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viernes, 23 de enero de 2015

OBDULIO SANCHEZ -La Vieja Guardia en Antioquia



Calle Boyaca entre Palace y Junin. Sin fecha. Costado Iglesia La Candelaria.


LADO:l
ANTIOQUEÑITA - Bambuco
CUANDO EN TUS LABIOS DE ROSA Bambuco
EN LA CAMPIÑA
BESO PERDIDO
CRISTAL DE ENSUEÑO
EN EL TRONCO
MORENITA

LADO: 2
ACUARELA
PUESTA DE SOL
MIS GOLONDRINAS
T RAPICHERO
DE MI ALMA
UNA OSCURA GOLONDRINA

ROZAGANTES Y ALEGRES





ANTIOQUEÑITA


TRAPICHERO


DE MI ALMA

 LA VIEJA GUARDIA EN ANTIOQUIA
OBDULIO SANCHEZ.
Arreglos de: JORGE CAMARGO SPOLIDORE

Con la conquista española vino la guitarra enredada en la soldadesca y aquí, aclimatada en el trópico, engendró el tiple colombiano, de cuatro cuerdas primero, que luego aumentaron hasta llegar a las doce —cuatro grupos— que hoy conocemos; y del tiple y con él fue surgiendo la música toda del interior.

Bambucos, pasillos, danzas…; folclore que con los años y los siglos devino en música popular, y se hizo ciudadano. Eran ya los tiempos en que Santa Fe, pueblo grande encerrado entre callejuelas y rosarios, alimentaba su quehacer artístico con las quejas del Romanticismo Europeo y los cisnes y princesas del modernismo de Darío. Y fueron estas estrofas cortesanas y pulidas, pasadas por el tamiz del páramo, las que se aliaron con los hermosos ritmos heredados del pueblo. Son las épocas y legados del bambuco y pasillo bogotanos, de corte centenarísta y bohemio, con muy definidas características, de elegante factura, y con un inconfundible sabor a esa Bogotá naciente e inquieta, bañada del espíritu de ultramar y evocando sus paisajes y sus propias herencias folcloricas. Acaso haya sido su música —la de Wills, la de Patino, la del "Cabo Polo"— tan clara en influencias literarias, y a la vez tan propia, la mejor creación de cultura del Bogotá de principios del siglo.

En Antioquia, entretanto, el pueblo cantaba guabinas y coplas al son de! cuatro y la bandola. En Medellín, Germán Benítez, Clímaco Vergara, Roberto Mesa, componían pasillos y danzas, y luego bambucos, cuando al finalizar el siglo trajo Pelón del interior la noticia del nuevo ritmo. Música semejante en espíritu a la ya implantada en la capital, —pues, al fin y al cabo, la época y el ambiente eran uno solo en el país, y aún en Hispanoamérica— aunque, sin duda, dotada de una mayor dureza, con un cierto matiz y positivo y altanero. Benítez y Pelón, y Alzate Giraldo, y Jorge Molina, y Eusebio Ochoa, y más tarde Blumen, y los Trespalacios, y Carlos Vieco, componían canciones en que los versos eran tomados de Muñoz Londoño, y Duque BernaL y Abel Fariña, y Tartarín, sin desdeñar el préstamo español de un Villa espesa o del primer Juan Ramón Jiménez. Todo un mensaje entre bucólico y decadente, entre romántico y regional, a veces con las últimas audacias del modernismo, y, en lo musical, con los novedosos acordes y cortes que los nuevos artistas aportaban a su lenguaje melódico.

Música bohemia, en que el motivo campesino era un leiv-motiv complementador, vislumbrando al fondo, música en que la capa española y el chambergo castizo afloraban en el compás rítmico, en altas madrugadas generosas y fugaces, música elegante, representativa, y dueña de su propia tradición; música consciente y satisfecha de su rostro personal, solemne y triste, retrato fiel del espíritu que animaba el mundo artístico de la ciudad. Música, en suma, de extrañas calidades y forma originalísima; y patrimonio musical de una época, que ahora, con nuestro pueblo inundado y estragado del mal gusto musical imperante, debemos retomar, en las partes que hoy nos sean válidas, por el hilo subterráneo de la tradición.

