lunes, 19 de septiembre de 2011

VICTOR HUGO AYALA -Exitos

Catedral de Villanueva en construcción en 1892
Autor: Melitón Rodríguez Márquez
Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América

El Obispo Bernardo Herrera Restrepo partió para Bogotá, con el fin de hacerse cargo de la Arquidiócesis de Bogotá, y el 18 de junio de 1892 tomó posesión de la Diócesis Joaquín Pardo Vergara, quien continuó la construcción de la catedral. Para 1897 se terminó una de las sacristías, la que se encuentra hacia la calle Ecuador y el 17 de octubre del mismo año se bendijo, con el fin de utilizarla como capilla, se consagró a la Inmaculada Concepción y prestó servicio hasta poco antes de la inauguración de la catedral.

Carré continuó su labor hasta junio de 1894, dejando gran parte de las arcadas centrales y de la sacristía (que en el último período le sirvió de estudio), los planos y las suficientes directrices a los constructores empleados para terminar el edificio. Lo reemplazaron los señores Heliodoro Ochoa y Salvador Ortiz, los cuales estuvieron vinculados a la obra hasta que murieron en 1916 y 1919 respectivamente, y quienes dejaron la obra muy adelantada.

Luego, desde la partida de Carré hasta 1898, el templo fue sometido a ciertas contrapropuestas en el diseño original como fueron: los nichos que albergan imágenes en los ábsides que rematan las naves laterales (ya construidos), la arcada ciega sobre las columnatas principales (en proyecto), una cúpula que cubría el crucero, y el bajo relieve que adornaría el tímpano del acceso central (estos dos últimos nunca realizados).

El maestro Francisco Antonio Cano, creyendo desacertadas desde su punto de vista todas estas propuestas reformadoras, manifestó su malestar en un artículo publicado en la revista El Montañés (No.8, de abril de 1898), anotando, ante la inquietud sobre el vacío del tímpano que debía ser completado con una pintura. El destacado pintor opinó, además, que los nichos realizados en los ábsides, reemplazando las repisas dibujadas por Carré para sostener estatuas, serían un “verdadero error estético, porque se ha quitado a esa superficie tan hermosa la unidad que le daba su limpieza, interrumpiendo con un hueco de tan mezquina forma”. Acerca de la idea de cambiar el muro liso diseñado por Carré sobre las arcadas por un triforio (arcada falsa) donde se ubicarían esculturas, comentó que aparte de su difícil apreciación desde abajo sería demasiado costosa, así fueran las esculturas hechas en “groseros barros cocidos”. Afortunadamente fue respetada la autoría intelectual de Carré y el concepto de Francisco Cano sobre la sobria cubierta del crucero: “Torre cuadrada de sencillísima forma, en vez de una cúpula que muchos desearon”

Brujería
Camino verde
Congoja
Contraste
Las perlas de tu boca
Nosotros dos
Ojos traicioneros
Por si no te vuelvo a ver
Puente de piedra
Que pare la vida
Quiéreme
Un compromiso

____


LAS PERLAS DE TU BOCA


QUIEREME


QUE PARE LA VIDA



Víctor Hugo Ayala es bogotano, y antes de dedicarse profesionalmente a la canción dibujaba en la sección técnica de la Armada Nacional, a donde ingresó al terminar su bachillerato en el liceo Camilo Torres, de su ciudad nativa.

En 1955 comenzó a alternar las escuadras y los lápices con los micrófonos y las partituras. Ya había ganado un concurso de aficionados en la Nueva Granada, tras de participar en muchos de esos certámenes, a pedido de sus parientes y sin conseguir más que lugares secundarios. Trabajó en La Voz de Colombia primero, reemplazando a un cantante amigo suyo que salió de viaje y que lo recomendó a la dirección artística de la emisora. Luego ingresó al elenco de la Nueva Granada, de gloriosa tradición artística, en donde encontró el estímulo de los directores musicales y de los jefes de programación hasta a hacerse a un nombre relativamente importante dentro del mundillo radiofónico.

Víctor Hugo Ayala, que en sus primeros escarceos artísticos solo interpretaba música brillante, fue asimilando canciones de tipo moderno, como el bolero moruno, que parece hecho especialmente para su voz, y accedió a grabar sus primeros discos de tipo comercial en SONOLUX, a cuyo elenco pertenece desde entonces con carácter de exclusivo, habiéndose convertido, gracias al éxito de sus grabaciones en uno de los más notables artistas del momento, en Colombia.

En reciente concurso convocado por SONOLUX para definir a las estrellas más populares de su elenco, Víctor Hugo Ayala obtuvo un segundo lugar honrosísimo por cuanto es, relativamente, de los que menos grabaciones tiene en el mercado nacional, como que es uno de los que menos tiempo lleva en la profesión artística. Este favor del público se refleja igualmente en la venta extraordinaria que obtienen sus discos, muchos de los cuales han figurado con carácter de hit en todo el territorio colombiano

En este disco presentamos a Víctor Hugo Ayala cantando varias de esas canciones que le han dado celebridad. Una cara con acompañamiento de órgano y ritmos, y el otro a gran orquesta. Los arreglos musicales fueron hechos por Luis Uribe Bueno, Director Musical de SONOLUX, y una de las figuras cumbre; del firmamento artístico colombiano y por Jaime Llano González, el sensacional organista antioqueño, figura muy apreciada de nuestro elenco, igualmente.

Estupenda colección ésta, que aumentará muy justamente los bien ganados laureles de Víctor Hugo Ayala.

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