante la Gran Depresión de la década de 1930, Los Madrugadores  se convirtieron en el grupo más popular en el campo de la música mexicana-estadounidense. Su fama se extendió primero por todos Los Ángeles y el sur de California a través de sus programas de radio diarios y luego en todo el suroeste a través de las ventas de discos y las rockolas. Los Madrugadores fueron las primeras estrellas de la música mexicana-americana, sólo comparable a La Alondra de la Frontera, Lydia Mendoza, quien comenzó su carrera casi al mismo tiempo en Texas.

La historia de Los Madrugadores comenzó a finales de 1920 cuando la fascinante personalidad Pedro J. González empezó a organizar grupos musicales en Los Ángeles y comenzó emisiones de radio diarias regulares. Pronto se convirtió en un activista abiertamente en contra de la deportación masiva injusta de los mexicano-americanos durante la Depresión, capturado, enviado a la penitenciaría y eventualmente deportado. Los Madrugadores embargo continuó sin él hasta bien entrada la década de 1940”.

notas de Chris Strachwitz y Zac Salem

Esta es una de las primeras grabaciones históricas de Pedro J. González y Los Madrugadores. Su inmensa popularidad creció de programas de radio diarios en la madrugada a los marginados de la clase trabajadora comunidades mexicano-estadounidense de Los Ángeles, y la exposición jukebox y récord de ventas en las comunidades de trabajadores agrícolas de todo era de la Depresión del sur de California. De armonías vocales sonoras brillantes arpegiada manifiesta la guitarra de cuerdas de acero La música y, cubriendo una amplia gama de populares y contemporáneas canciones y corridos mexicanos, junto con composiciones originales González.

Pero esto es más que música agradable. González utilizó su talento para agitar por la justicia social para los hablantes de español en el suroeste, previsiblemente entrar en conflicto con la autoridad blanca. En 1934, en plena carrera, fue encarcelado por cargos inventados que trajeron seis años de prisión, lo que provocó Los Madrugadores de responder con 'Corrido de Pedro J. González.

Deportado a México en 1940, González volvió a su personalidad de radio en Tijuana, difusión a través de la frontera durante los próximos treinta años.... Investigación y documentales exhaustivas fotos del álbum, sellos Arhoolie, resonantes talentos musicales lugar de González en el contexto político antagónico de su génesis culturales, por lo que este título atentamente restaurado una adición esencial a la discografía y la historia social mexicano-americano”.

Michael Stone – Rootsworld

martes, 14 de abril de 2015

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA -Vol.3

Costado norte del Parque de Berrío en 1922.  Edificio Olano, Edificio Hernández, Edificio Gutiérrez, Edificio Echavarría y Edificio Constaín.

Autor: Manuel Lalinde.

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América.


01 El sauce - Ramón carrasco (02:46)
02 No me recuerdes - Alcides Briceño y Héctor de Lara (03:03)
03 Medallita - Ospina y Martínez (03:09)
04 El Boulevard de la desilusión - Los estudiantes Rítmicos - canta Oscar Castillo (02:44)
05 Atardecer - Valente y Cáceres (03:15)
06 Jalisco Nunca pierde - Lorenzo Barcelata y su trio Calaveras (03:03)
07 Chacha Chachita - Los trovadores Tamaulipecos (02:50)
08 La ley de la compensación - Los Trovadores del Cuyo (02:37)
09 Son cosas de la vida - José Bohr y Carlos Molina (02:32)
10 Serrana - Ospina y Martínez (02:32)
11 Coplas del rancho grande - Los Porteños (02:33)

12 Rio que pasas llorando - Briceño y Añez (02:42)





EL BOULEVARD DE LA DESILUSION


SON COSAS DE LA VIDA


EL SAUCE

Los Estudiantes Rítmicos

La fuerza estudiantil tuvo desde la década de 1920 una categoría distinta en la sociedad. Los jóvenes eran vistos como una energía nueva, colorida, romántica y rebelde, que representaba los cambios y señalaba dónde estaban las vanguardias en las artes. En la música ocurrió de la misma manera: Mientras en 1937 en la Universidad Católica despuntaba el más famoso de los cuartetos vocales de folclor mediatizado, Los Huasos Quincheros, desde la Universidad de Chile aparecería en 1939 uno de los primeros experimentos de música pop de la historia. Una agrupación que respondió al nombre de Los Estudiantes Rítmicos, con repertorio abierto de boleros, valses, corridos, polkas y foxtrots y todo tipo de expresiones musicales de impacto. Su espíritu fundamental estuvo en la asociación de ambos conceptos: energía juvenil y ritmo popular.

