jueves, 14 de octubre de 2010

CARLOS GARDEL - Habla y Canta

 Hotel Europa y Teatro Junín. Aca almorzo Gardel antes de partir para el aeropuerto.


Otra caratula para el mismo disco:




SILENCIO  Palabras de "Melodía de Arrabal"
AMARGURA  Palabras de "Cazadores de Estrellas'
VOLVER  Palabras de "El Día que me Quieras"
GOLONDRINAS  Palabras de "El Tango en Broadway"
SOLEDAD  Palabras de "El Tango en Broadway"
VOLVIO UNA NOCHE  Palabras de "El Día que me Quieras'
RUBIAS DE NEW YOK  Palabras de "El Tango en Broadway"




MELODIA DE ARRABAL


VOLVER


SILENCIO



Esta fue a breves trazos, la vida de Carlos Gardel, uno de los más grandes cantores populares que en el mundo han sido.

Se seleccionaron para el disco, doce de sus más notables interpretaciones fonográficas y alternando con ellas, incluimos fragmentos hablados de algunos de sus films, en donde las fra­ses y las situaciones se identifican con su personalidad artística.

Gardel habla y canta. Fue actor de cine, y fue cantor admirado y admirable, además de compositor, de hombre de grandes empresas artísticas y gran amigo de sus amigos, este artista inmortal, ante quien los aficionados a la música popular desde hace más de 40 años, vienen inclinándose con devota admiración. Quienes tuvieron la satisfacción de aplaudirlo perso­nalmente y quienes han seguido, en sus discos, admirando sus cualidades de excepción.

1887 - Según las versiones más difundidas, y aparente­mente más responsables, nace en Toulousse, a orillas del Garóna en la Francia inmortal. Charles Romualdo Gardes, nombre que habría de transformarse con los años en Carlos Gardel.

1907. Buenos Aires vive la época de sus payadores ro­mánticos. Por las cantinas de La Boca, una danza extraña, el tango. En las barras de El Abasto, un muchacho, hijo de la inmigrante doña Berta Gardes, alterna frecuentemente. Lo llaman "El Morocho" y ayuda a los maquinistas del teatro Victoria a cambio, únicamente, de saborear las interpretaciones del barítono  hispano Emilio Sagi Barba.

 1911- Dos grupos de personas aficionadas a la canción popular, promueven el encuentro de sendos muchachos quienes, cada cual en su barrio, logran categoría de "cosa grande". Ellos son, Carlos Gardel, "El Morocho" y José Razzano, "El Oriental". Al final, ninguno de ellos fue declarado vencedor. En vez de eso surgió la idea de vincular al dúo de Carlos Gardel y Francisco Martino, que ya había hecho algunas salidas exitosas, la voz de Razzano. Poco después se les uniría Saúl Salinas. Al retiro de Martino, primero y de Salinas después, surgió el que habría de convertirse en el más famoso dúo del Plata: Gardel - Razzano. Sus intervenciones dieron gran impulso a la canción criolla, de tipo campero, entonces en franca decadencia.

1917 - Carlos Gardel, quien alterna en las actuaciones del dúo Gardel - Razzano, como cantor solista, interpreta en el teatro Esmeralda una letra que Pascual Contursi había puesto al tango de Samuel Castriota, Lita. Así nació "Mi Noche Triste", que el mismo autor de los versos enseñó a Gardel. Es el primer asomo del tango al mundo bien. Antes estuvo alejado del cen­tro, en el sórdido ambiente de los cafetines del arrabal bonaerense.



1925 - José Razzano se retira del arte. Una' vieja afec­ción a la garganta lo obliga a ello. Carlos Gardel comienza a convertirse en un auténtico ídolo popular. Ya el tango está fuer­temente metido en el público. Las gentes de todos los países de América y del mundo, lo aceptan, lo cantan y lo aplauden clamorosamente. Carlos Gardel es quien mejor lo interpreta con estilo de canción, pues aún vive corrientemente en el son de las antiguas orquestas típicas.