OBDULIO SANCHEZ

Nació en Aguadas, Caldas, con herencia y afición musical en las venas. Llegó a Medellín por el año de 1926, y bien pronto se hizo cantante profesional, formando dueto con Julián Restrepo, a quien Obdulio había conocido en Manizales como cantor de circo trotamundos. Este dueto de Obdulio y Julián, "Los Trovadores", pertenece ya a la leyenda musical de Antioquia y de Colombia; actuó por más de treinta años consecutivos, durante los cuales marcó con su estilo personalísimo el fluir de la canción criolla, fue así, seguramente, el dueto de más larga trayectoria en Colombia, y también, sin lugar a dudas, y con muy escasos duetos a la par, uno de los más grandes en toda la historia de la canción nacional.

Como solista, Obdulio ha sido y es un intérprete extraordinario, aunque no suficientemente conocido. Ya sea como cantor de viejas canciones internacionales, a las que comunica un exquisito y sobrio gusto melódico, o bien como cantor de lo suyo, bambucos y pasillos, que Obdulio bebió en sus mejores fuentes, y que interpreta con todo el sabor que al arte da la autenticidad.

Porque el oficio de bambuquero, como todo verdadero oficio, es noble y sabio, y exige conocimiento y corazón Y del mejor barro de bambuquero es Obdulio Sánchez, intérprete por excelencia de estos aires que ahora entregamos al público.


JORGE CAMARGO SPOLIDORE
Arreglos y Orquestaciones:


Boyacense. Compositor, intérprete, arreglista. Hizo sus primeras armas con su madre, doña Antonieta Spolidore de Camargo, ilustre compositora, en la orquesta familiar que ella dirigía. Es uno de los músicos más capacitados en el panorama actual de nuestra música popular. Como pianista, es acaso, con Oriol Rangel, quien mejor interpreta hoy nuestras melodías. Como arreglista y director, ha cultivado siempre un difícil buen gusto, más allá de cualquier alarde comercialista. Como compositor, son suyas canciones tan aplaudidas como el bambuco "Celos**, "Mi canoa y yo” “Cariñito", etc., y obras instrumentales como el bellísimo "Flor de Café”,  “Misiá Sofía", y ese espléndido estudio de bambuco caucano que es "El Pífano". Ha compuesto también varias obras musicales de estructuras  más compleja, con base en temas folclóricos o populares, así, su laureado “Fantasía sobre motivos colombianos”.

Gran parte de su producción permanece inédita. Si este L. P. recibe el favor del público, aspiramos a divulgar algo de su obra en la segunda entrega de esta serie.

El maestro JESUS ZAPATA dirigió el conjunto musical y las grabaciones,  colaborando además como interprete  en la ejecución de la lira. Es Jesús Zapata músico de reconocida calidad y veteranía; estudioso y capaz como pocos en nuestro medio, ha sido desvelado impulsor, en muchos órdenes, de todo lo concerniente a nuestra música, y a nuestras mejores tradiciones y costumbres musicales.     

PERSONAL MUSICAL
Piano - Gerardo Sansón.
Clarinete - Gabriel Uribe y Efraín Moreno.
Lira - Jesús Zapata—Manuel Ríos
Contrabajo - Arsenio Montes —Jesús Zapata.
Violines - Julián Vieco—Eusebio Ortiz.
Tiple - León Cardona.

sábado, 1 de marzo de 2014

OBDULIO Y JULIAN - Bambucos Inolvidables

El Pedrero 1970. Fotógrafo: Horacio Gil Ochoa
©Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.


EL TRAPICHE (E. Murillo) –
TALAMO DE ROSAS (M. "Blumen") –
LABIOS EMBUSTEROS (J. González) –
HABLAME PASO (Del Folklore)
ADORO NIÑA TUS OJOS (G. del Valle - H. J. Cárdenas) –
EN EL FONDO DE TUS OJOS (J. Uribe García, J. Velasco) –
TU PIEL MORENA (E. Echeverría -E. Cadavid).
LAS MIRLAS (J. M. Trespalacios).




EN EL FONDO DE TUS OJOS


HABLAME PASO


TALAMO DE ROSAS


Tres figuras estelares de da canción de Colombia centralizan este disco. El director y orquestador es el músico santandereano Luis Uribe Bueno, laureado varias veces en concursos musicales de resonancia nacional, innovador y autoridad de jerarquía máxima entre los jóvenes cultivadores de nuestro cancionero.


