Plaza de Mercado Guayaquil 1930.
LADO 1
1 - ESPUMAS – Pasillo -Jorga Villamil
2 - AGUARDIENTE DE CAÑA – Bambuco -Luis C. González - Enrique Figueroa
3 - RIO QUE PASAS LLORANDO – Bambuco -Alcides Briceño
4 - LAS MORAS – Bambuco -José
Maclas
5 - EL CARBONERO – Bambuco -Emilio
Murillo
6 - SABOR DE MEJORANA – Pasillo -Jorge
Villamil
LADO 2
1 - LLORANDO POR AMOR - Pasillo Jorga Villamil
2 - ROSALINDA - Bambuco Tocayo Caballos - Enrique Figueroa
3 - RIO NEIVA - Bambuco Luis A. Osorio
4 - CHATICA LINDA - Bambuco Jorga Camargo Spolidore
5 - PLEGARIA - Pasillo B. Palacio Mejía - Carlos Vieco
6 - MARIA ANTONIA – Bambuco -José
A. Morales
PLEGARIA
EL CARBONERO
CHATICA LINDA
Otra vez las voces de Colombia, integras, apasionadas, se reúnen
para hacer la emisión de un repertorio permanentemente ligado al corazón de la
patria por su espíritu y su jerarquía.
Cuatro épocas por lo
menos, de la canción colombiana, alternan en este nuevo long play de Cantares
de Colombia.
La del Centenario, enarbolando con los nombres de Emilio
Murillo, el gigante obsesionado de criollismo, el que cantó enamorado a los
trapiches, a las canoítas y a las cabañas de la patria, con pinturas
cancioneras que el tiempo y las modas no han podido empalidecer, y Alcides
Briceño, panameño de nacimiento, pero tan nuestro como los ríos que lloran en
los campos milenarios.
La etapa que podríamos llamar “del olvido”; la de los años
cuarenta, cuando apenas había cuatro o cinco nombres comandando tímidamente la
música interiorana, ahogada en el torbellino de la moda internacional con las
estrofas de Tocayo Ceballos a una Rosalinda Campesina y parrandera que Enrique
Figueroa cantaba a todo volumen, recién venido de los Estados Unidos en la
radio bogotana. En “Chatica Linda”, que marco el advenimiento de uno de los músicos
cumbres de todos los tiempos, Camargo Spolidore. Y en “Plegaria” de quien tiene como nadie,
entre los músicos de hoy, ganado el calificativo de “Inmortal”, Carlos Vieco,
los versos son del exquisito poeta Bernardo Palacio Mejía.
Un ciclo que por sus características de acogida popular vino
a constituir un renacimiento del nacionalismo melódico representado por “María
Antonia” del santandereano José A. Morales, por “Aguardiente de Caña”, que
coloco en los lugares máximos el binomio de Luis Carlos González y Enrique
Figueroa. “Las Moras” de otro caldense de inolvidables aciertos, José Macías, y
“Rio Neiva”.
Para finalmente entusiasmarnos con el feliz presente que
vive en las páginas triunfales de Jorge Villamil, y tres de sus más notables
realizaciones; las tres consideradas como grandes sucesos de todas la épocas,
afloran como visión de una Colombia nueva, siempre romántica, sentimental y
simple, pero vivificándose en sus propios dolores y superándolos con optimismo y coraje.
Al frente del grupo, la experiencia y responsabilidad de ese
coloso del arte colombiano que es Luis Uribe Bueno a quien debemos la dirección
musical y la organización de este grupo en donde forman prestigiosos intérpretes
de la ciudad de Medellín, agrupados bajo la dirección comercial de Gustavo López
y Jorge Ochoa, interpretes notables y participantes también de la masa coral.
HERNAN RESTREPO DUQUE
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