Convocados y dirigidos por el joven compositor y estudiante de ingeniería civil José Goles (n. 1917), la agrupación rescataba la tradición de las estudiantinas de fines del siglo XIX (con bandurrias, mandolinas y guitarras), pero además integraba instrumental de orquesta característica como el piano, el acordeón y el violín. Un efecto sonoro que le dio a los Rítmicos un caracter muy moderno en sus 35 años de vida activa (sólo interrumpida entre 1957 y 1968). Principalmente en el primer período, el conjunto llegó a convertirse en la máxima atracción de las nuevas audiencias radiales, con giras multitudinarias, centenares de grabaciones para RCA Victor, volumen de ventas en Latinoamérica, gran figuración mediática y una canción que sobrepasaría los límites del tiempo para entrar en el cancionero popular histórico: "El paso del pollo", el primer foxtrot chileno de que se tenga memoria.


José Goles pertenecía a una familia de inmigrantes yugoslavos que se instalaron en Antofagasta en los comienzos de 1900. Él y su hermano Ivo Goles (n. 1919) tuvieron una niñez musical, ya que vivían entre los pasillos y salones del hotel que sus padres regentaban en el puerto nortino y al que arribaban todas las compañías europeas de ópera, ballet y teatro. La música estaba presente 24 horas por día. Se adiestraban en el piano clásico y aprendían además las claves de los instrumentos folclóricos de su madre patria: el brach o la bizernica eslavos. Cuando los hermanos José e Ivo viajaron a Santiago para estudiar en la Universidad de Chile traían estos sonidos bien adheridos. Y los incorporaron a su primera y única agrupación de música popular: Los Estudiantes Rítmicos.

Entre los carnavales universitarios de fines de los años '30, José Goles era un personaje reconocido en todas las facultades de las carreras "duras". También entre las carreras "blandas". Organizaba a los alumnos y producía fiestas universitarias, carros alegóricos y semanas mechonas. Así convocó a un grupo de amigos para integrar la Orquesta Sincrónica, agrupación de choque con la bandera de las ingenierías, que reaccionó rápido ante el Coro Afónico creado por las pedagogías. Era 1938, José Goles tenía 20 años y encabezaba las veladas bufas del circo universitario con su sui generis orquesta. En 1939 la humorada universitaria se convirtió en la primera formación de Los Estudiantes Rítmicos, el grupo que desde el interior de Beaucheff y sin ponderar su impacto en el futuro cercano, saldría a la plaza pública, a las radios, a las revistas y a los escenarios de todo Chile.

Llega el pollo desdichado
La versión 1939, una de las más famosas, fue un septeto con fuerte presencia de músicos aficionados de origen yugoslavo. Estaban los dos Goles, José (piano y acordeón) e Ivo (brach). Además, Jorge Razmilic (bizernica), tal como Ivo, estudiante de construcción civil. Y los descendientes de italianos, de ingeniería civil y pedagogía, Jorge Corradi (guitarra), Enrique Colsani (violín y mandolina) y Nicolás Ferraro (bajófono). Este instrumento marcó cierta línea de acción de unos Estudiantes Rítmicos siempre abiertos a experimentar con humor. El bajófono era un sustituto del contrabajo, un producto de lutería amateur que causaba gracia entre el primer público estudiantil del conjunto.

El séptimo hombre fue el estudiante de medicina Oscar Castillo, la primera marca vocal del conjunto. Un solista de timbre cálido y vibrato muy especial, que destacó entre una época de grandes cantantes populares (Arturo Gatica, Armando Bonansco, Hilda Sour) y que llegó a ser tentado para incorporarse a una orquesta característica bonaerense, oferta que Castillo rechazó. De su autoría aparecen piezas del repertorio clásico de Los Estudiantes Rítmicos: el vals "Lunita" o el baión "Solo solito".