Luis Uribe Bueno ha formado un grupo típico que impregna dos bambucos de ese sabor añejo, evocador y romántico que debe tener el bambuco colombiano. El sabor que ofrecían las estudiantinas de antaño, pero con toques modernistas que alejan la monotonía y el anacronismo y renuevan el interés que ofrecen nuestros bellos cantos regionales. Violines, flautas, guitarras, tiples y bandolas, se trenzan en un abrazo que reconcilia la tradición con la evolución y que ensalza la belleza congénita del bambuco.

Los vocalistas son Obdulio Sánchez y Julián Restrepo, barítono y tenor de extenso prestigio, famosos como los que más por su tenaz empeño en la conservación de la música autóctona y por esa forma suya tan personal de Interpretar las canciones de la patria respetando su forma primitiva, tal y como lo aprendieron de los autores, pues han vivido junto a los más notables compositores de aires regionales. Ellos fueron quienes estrenaron muchos de los bambucos que hoy son considerados clásicos dentro del cancionero colombiano, y sus voces se identifican con ellos.

Obdulio Sánchez es de Aguadas, departamento de Caldas, Julián Restrepo, de Medellín, capital de Antioquia. Ambos forman un dueto colombiano, sin fronteras, pero especialmente representan una modalidad, un estilo interpretativo, propio del occidente colombiano. Los bambucos escogidos para esta segunda aparición de Obdulio y Julián en discos Long Play SONOLUX, son de estilo tradicional, melodías que han hecho historia y que en todo el mundo son considerados como modelos de la música popular colombiana.

viernes, 18 de enero de 2013

OBDULIO Y JULIAN


Palacio Nacional en 1929
Autor: Jorge Obando C.
© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.

La Música Popular en Antioquia.(16)
                                       Hernán Restrepo Duque.
El segundo, y el primero sobre el cual existen referencias precisas y viene a ser lógicamente el arranque de este estudio, se llamó Pedro León Velásquez y fue conocido con el remoquete de "Santa-marta" pues era nativo de Gaira, ahí cerca a la capital del Magdalena. Fue el resultado de los amores clandestinos con una dama de apellido Franco. Y un sacerdote que intervino en el escándalo depositó al bebé en manos de unos esclavos, quienes al obtener la libertad, tomaron el apellido de sus amos y se trasladaron a Medellín con sus haberes y con el chico, un ser inteligente, superdotado dicen, pero señalado por la injusticia social, no obstante lo cual pudo descollar en el cerrado ambiente medellinita de aquellos tiempos, como artesano, sastre calificado, y además como músico, actor, cantor, a quien llegaban a buscar a su taller para reforzar los coros y a veces hasta el elenco de comprimarios, en calidad de bajo cantante, los empresarios teatrales que se arriesgaban con sus compañías por las montañas antioqueñas.

LOS ARRAYANES
A ORILLAS DEL RIO
TALAMO DE ROSAS
YO SOY AQUEL
 MAÑANA DE PRIMAVERA
LAS MARGARITAS
CANOITA
EL JILGUERO
ATREVIDO
SONRISA LEVE
DAME TUS FLORES
A TRAVES DE LOS AÑOS


CANOITA  


ATREVIDO


DAME TUS FLORES


Nunca antes, nunca después... Obdulio y Julián se levantan como Dueto en forma señera, aislada y dominante en un paisaje de treinta años de tiples, bambucos, pasillos caminos y aldeas de Antioquia, como humanizada Piedra del Peñol, estatuida en la música misma.
Estas doce canciones de Obdulio y Julián las hemos congregado tras la disgregación del Dueto Mágico. Entran a iluminar nuestro catálogo, poco después de haberse apagado la primera voz de Julián Restrepo. Vuelven aquí y a esta hora a recaudar recuerdos añejos, cuando el bambuco nació a su más hondo duelo por la disolución que clausuró treinta y más años de actividad artística de un Dueto que, —en tanta jerarquía—, no volverá a encontrar nuestra canción nunca antes, nunca después...

Qué saldo sombrío, incubrible, deja la extinción del Dueto de Obdulio y Julián?. Cuál su significación?. Eran "lo más excelso que ha tenido la música folklórica colombiana según el Doctor Martín del Corral. Hicieron "comprender y apreciar nuestra canción, dice Jaime Tobón Villegas. Fue la muerte de Julián Restrepo, "la desintegración del último eslabón de la música colombiana, en palabras de Francisco "Pacho Hernández. Y así, como los anteriores, otros tan claros capitanes colombianos en los distintos órdenes de nuestra organización, hicieron el esquema vocal de un dolor nacional.

