miércoles, 15 de diciembre de 2010

BAILABLES DE ORO - Varios Bailables

                           Elevando Globo. La Familia Molina en Robledo. Medellin.



Diciembre Azul   Orquesta Sonolux
La Negra Celina   Cristóbal Pérez
Suave   Gladys Viera
La Pollera Colora   Carraleja 71
Cumbia sobre el mar  Supercombo “Los tropicales”
La banda borracha  Alfredo Gutiérrez y sus estrellas
Pepe   Amparito Jiménez
Quiero Amanecer  Sarita Lascarro
Cabeza de hacha   Noel Petro
Playa Blanca   Antonio González
Algo se me va   Lita Nelson
Ligia   Edmundo Arias y su orquesta





LA POLLERA COLORA


PEPE


SUAVE


LOS GLOBOS

Una de las diversiones navideñas más completas, más entretenidas y que se prestaba para hacer trabajo en comunidad, o individual, eran los globos.

La faena de los globos comenzaba apenas salían los muchachos a vacaciones. Los padres que no querían tener a los muchachos corriendo calle arriba y calle abajo durante todo el día, les procuraban unas cuantas "manos" de papel para globos, cuando no les compraban un rollo de papel de envolver para que hicieran los famosos "de fruncidera".

Entonces los muchachos se ponían a cortar los globos, hacer el engrudo, cortar el alambre para las candilejas, los mechones y las bolas. Cada una de estas labores tenía su pequeño modo de hacerlas, sin que ellas llegaran a tener mucho misterio, pero de esos detallitos dependía fundamentalmente la elevada exitosa del globo, su larga duración en el aire, y la entretención en sí.

Los muchachos después de cortar el papel de los globos, de acuerdo con el número de pliegos de cada uno, o si iban a ser de fruncidera, comenzaban a pegarlos de tal modo que el finísimo papel quedara bien adherido y que mientras se secaba el engrudo no se los fuera a llevar el viento que los despegaba por donde deberían ir pegados y los pegaba de tal manera que quedaban inservibles. Por estas razones se les pisaba con piedras mientras se secaban.

Después de terminada la labor de la pegada se procedía a romper los huecos para poner las candilejas y hacer el remate de la punta superior a fin de que no se escapara el humo por esa punta. Los globos una vez terminados se iban doblando de modo que ocuparan poco espacio, y como un tesoro esperaban la fiesta de La Inmaculada y luego las festividades de nochebuena y año nuevo. Claro que cuando había muchos globos éstos también se elevaban en los días intermedios, pero eso era cuando sobraba el dinero, porque generalmente en el 24 de diciembre se debía echar globos todo el día, lo mismo que en el año nuevo; en los demás días no era tan importante pero en navidad y año nuevo se llegaba a ver en un momento cualquiera hasta cincuenta o más globos sobre Medellín.

La echada del globo era todo un suceso para todos y cada uno de ellos. Se reunía el grupo necesario cuyo mínimo era de tres personas, dos que "desarrugaban" el globo y otro que era quien tenía la máxima responsabilidad, inflarlo adecuadamente, hacer la bola y colocarla sin mojar con petróleo el papel, encenderla y tirarla. En toda esta faena se puede calcular que se invertían unos diez minutos, máximo quince, pero cuando todo estaba terminado y el globo quedaba en las manos de quien lo iba a elevar, con una vida propia que no lo dejaba quemar ni volver a caer, el tiempo se hacía eterno y los gritos y despidos que daba todo el mundo al globo, sólo eran una mínima parte de la satisfacción sentida en ese instante.



ESTAMPAS DE MEDELLIN ANTIGUO Año: 1.983
Editor: FABRICA DE LICORES Y ALCOHOLES DE ANTIOQUIA

Fuente:
BIBLIOTECA PÚBLICA PILOTO
Autor: Rafael Ortiz Arango

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