En 1939, durante un ensayo en la casa de calle Ejército donde funcionaban los Rítmicos como base de operaciones, se produjo el milagro: José Goles cebaba un mate. Se separó momentáneamente del ensayo grupal para ir a la cocina y recargar su amargo. Cuando volvió tenía las líneas precisas de un éxito pop que terminó llamándose "El paso del pollo" (pero que el gran público conoció como "El pobre pollo"). Era un foxtrot simple, directo y saltarín, obtenido de ritmos ragtime norteamericanos como "Tiger rag" ("El paso del tigre"), melodía popularizada inicialmente por el famoso trompetista de Nueva Orleáns, Louis Armstrong ("y el pobre pollo enamorado / llora su pena desengañado / de la gallina Francolina / que puso un huevo en la cocina" […] ). Un hit que presentaron masivamente por primera vez a través de la señal de radio del Pacífico, contratados por Donato Román Heitman, junto con el exitoso vals de Ivo Goles, "Volando voy", que llegó a vender 200 mil copias en la región.

El escritor José Miguel Varas, testigo presencial del momento más exitoso del conjunto estudiantil, recuerda en sus textos el impacto nacional producido por la grabación de "El paso del pollo", como una absoluta saturación sonora del espacio: "[…] melodías y canciones que las radios tocaban varias veces al día y que se escuchaban y tarareaban incasablemente durante semanas y meses hasta tener al país entero 'aguitarrado'", (la expresión que se utilizaba entonces para describir a quien era incapaz de dejar de tararear una melodía durante largo tiempo). "El paso del pollo" era en 1939 la más “aguitarrada” de las melodías. Luego, en los años de romance entre el líder del conjunto José Goles, y la estrella de la tonada chilena Ester Soré, en plan irónico la prensa otorgaría a Goles el título de "el pobre pollo de Ester Soré". En su madurez, el líder del grupo se arrepentiría de haber escrito la canción argumentando que sólo había sido "un pecado de juventud".

Giras, teatros y grabaciones
La misma prensa definía a Los Estudiantes Rítmicos en 1944 como "lo mejorcito que hay en jazz", refiriéndose al repertorio de abundantes foxtrots que tuvieron en su repertorio: "Así es el amor" (1944), "Evocación" (1944), "Sureña linda" (1945), "Encantadora" (1945) o "Póngale no más" (1945). Fueron los años de las giras nacionales que llevaron a los Rítmicos a ser aplaudidos en ciudades que sólo conocían sus éxitos a través del disco y la radio. Tocaban "El pobre pollo", el pasodoble español "El sombrero", o el corrido "La bomba va", que era ejecutado con el "botellófono" (set de botellas con cantidades variables de agua en el interior y perfectamente afinado). En sus shows incluían disfraces femeninos, vistosos sombreros, permanentes chistes y ridículos bailes. El conjunto era espectacular.

En Santiago, Los Estudiantes Rítmicos incendiaban las noches tropicales del Lucerna, en plena Ahumada, con la gracia de su cantante Óscar Castillo. En 1945 subieron al escenario del Teatro Caupolicán recibidos multitudinariamente al cierre de su segunda gira nacional y compartieron el número con lo más granado de la música popular del momento: Los Provincianos, el Dúo Rey-Silva, Las Hermanas Loyola, Ester Soré, Meche Videla, Los Queretanos y las orquestas de Bernardo Lacasia y Fernando Lecaros. Poco después debutaban con una formación de diez músicos universitarios en el Teatro Municipal. En 1950 ficharon en radio Minería tras grabar canciones como "Alegres estudiantes" (marcha de Nicanor Molinare), "Paloma torcaza" (corrido de Jacobo Delavuelta), "Jugando al patín" (vals de José Goles), "Aladino" (samba de José Goles) y "El pícaro sultán" (pieza de dos nuevos músicos del grupo, Daslav Roic en bizernica y Guillermo Kunkar en brach).