Con su reverberante pasión, con su alado caudal de canciones, con su cara, corazón y ambición de niño, Julián Restrepo murió en su propio patio de Medellín, el escenario galante, —orquídea en el ojal de un pueblo, frac nocturno y condecoración de estrellas—, de su vida bohemia. Pero dejemos que sea su mismo compañero fraterno, su auténtica "segunda voz, quien haga ahora más anchuroso el recuerdo de Julián, en párrafos tomados de un relato de Obdulio Sánchez a Gabriel Cuartas Franco:
"Vivió en la música, por la música y para la música. Creo que su voz de tenor no volverá a repetirse... Multitud de veces fuimos llamados a realizar extensas correrías artísticas no sólo por el país, sino también por el Ecuador. Pero no había forma con el tenor del Dueto "Obdulio y Julián".

Hace unos once, —o doce?—, años, iniciamos nuestras primeras grabaciones. Fue la época de "Como si Fuera un Niño", "Dulce Amor Mío", "Terrible Instante", "Acuérdate de Mí. Y creo que nuestro primer disco en el mercado fue "Amor Inútil , grabado por la incipiente "Sonolux" de ese entonces en estudios de "La Voz de Medellín" y prensado en las instalaciones de la Compañía en la salida a Robledo... Curiosamente a un par de cuadras de la policlínica en que moriría en lunes de diez de abril, Julián Restrepo y con él, naturalmente, el Dueto más viejo de nuestra historia musical.
Y pienso ahora que el compositor que más nos ha "llegado a Julián y a mí fue Tartarín Moreira. También Carlos Vieco, pero "Tartarín era más "farandulero podríamos decir, más de nuestro ambiente de jolgorio y bohemia.. Con Tartarín se nos fue mucho de nuestra vida. Murió pidiendo le llevaran a Obdulio y Julián, —en ese entonces estábamos en Bogotá—, y su agonía se inició en su revuelto apartamiento de San Félix con "Maturín. Precisamente a sólo pasos del sitio en que un carro cercenó la vida de Julián Restrepo...
Antioquia siempre estuvo en nuestra sangre. Y la llevamos en el trajinado tiple de Julián y en mi guitarra a los oídos dé los colombianos, también a su corazón y a su mente. Y es ya el perfil ilustre del viejo Pelón Santamaría el que llega a mi recuerdo, pues nuestra pasión de repertorio se volcó incesantemente en su obra.

Insistentemente fuimos llamados a lo largo de los dos últimos lustros a grabar en todas las marcas fonográficas nacionales. Pero nunca quisimos abandonar a "Sonolux . Ahí nacimos al mundillo de los discos y ahí dejamos como Dueto, nuestro último bambuco, dejando un total de noventa y seis canciones en sus catálogos. Como detalle curioso pienso ahora que nunca firmamos contrato de exclusividad alguno con la citada marca. Simplemente, éramos sus artistas "exclusivos, sin papeles ni firmas que consideramos siempre innecesarios.
Julián Restrepo, ese poderoso, gigantesco niño que era, ha muerto. Y lo de niño lo corroboró toda su vida, pues quienes estábamos cerca a él teníamos que cuidar de su apariencia, alimentación, vestuario. Nunca, en treinta y cuatro años, le vi preocuparse por sí mismo.
Es fácil imaginarse a nuestros amigos cómo me siento tras este golpe que liquidó a nuestro Dueto. Creo que en estos treinta y cuatro años llegamos al corazón de nuestra gente. Aspiro ahora sólo a que allí permanezcamos vivos y para siempre... Porque esa fue meta sincera de Obdulio  y Julián, el final que buscaron a través de un camino de canciones...
Nota: Gabriel Cuartas Franco



sábado, 28 de mayo de 2011

OBDULIO Y JULIAN -En el corazon del pueblo

Primeras paginas "El Colombiano". Medellín.
Mayo 19 de 1934
Fin del confllicto entre Colombia y Peru

LADO 1
EL TORRENTE – Bambuco  -Carlos E. Ospina
CORAZONES SIN RUMBO – Pasillo  -Simón de J. Vélez
TU PIEL MORENA – Bambuco  -Gonzalo Fernández
QUE NOS IMPORTA – Bambuco  -Fulgencio García
QUE PUEDO HACER – Bambuco  -Tartarín Moreira
ANTIOQUEÑITA – Bambuco  -Miguel Agudelo - Pelón Santamaría

LADO 2
DOLOR SIN NOMBRE – Bambuco  -N. Molina - Tartarín Moreira
ANHELOS – Pasillo  -J. I.Canelos
POBRECITA MIA – Bambuco  -José González
RUEGO – Pasillo  -C. Muñera Tabón - Cartas Vieco
AMOR INUTIL – Bambuco  -Germán Benítez
MIS FLORES NEGRAS – Pasillo  -Julio Flórez

____


RUEGO


ANHELOS


QUE PUEDO HACER



OBDULIO Y JULIAN CON JAIME LLANO GONZALEZ

Los duetos típicos son una de las instituciones más notables en el ambiente musical popular de Antioquia, desde el siglo pasado.

