Edificio Olano- Boyaca por Bolivar. Parque Berrio . Medellín.
MAGALDI - NODA
LOS CUATES CASTILLA
GOMEZ - VILA
PERONET E IZURIETA
BRICEÑO Y AÑEZ
TORMO - CANALES
IRUSTA - FUGAZOT
VALENTE Y CACERES
HNOS. MARTINEZ GIL
LADO I
1 - MIS DELIRIOS R. Coletto - Magaldi – Nodi MAGALDI . NODA
2 – SOÑAR Cuates Castilla LOS CUATES CASTILLA
3 - TU OLVIDO Vicente Sping GOMEZ - VILA
4 - AMEMONOS COMO ANTES Feo. Paredes Herrera PERONET E IZURIETA
5 - ADIOS AMOR Hermanos Martínez Gil LOS HERMANOS MARTINEZ GIL
6 - LIMOSNA DE AMOR C. M. Orellana - N. Safad! BRICEÑO Y AÑEZ
LADO 2
1 - SUEÑO Y DICHA Nicasio Saladi BRICEÑO Y AÑEZ
2 - TAL COMO FUISTE Cuates Castilla LOS CUATES CASTILLA
3 - PUENTECITO DE MI RIO B. Luna - A. Tormo - M. Canales DUO TORMO - CANALES
4 - ME OLVIDASTE Irusta - Fugazot – Demare IRUSTA - FUGAZOT
5 – AÑORANZA Sonia Dimitrowna - F. Paredes H. VALENTE Y CACERES
6 – LAMPARILLA Miguel A. Casares PERONET E IZURIETA
MIS DELIRIOS
AMEMONOS COMO ANTES
TU OLVIDO
La historia de la canción tradicional en Colombia ha estado siempre vinculada a la de famosos duetos, masculinos y femeninos, que en su momento polarizaron la atención de las gentes.
Remontándonos hasta los días, del centenario, que son los que los libros y las tertulias alcanzaron a recoger, recordamos a los grandes creadores de bambucos y pasillos que fueron: Joaquín Forero y Arturo Patiño y Alejandro Willsy Alberto Escobar, cuyas serenatas románticas y actuaciones musicales frente a los grandes poetas y escritores de la época pasaron a ser parte de la leyenda sentimental de Colombia.
Recordamos a Pelóp Santamaría y a Adolfo Marín, quienes en Medellín, significaron en su momento el máximo del poderío popular. A Blumen y a Trespalacios a Samuel Martínez y a Augusto Trespalacios, a Ospina y Martínez, a Ospina y Peláez, a Cavanzo y Polo, a Obdulio y Julián, a Fortich y Valencia y a quienes tienen ya visos contemporáneos: Espinosa y Bedoya, Garzón y Collazos, Carrasquilla y García, Gómez y Villegas, Los Tolimenses... Duetos, duetos siempre. Ayer y hoy.
El dueto es más fácil de localizar. Suena más familiar y grato a los oídos de los colombianos. Es una institución, el dueto de cantores y guitarristas cuyos versos se vinculan a lo mejor de nuestros años mozos y adoban el recuerdo de las muchachas de ojos claros que murmuraron fugaces te quiero cuando el dueto templaba la emoción de sus tiples bohemios.
Junto a los grandes duetos colombianos, que serán objeto también de un disco de homenaje, grandes parejas del exterior han estado fuertemente metidas en el corazón de nuestro pueblo.
Discos que llegaban a los grandes almacenes distribuidores de la RCA Víctor y que iban, como tesoros mágicos, a las familiares ortofónicas, fueron huéspedes de veladas que añoramos con lágrimas en los ojos.
La canción popular de hace años, se hizo a dúo.
Tangos, valses, pasillos y bambucos, chacareras y melodías románticas, venían interpretadas por dúos que, a lo mejor, se conformaban única y exclusivamente para esa grabación sin que sus componentes volvieran a verse nunca.
Y una colección de viejos discos que identifican distintas épocas de la música popular americana, viene con este disco que los llevará a un feliz reencuentro con amables voces familiares.
Agustín Magaldi y Pedro Noda; Alberto Gómez y Tito Vila, Agustín Irusta y Roberto Fugazot; Antonio Tormo, el mismo Antonio Tormo de los éxitos fabulosos como solista y Manuel Canales, nos vinculan a los grandes movimientos de la música bonaerense. Ellos, y Gardel Razzano, fueron, en los felices veintes y en los tranquilos treintas, la representación del folklore. Y América entera, pero Colombia sobre todo, los hizo ídolos suyos a través del disco.