En 1957, Goles, conocido por el medio como el "casi ingeniero" (debido a su retiro de la facultad a sólo un año de su titulación), decide suspender el avance del grupo para dedicarse a labores académicas. Para entonces, de estudiantes, los Rítmicos originales sólo tenían el nombre. Ese año entró en receso por una década completa, salvo por la grabación del álbum de Margot Loyola Casa de canto (1966), en el que una facción del grupo tocó en los cuplés "La alondra" y "Azafata de la reina". Al iniciarse el paréntesis musical, Goles gana en 1960 la primera versión del Festival de Viña del Mar con la canción "Viña del Mar" mientras que los mandolinistas Julio Escobar, Luis Guerrero y Emilio Rivera logran autonomía de vuelo y se convierten en el grupo Los Maestrísimos.
Fuente
musicapopular.cl

domingo, 15 de marzo de 2015

LO MÁXIMO DE LA MÚSICA ANTAÑONA Vol.2/30

Procesión religiosa se dirige desde la Catedral en la Plaza Mayor hasta la Iglesia de la Veracruz por la calle Boyacá ,en la década de 1880

Autor: Rafael Mesa

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.


01 Alma dormida - Perla Violeta Amado y Adolfo Utrera (03:08)
02 Amor y dolor - Ospina y Martínez (03:23)
03 Yo jamás he querido todavía - Cuarteto Don Pablo (02:42)
04 Pesimismo - Valente y Cáceres (03:11)
05 El ciego músico - Alcides Briceño y Héctor de Lara (02:47)
06 La cama vacía - Gregorio Ayala (03:02)
07 Remordimiento - Alcides Briceño y Héctor de Lara (02:56)
08 Palomita Traicionera - Rubén y Plutarco Uquillas (Los Riobambeños) (03:01)
09 El Rosal - Nano Rodrigo - Emilio Ortiz (02:57)
10 Las hojas de mi selva - Ospina y Martínez (02:55)
11 Piedad - Alcides Briceño y Héctor de Lara (02:33)
12 El puente del amor - Martínez - Ledesma (03:01)





EL ROSAL


ALMA DORMIDA


REMORDIMIENTO

‘El Nano’ Rodrigo

Se llamó Hernán Rodríguez, nació en Tumaco en 1907 y murió en Miami en 1943. Vivió apenas 36 años, era uno de los más importantes directores de orquesta latinos en Estados Unidos y se le conocía como ‘el Nano’ Rodrigo.


Supe de él hace unos años, en una conferencia dictada por el musicólogo Egberto Bermúdez, quien ejemplificó su música con una rumba convertida en éxito internacional por la orquesta de Xavier Cugat, de la que dijo era compuesta por el “gran músico tumaqueño Nano Rodrigo”. Luego supe que su memoria era más apreciada en Ecuador que en Colombia, y que el historiador Alejandro Pro Meneses le dedicó un capítulo en su libro ‘Discografía del pasillo ecuatoriano’ en el que lo destaca como uno de los músicos más importantes de su época y se lamenta de que los colombianos no hayamos “enmendado” el olvido que tenemos con respecto a este pionero tumaqueño.

A su vez, Hernán Restrepo Duque, escribió que el Nano “interpretó los pasillos ecuatorianos con un son y un gusto que los mismos figurones con que ese país (Ecuador) dotó al mundo musical americano en los años 60 –Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas, Lucho Bowen, Lucho Barrios- no pudieron superar”. Lo que es un elogio supremo, pues este grupo de cantantes, entre los que también se destacó otro tumaqueño, Tito Cortés, fueron los mejores cómplices de los amaneceres portuarios en toda América Latina. En la cita de Restrepo sólo hay que precisar que Barrios era peruano. Supe, en el festival del bolero de Riohacha, que la música de estos intérpretes también arrollaba en México, Cuba y el Caribe, tanto continental como isleño.