Los bambucos y pasillos cantados a dos voces, son los que van de visita en las noches de luna a las rejas enamoradas de las muchachas quinceañeras. y las que animan juergas en las ciudades y en las veredas, al compás del tiple y la guitarra, -y a veces también de una bandola que, en tiempos viejos, era tocada por un músico "mudo" es decir que no acompañaba en el canto a la pareja "estelar"-, se rocían con aguardiente y con nuevos "cuentos".

Los abuelos recuerdan todavía con nostalgia a Pelón y Marín, posiblemente el primero de los duetos típicos antioqueños que tuvo fama nacional, y el primero que cantó bambucos y se acompañó con tiple, novedades ambas que el primero de ellos, Pelón Santamaría trajo de un» de sus correrías por tierras de Boyacá y Cundinamarca por allá entre 1895 y 1897.

Pelón y Marín viajaron a los Estados Unidos y fueron los primeros en hacer impresiones fonográficas de bambucos colombianos. Después dominaron el ambiente aldeano de la Villa de la Candelaria por muchos años, alternando con los duetos que conformaban Germán Benítez, Eusebio Ochoa, Leonel Calle, Cabecitas, Bernardo Toro y muchos más que fueron haciendo, con su inspiración y con sus actuaciones, la pequeña historia de la canción criolla.

Cuando Obdulio y Julián se reunieron y constituyeron el que habría de comandar el criollismo musical por más de tres décadas, los muchachos compartían su favoritismo entre los duetos que componían Blumen y Trespalacios y Martínez y Trespalacios.

Blumen era uno de los más afortunados compositores de la época y daba a la música de los bambucos cortes nuevos y acentos modernistas. Samuel Martínez habría de unirse luego a Manuel Ospina para integrar otro famoso dueto típico que compitió también con Obdulio y Julián, el Ospina y Martínez. Y Trespalacios. el compañero de Samuel, era Augusto Trespalacios, hermano de José María, "el chino", compañero de Blumen y, según los que vivieron aquellas épocas, la mejor "segunda voz" que ha producido Colombia en toda su historia.

Obdulio y Julián cayeron de inmediato entre los grandes.

Pelón había apoyado en sus primeras salidas al joven Julián Restrepo, tenor de mucha potencia y de gusto interpretativo exquisito, oriundo de Medellín. Y Obdulio Sánchez tenía tras de si, un parentesco ilustre: primo hermano de los celebérrimos Hermanos Hernández, intérpretes ya famosos de los instrumentos típicos que habrían de hacerse aplaudir más tarde en el mundo entero, haciendo honor a su Aguadas nativo.

Obdulio y Julián actuaron entonces en los principales centros artísticos de Medellín. Se sometieron triunfalmente al juicio de los contertulios del Café París. Colaboraron con la Estudiantina del maestro Nicolás Torres, y cuando advino la radiodifusión estuvieron entre los primeros que hicieron programas con música de Colombia.

Sus actuaciones se prolongaron por muchos años. Desde aquel lejano 1927 que marca el principio de su colaboración hasta el fallecimiento de Julián, fueron primerísimas figuras en el ambiente artístico nacional. Unos pocos meses antes, los asistentes al exclusivo "As de Copas" en la capital del país, los habían aplaudido. Y por aquel entonces grabaron las canciones contenidas en este álbum, repeticiones de algunas que hicieron para el sello Sonolux y que fueron cedidas muy gentilmente por esa empresa como colaboración al prestigio internacional de Obdulio y Julián, a la RCA VICTOR.

Estrellas de primera magnitud en la radio. Colaboradores de importantes certámenes culturales como representantes del gobierno antioqueño. Animadores indispensables en las fiestas de más postín que tuvieron lugar durante su larga vida artística en Medellín. Atracción especial de espectáculos teatrales innumerables veces, Obdulio y Julián fueron, sobre todo, cantantes incrustados en lo más hondo del sentimiento del pueblo, identificándose con él en las noches serenateras y en los jolgorios fraternales de noche cantinera.

