VALENTE Y CACERES - Aquellas canciones

Agencia de Guillermo Restrepo Hoyos, en la Plazuela San Roque en 1890. Hoy Plazuela Uribe Uribe.

LADO 1

- NO ME OLVIDES  Hugo José Gigante

- LOCURA DE AMOR  Sonia Dimitrowna

- PRÍNCESITA SERAS  Herrera - Mandri

- AMIGO MIO  Maruja Hinestroza de Rosero (Orquesta Típica de Terig Tucci Canta: Luis Valente)

- YA TE PERDONE  Rafael Hernández

- AÑORANZA  Sonia Dimitrowna - F. Paredes H.

LADO 2

MANITAS BLANCAS  D. R. de A. -

- SUEÑOS DE AYER  Sonia Dimitrowna - Clotilde Arfas (Valente, Cáceres y Francés)

- ILUSION  Hermanas Padilla

- ME DICES QUE RETORNE  Hugo José Gigante

- GOTAS DE AJENJO  J. Flores - F. Paredes H.

- ROSARIO DE BESOS  L. Parra Toro - F. Paredes H





ME DICES QUE RETORNE


PRINCESITA SERAS


ILUSION

Posiblemente no ha existido un dueto que haya contado en Colombia, disco- gráficamente hablando, con los partidarios que en su momento tuvieron Valente y Cáceres, dueto especialista en canciones románticas de Suramérica que durante diez años aproximadamente, por allá desde el 34 en adelante, grabara para los ciscos Victor en New York canciones que merecieron acogida multitudinaria en nuestro país.

Valente y Cáceres, hasta donde sabemos, nunca vinieron al país a constatar ese fervor que existía por sus grabaciones.

Quizás ni se enteraron de lo amplísima y contundente que fue su popularidad.

Desde sus primeros discos, con aquellos pasillos románticos de Paredes Herrera y de Safadi, que ellos decían de manera personalísima, apartándose de los moldes que hasta entonces decidían la vocalización y la entonación características de la canción ecuatoriana, hasta los últimos, con los boleros que ya por la época de su desintegración comenzaban a imperar en el gusto popular. Valente y Cáceres fueron amos y señores. Imponían las canciones de moda. Llegaban con sus voces a los más apartados rincones de la patria.

Allí, donde existía un gramófono, uno de esos viejos gramófonos de cuerda metálica, que imponían respeto con su corneta gigante, gritadora y chillona. En donde hubiera una amable victrola, discreta, bien barnizada, soñadora y romántica, había, seguramente, un disco de Valente y Cáceres.

Un pasillo ecuatoriano, una canción colombiana, un tango argentino. Alguna de las producciones del inolvidable Libardo Parra Toro (Tartarín Moreira). De cualquier género. Porque Valente y Cáceres cantaban de todo y con toda clase de acompañamientos.

Música bohemia la de Valente y Cáceres. Música que sabe a rincón campesino. Que tiene el color de la calle del pueblo, feúcha y triste pero siempre recordada y siempre querida. Música eternizada en la magia del disco e identificada con gratos momentos, con romances perdidos y con serenatas lejanas.

Luis Valente supo triunfar también como solista. Decía los tangos con un in-confundible acento arrabalero, acompañándose de guitarra casi siempre. En esta se-lección hemos incluido una da sus intervenciones como cantor solista con acompaña-miento a cargo del famoso músico argentino Terig Tucci y su Orquesta Típica, en un tango original de la compositora nariñense Maruja Hinestroza de Rosero, que gustó muchísimo en su momento y cuya reposición será seguramente muy celebrada.

Cáceres, que ahora reside en la ciudad de Mendoza, Argentina, de donde procedía, está casado con la brillante poetisa colombiana María Betancur, quien firmaba sus poemas' con el seudónimo de Soma Dimitrowna, La señora de Cáceres es hermana de otro ilustre poeta criollo, Dimitri Ivanovich, nombre literario también.

Valente y Cáceres reviven en este disco en todo su esplendor.

Escuchar sus creaciones es volver a un tiempo que se archivó con muchas cosas que una vez nos fueron trascendentales.

Sus voces y sus guitarras inconfundibles son toda una época de la canción popular.

Selección y Nota: Hernán Restrepo Duque