Pero no hay que olvidar que Rodrigo era tumaqueño, es decir, un ciudadano portuario, en una época en que aún quedaba en esa ciudad del Pacífico Sur algún vestigio de la bonanza del comercio de la tagua, el llamado “marfil vegetal”, por lo que los tumaqueños estaban relacionados con la marinería del mundo entero.

Por eso mismo Rodrigo viajó muy joven a Estados Unidos, donde se labró un prestigio creciente como intérprete, compositor, arreglista y director de orquesta. Influido por el mundo, fue multifacético: las rancheras y los huapangos, las bahianas brasileras, los sones y las rumbas cubanas, el pasillo ecuatoriano y el bolero, las cumbias y los bambucos, los tangos y las milongas, no le fueron ajenos. Compuso y grabó música en todos estos géneros y en todos ellos es reconocido.

Cali sabe del Nano, sin ser consciente, por el ‘crooner’ cubano Pepito López, cuyas canciones fueron éxitos en nuestra ciudad en los años 30 del siglo pasado y aún se escuchan con devoción en los bares de la vieja guardia. La orquesta en la que el cubano cantaba era la del Nano Rodrigo, por entonces una de las grandes bandas latinas del ambiente neoyorquino. En esa orquesta se inició también el sobresaliente músico portorriqueño César Concepción, cuya orquesta rivalizaría con ‘Machito y sus afrocubanos’ en la década de 1950.

Pese a su juventud, el Nano fue reconocido como par de Xavier Cugat, Eddie la Barón, Don Maya, Carlos Molina y José Morand, los directores caribeños de las grandes bandas latinas que dominaban la escena musical popular en los Estados Unidos.

Supe por Humberto Corredor que los familiares del Nano viven en Cali. Ojalá alguno de ellos se acercara a contarnos de este gran músico del Pacífico con el que la música colombiana está en deuda.

German-patino - Julio 17 de 2011 – El Pais.com

martes, 6 de enero de 2015

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA Vol 30 -Varios/Rareza


Parque de Berrío en 190.. Calle Boyaca
-Benjamín de la Calle

-BPPM


01. Juan Arvizu - AY COMPADRE SUFRO MUCHO - canción - Armando Cornejo
02. Margarita Cueto y José Moriche - INVOCACION - barcarola - José Tomás Nieto
03. Guty Cárdenas y Adolfo Utrera - MORENA MIA - canción -
04. Nicasio Safadi y Enrique Ibáñez Mora (Dúo Ecuador) - LA CANCION DEL OLVIDO - pasillo - Cesar Maquilón, O. Nicasio, E. Safadi
05. Juan Pulido - LOS OJAZOS DE MI NEGRA - zamba - Alfredo Perrotti
06. Orquesta Madriguera - NOCHE DE LAGRIMAS - habanera - Cristóbal Ojeda
07. José Moriche - BESOS FRIOS - couplet - R. Llurba, M. Romero
08. Alfonso Ortiz Tirado con la estudiantina de los Hermanos Hernandez - TE QUIERO - bolero - Agustín Lara
09. Margarita Cueto y Carlos Mejía - VENTANITA MORADA - Joaquín Pardavé
10. Eduardo Brito y Sra. - COMO ME BESABAS TU - criolla - J. D. Carón
11. Sarita Herrera y Alejandro Giraldo - AMEMONOS AHORA - pasillo - D. R. A.
12. Juan Arvizu con dos guitarras - AQUELLOS OJOS VERDES - bolero - Adolfo Utrera, Nilo Meléndez
13. Lydia Mendoza - CANTA GUITARRA - pasodoble - M. Bolaños, A. Jofré, A. Ortíz de Villajos
14. Alejandro Giraldo y Miguel Cáceres - BAJO LA FRONDA - pasillo - Sonia Dimitrowna
15. Federico M. Flores - OJOS VERDES - bambuco yucateco - Belisario de Jesús García
16. Gemelos colombianos (Sarita Herrera y Alejandro Giraldo) con Emilio Ortiz y su conjunto de mandolinas y guitarra - NUNCA TE OLVIDO - pasillo - Cuevas Celli