1931 - El tango y Carlos Gardel llegan al cine. En los estudios de la Paramount en Joinville, Francia, rueda "Luces de Buenos Aires". Al año siguiente un corto en Buenos Aires, en los estudios Rio de la Plata, propiedad de Francisco Canaro, en donde canta una docena de tangos. De vuelta a Francia filma, "Melodía de Arrabal", "Espérame" y un corto titulado "La Casa es Seria".



1933 -En el mes de diciembre firma contrato con la National Broadcasting Corporation de Nueva York. Debuta en enero de 1934 y a mediados de marzo cancela la opción que tenía a su favor de cantar tres meses más, porque no le permi­ten la actuación de sus guitarristas debido a las leyes sindicales vigentes en los Estados Unidos.

1934- En los meses de abril y mayo filma "Cuesta Aba­jo" y "El Tango en Broadway" en la ciudad de Nueva York, para una empresa que lo cuenta como principal accionista: Éxito, subsidiaria de la Paramount. Actúa en un revista cinematográfica, "Cazadores de Estrellas 1935", realizada como promoción del elenco artístico de la Paramount. En noviembre rueda "El Día que me Quieras" y en diciembre "Tango Bar".

1935- Comienza el año grabando las canciones incluidas en los films antes mencionados, para la RCA VICTOR, que lo incorpora en esta forma a su espectacular constelación artística. Dedica un disco especialmente al público latinoamericano, en don­de recomienda sus nuevas grabaciones y saluda a sus admiradores anunciándoles un viaje continental.

Firma contrato, en el mes de marzo, para dos películas más que se harían al retorno de su jira, y que llevarían los títulos de "Yo Fui un Ladrón" y "Solo un Hombre". Terminados estos asuntos hace maletas y sale de viaje con los guitarristas José María Aguilar, Guillermo Barbieri y Angel Riverol.

Tocan en Puerto Rico, Caracas, Maracaibo y Cabimas. Lo aplauden también, delirantemente, Curasao y Aruba. Pasa por Barranquilla y hace el viaje en avión de Cartagena a Medellín, para seguir a Bogotá, en donde se le espera con delirio.

El 23 de junio hace su última audición en la emisora capitalina, La Voz de la Víctor. Y se despide interpretando el tango "Tomo y Obligo", que tanta fama le había dado y que cuando lo escuchaban en una de sus películas, hacía detener la proyectora el público, con el fin de que lo bisaran.

El 24 de junio iba hacia Cali y pasó nuevamente por Medellín en donde almorzó en el Hotel Europa antes de conti­nuar el vuelo.



A las 3 y cinco minutos de la tarde, el avión de la Saco que despegaba con el cantor y sus acompañantes, chocó violentamente, a una altura reducida con una nave de la Scadta. Mu­rieron Gardel y dos de sus guitarristas, Barbieri y Riverol. Y el periodista y autor de muchos de sus tangos más famosos, como letrista, Alfredo Lepera.

El profesor de inglés y encargado del maquillaje del astro, señor Plaja y el guitarrista José María Aguilar, se salvaron milagrosamente. El segundo sucumbió años después en Buenos Aires en un accidente de automóvil. Plaja se retiró a un pueblito catalán, completamente aislado del resto del mundo.

Las causas reales de este tremendo accidente que con­movió al mundo entero, nunca pudieron señalarse. Deben atribuirse simplemente a la fatalidad. A un designio misterioso de la Providencia.

La voz de Gardel se perpetuó en los discos.

Su arte sigue vivo, integro, en la magia de las grabaciones.

El mundo sigue emocionándose con su estilo vigoroso, con la impresionante delicadeza de sus interpretaciones. Con la asombrosa calidad de su estilo artístico.

Nota de Hernán Restrepo Duque

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