Se acompañaron siempre, en sus actuaciones, con el tiple y la guitarra. Solo excepcionalmente cantaron con orquesta. Y aunque quedan muchos recuerdos de sus voces con acompañamientos diversos, en discos fonográficos, fueron realizaciones aisladas hechas I forma ante la presión del público.

Por eso su viaje a Bogotá cuando grabaron estos discos, fue un verdadero acontecimiento.

Porque en Bogotá. Obdulio y Julián hallaron a otro paisa triunfador, Jaime Llano González, y se acoplaron fácilmente a su novedosa interpretación de la música criolla, adaptando su estilo modernista del titiribiseño consagrado como gran organista en tas más exigentes medios de la capital del país.

Y Obdulio y Julián hicieron entonces una serie de discos que son una especie de testamento artístico del gran dueto antioqueño, porque fueron también los penúltimos de su carrera. Y dejaron un documento invaluable de la unión de dos épocas distantes de la canción criolla reunidas en una sola y formidable realización y demostrando a propios y extraños de como el bambuco y el pasillo, vestidos de "ciudad" pueden seguir siendo, sin perder un ápice de su tipismo, cuando hay un dueto como Obdulio y Julián cantándolos y figuras de la talla del maestro Llano González y de su colaboradores en el acompañamiento.

Este disco, para ser escuchado con unción, devotamente, nos dará la razón, con usted, al revivir estos momentos gloriosos de la canción criolla.

Producción y Notas: HERNAN RESTREPO DUQUE

martes, 19 de abril de 2011

OBDULIO Y JULIAN - Dulce Amor Mio

Primera pagina "El Colombiano". Medellin.
Agosto 28 de 1971.
Cochise campeon mundial de ciclismo, persecución individual. Italia.

Lado 1
DOLOR SIN NOMBRE
LA GARZA
COMO SI FUERA UN NIÑO
TERRIBLE INSTANTE
DULCE AMOR MIO
LOS ARRIEROS

Lado 2
CORAZONES SIN RUMBO
EL PROFESOR DE CANTO
LLORABA EN LA PLAYA
AUSENCIA
AMOR INUTIL
QUE PUEDO HACER

____


CORAZONES SIN RUMBO


COMO SI FUERA UN NIÑO


DOLOR SIN NOMBRE



Con doce de las canciones más amadas por millones de personas, con la docena de selecciones perfiladas a través de tres décadas de OBDULIO Y JULIAN como sus mejores y más bruñidos éxitos. SONOLUX estampa nuevamente otro de sus timbres de orgullo al entregar a los discoyentes del país y del exterior un álbum más de quienes han sido escuchados, aplaudidos y señalados a lo largo y ancho de seis lustros como los primeros "bambuqueros colombianos, en su género.

Algunas de éstas fueron espléndida y coincidencialmente las canciones que anunciaron, —y de eso hace unos diez u once años de éxitos-, la decisiva presencia de OBDULIO Y JULIAN en los elencos de "La Marca de las Estrellas ' como poden las figuras exclusivas al lado de un Garzón y Collazos y de todos aquellos artistas colombianos que ya estaban identificados con una inconmovible fama.

Son pues, interpretes que no necesitan palabras de presentación, pues presentes han estado ellos en el recuerdo y territorio musical de la nación desde hace largos, gloriosos años. Canciones que también esquivan palabras ahora, pues sus títulos responden, cada una, por toda una crónica de éxitos y que con sus palabras iniciales podrían titular capítulos en nuestra historia de la canción popular. Como "El Profesor de Canto' y como "Dolor Sin Nombre”, títulos que escogemos aquí y ahora al acaso y que servirían de linderos a todo un panorama de nuestra música, que sabe ir desde una auténtica "picaresca”, como la que hace jubilosos los versos de la primera de las selecciones citadas, hasta la honda angustia, la aterida soledad que afilan las palabras de "Dolor sin Nombre” .

Y así, hemos vuelto a citar para cumplir otro esperado itinerario "obduliojulianesco a quienes hasta el momento no han sido superados en su solar artístico, para que lleguen y estén permanentemente regresando con canciones que a ellos hicieron famosos. Y que ellos han hecho inmortales .

Nota: Gabriel Cuartas Franco.