AMEMONOS AHORA


COMO ME BESABAS TU


NOCHE DE LAGRIMA




Muchas páginas se han escrito después de la muerte de Hernán Restrepo Duque, creador del sello PRELUDIO y de su serie LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA. Pero este homenaje al fundador de esta empresa, hemos seleccionado algunos apartes de esas notas escritas por personas vinculadas al periodismo y al fabuloso mundo del disco:

“Dotado de una memoria prodigiosa, de una capacidad de trabajo sin límite, con una mente abierto a todo tipo de música que se produjera en América en el ámbito de lo folklórico y popular, con amor insobornable por la música y al mismo tiempo con las condiciones de criterio y honradez profesional para valorar realmente todas y cada una de las figuras del cancionero latinoamericano..." CRISTOBAL DIAZ AVALA, revista “La Canción Popular*. Puerto Rico.



“Hernán nos acompañó durante mucho tiempo siempre con sus comentarios atinados, era la biblia de la música popular. Cuando había una discusión sobre determinada canción, Hernán era la último palabra sobre el autor, quienes la habían grabado y hacía una breve historio de cada canción...' ALBERTO VELASQUEZ MARTINEZ, “El Colombiano*, Medellín.

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“Cuando Pedro Vargas estuvo en su casa hace unos 15 años, se quedó descrestado al encontrar allí copias antiquísimas de sus canciones y conciertos que ni él mismo sabía que existían../. ADRIANA VEGA, “El Tiempo", Bogotá.

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“Definitivamente Hernán Restrepo era un todero, hábil y ameno, en los campos en que incursionó: periodista, locutor, comentarista, crítico, publicista, escritor, director artístico, conferencista y extraordinario coleccionista de discos y libros../. OSCAR PELAEZ JARAMILLO. *El Cancionero del Recuerdo', Medellín.

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"Para mí el concepto sobre Hernán Restrepo se conjuga en uno solo: Un excelente amigo y como coleccionista lo respetaba infinitamente, porque la colección que dejó es una de las más grandes que hay en Colombia../. CARLOS PINTO, coleccionista. "Vanguardia Liberal', Bucaramanga.
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“Fue el más grande conocedor de la música, no sólo en Colombia, sino en Latinoamérica y fue, además muy respetado por otros expertos en la materia../. CARLOS E. SERNA, periodista de "El Colombiano", Medellín.

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"El más grande conocedor de la música popular latinoamericana, por ser investigador, director de sus compositores cantantes, arreglistas y todo lo que tenía que ver con el éxito musical../. JUAN DE DIOS FLOREZ, coleccionista, “Vanguardia Liberal”, Bucaramanga.

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“Fue el precursor de los programas montadiscos, y por su afición, convertida con el tiempo en pasión, se dio el lujo de tener una gran e invaluable colección de discos donde reposa buena parte de lo que ha sucedido en materia discográfica en la historia musical de corte popular../. OFELIA LUZ DE VILLA, “El Colombiano”, Medellín.

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"Su colección de discos era insuperable, cuando se le preguntaba en su casa-refugio de saudades -por alguna melodía- extraía de su discoteca las distintas versiones con que contaba. Y cuando se le requería, aun buscando “corcharlo” sobre tal o cual autor de determinada letra, respondía con lujo de detalles, asombrando al interlocutor temerario. Así era Hernán, un sabio en la materia./. ECOS V COMENTARIOS, periódico “El Colombiano".

NOTA: Con las técnicas de ahora hemos logrado obviar en parte el ruido que presentan las grabaciones originales. A pesar de ello notarán algunas deficiencias debidas al estado de las pastas fonográficas prensadas antiguamente que rogamos excusar en gracia a su valor artístico


-Selección Fonográfica: GUILLERMO LEON HERNANDEZ - OSCAR OCTAVIO PELAEZ J.
-Temas aportados por: GUILLERMO LEON HERNANDEZ - OVIDIO RESTREPO - OSCAR PELAEZ JARAMILLO -GUSTAVO YEPES - OSCAR BERRUECOS - LUIS BERNARDO CASTAÑO - GERARDO ARANGO y de la Discoteca de HERNAN RESTREPO DUQUE
-Grabación: OVIDIO RESTREPO