Los Cuates Castilla, mellizos, física y artísticamente igualiticos, compositores de categoría cumbre, fabricantes de éxitos millonarios, y los Hermanos Martínez Gil cuya vigencia como grandes por más de treinta años, evita cualquier otro elogio, son mexicanos. Y de México nos llegaron sus discos. Y en Colombia sus canciones se hicieron cosa' común y corriente, adorada y sostenida por el constante de nuestro romanticismo. Peronet e Izurrieta y Valente y Cáceres fueron los típicos artistas de discos.
Nunca tuvo nuestro público contacto directo con ellos.
Apenas si se les conoció por fotografías - a pesar de que los primeros actuaron independientemente o con otros compañeros, en este país ., pero sus discos causaron sensación. Fueron grabaciones de carácter fabuloso. "Lamparilla", compuesta por el autor-actor ecuatoriano Miguel Ángel Casares cuando parecía que presagiara su desesperante ceguera total de hoy, fue toda una época de la música popular en nuestra patria.
La canción popular de hace anos, se hizo a dúo.
Tangos, valses, pasillos y bambucos, chacareras y melodías románticas, venían interpretadas por dúos que, a lo mejor, se conformaban única y exclusivamente para esa grabación sin que sus componentes volvieran a verse nunca.
Y una colección de viejos discos que identifican distintas épocas de la música popular americana, viene con este disco que los llevará a un feliz reencuentro con amables voces familiares.
Agustín Magaldi y Pedro Noda; Alberto Gómez y Tito Vila, Agustín Irusta y Roberto Fugazot; Antonio Tormo, el mismo Antonio Tormo de los éxitos fabulosos como solista y Manuel Canales, nos vinculan a los grandes movimientos de la música bonaerense. Ellos, y Gardel Razzano, fueron, en los felices veintes y en los tranquilos treintas, la representación del folklore. Y América entera, pero Colombia sobre todo, los hizo ídolos suyos a través del disco.
Los Cuates Castilla, mellizos, física y artísticamente igualiticos, compositores de categoría cumbre, fabricantes de éxitos millonarios, y los Hermanos Martínez Gil cuya vigencia como grandes por más de treinta años, evita cualquier otro elogio, son mexicanos. Y de México nos llegaron sus discos. Y en Colombia sus canciones se hicieron cosa común y corriente, adorada y sostenida por el constante de nuestro romanticismo.
Peronet e Izurrieta y Valente y Cáceres fueron los típicos artistas de discos.
Nunca tuvo nuestro público contacto directo con ellos. Apenas si se les conoció por fotografías - a pesar de que los primeros actuaron independientemente o con otros compañeros, en este país… pero sus discos causaron sensación. Fueron grabaciones de carácter fabuloso “Lamparilla”, compuesta por el autor-actor ecuatoriano Miguel Ángel Cáceres cuando parecía que presagiara su desesperante ceguera total de hoy, fue toda una época de la música popular en nuestra patria.
Párrafo aparte merecen Briceño y Añez.
Porque Briceño y Añez son toda una leyenda en Colombia.
Alcides Briceño, tenor, era, o es, panameño. Panameño de una Panamá todavía nenita de Colombia. Sus aspiraciones fueron las de tenor de ópera. Y llegó a ser uno de los más grandes intérpretes que ha tenido la canción criolla.
Briceño se encontró en Nueva York con el barítono bogotano Jorge Añez.
Añez llegaba con el sabor de la vieja bohemia santafereña. Con el recuerdo de las tertulias amables de Julio Flores y Soto Borda. Con el calor de los bambucos y pasillos que allí se cantaban con unción.
Y a las primeras de cambio firmaron contrato con la Víctor.
Porque a los directivos de la Víctor se "les puso" que en ellos había ese algo que la canción colombiana estaba necesitando. El corazón de los amaneceres fríos del Bogotá de los poetas. Y la emocioncita tibia de las mañanas montañeras.
Y grabaron de todo. Y para todos.
Y fueron ellos "la canción popular". Nuestra canción.
Briceño y Añez cantan dos páginas ecuatorianas. Un "Duetísta" famoso en esas tierras, uno que es al Ecuador lo que Añez a nosotros, Nicasio Safadi, el del dúo "Ecuador" (Ibañez- Safadi), es el autor musical. Briceño y Añez interpretaron su música como nadie.
Pónganse en ambiente. Están templando las guitarras los del dueto.
Una copita de aguardiente de caña tiene la obligación del combustible para que la reunión arranque.
Y una dulce canción comienza a sonar en medio de la noche.
Selección y Notas: HERNAN RESTREPO D.
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