Catedral de Villanueva en construcción en 1892
Autor: Melitón Rodríguez Márquez
Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América
El Obispo Jiménez expidió decreto el 17 de mayo de 1875, nombrando a Crosti como director, al Padre Benjamín Masciantonio como subdirector y al padre José Dolores Jiménez como Tesorero Pagador. Además, que desde ese día se diera principio formal a los trabajos de construcción del templo Catedral, los cuales no debían interrumpirse a no ser por causas graves. Crosti estuvo al frente de la obra hasta el 18 de noviembre de 1875, cuando terminó su contrato, el cual no fue renovado, además, al año siguiente, la construcción tuvo que suspenderse por causa de la guerra civil de 1876-1877 que tuvo un carácter político-religioso.
Después de cinco años de suspensión de la obra, el nuevo Obispo de Medellín José Ignacio Montoya Peláez, expidió un decreto el 12 de julio de 1882, nombró una nueva junta, con el Pbro. José María Gómez Ángel y el laico Guillermo Restrepo Isaza. El 19 de junio se reanudó la construcción, y la Junta estuvo al frente de los trabajos hasta el mes de octubre de 1883, cuando el Obispo Montoya decretó la suspensión definitiva, a partir de los conceptos negativos de los Padres Gómez Ángel y Masciantonio, quienes resaltaron la monumentalidad del edificio y la incapacidad e incompetencia profesional de Crosti.
A pesar de que los planos habían sido revisados y rectificados, resultaba la obra de tal magnitud que sería imposible acabarla en el transcurso de muchos años, los diseños de Crosti pretendían una catedral de cinco naves que incluía los atrios actuales, además, los materiales de que se disponía no tenían la resistencia necesaria, y fuera de eso, los diseños contenían serios problemas estructurales, es así que el arquitecto no resultó con las capacidades que la obra requería.
Adoro
Contigo Aprendí
Cuando Estoy Contigo
Esta Tarde Vi Llover
Hay que decir adiós
No
Paso a Pasito
Perdóname
Tengo Para Darte
Tonto
Vivo
Yo Se Que Te Amo
____
CONTIGO APRENDI
CUANDO ESTOY CONTIGO
ESTA TARDE VI LLOVER
CONTIGO APRENDI
CUANDO ESTOY CONTIGO
ESTA TARDE VI LLOVER
Felipe Pirela: ¿Cómo no sentir orgullo porque lo llamaran ‘El bolerista de América’?
Septiembre 9, 2011 - 1:01 pm
Al Día |Zulia
“Nos sentamos a orillas del Lago, decía que se sentía triste por no estar en su tierra”
Han pasado 39 años de su muerte y pocos en la ciudad pueden decir que conocieron a Felipe Pirela, “El bolerista de América” nacido en Maracaibo, a donde añoró volver hasta el fin de sus días. El hombre estaba triste, no concebía que no lo dejaran entrar, pues quien fue reconocido en Latinoamérica por su impecable interpretación, “entró y se fue por las trochas” de su ciudad natal. En la semana de su cumpleaños y el de Maracaibo, tres zulianos reviven al bolerista en sus recuerdos.
Quienes tienen a Felipe Pirela en la memoria -más allá del éxito y reconocimiento en el escenario- hablan de un hombre sencillo, humilde y hasta inocente. Además de sus familiares, otra persona que pudo conocer bien al cantante fue Guillermo Barrera, ya fallecido, pero aún viven otros afortunados de haber tratado al bolerista en sus inicios y en su inesperado ocaso.
Wanyer Castillo, jefe de prensa de la emisora Chiquinquireña y La Voz de la Fe
A la edad de 21 años –aproximadamente- Wanyer Castillo tuvo la oportunidad de ver al artista cuando comenzaba la carrera y solía ir hasta la emisora Ondas del Lago, en donde en varias ocasiones cantó a capela.
Un sencillo y auténtico Felipe Pirela reluce entre sus recuerdos: “Era muy simpático, fácil de abordar (…) Felipe fue único”. Castillo también recuerda algunos gustos musicales del joven bolerista: “Le gustaba Mario Suárez, Carlos Ochoa. Los admiraba”.
Oscar García, reconocido locutor y animador zuliano. Presentó a Felipe en varias ocasiones
“Felipe no estaba cuajado”
El reconocido animador y locutor Oscar García fue uno de los pocos que se pueden contar en la lista de los que conocieron a Felipe dentro y fuera de un escenario. “El Ventarrón”, como también es conocido, asegura fue amigo del cantante zuliano, una amistad que se inició frente a un micrófono, cuando lo presentó en Ondas del Lago.
“Me tocó presentarlo en su debut” recuerda García, sentado mientras desempolva las memorias de quien en vida alegró y acompañó las tristezas de quienes escuchaban sus canciones.
“El Ventarrón”, recordado por su inconfundible voz y cuyo talento lo llevó hasta la televisión nacional, recupera los recuerdos y se cuela uno particular: “Era un muchacho muy nervioso para cantar. Él empezaba a cantar y sin darse cuenta terminaba en el micrófono”.
Además de presentarlo en el Zulia, García también compartió con Pirela en Venevisión, en donde se presentó en el programa ‘Venemaratón’. Numerosas fueron las oportunidades en las que compartieron, pero García asegura que “para mí siempre fue un muchacho”.
La voz consejera de un amigo no faltó en García, quien lamenta que el bolerista no haya hecho caso a algunas de sus recomendaciones. “Lo que le pasó a Felipe, le pasó por muchacho. Felipe no estaba cuajado”, dice al referirse en parte al ambiente de trabajo en el que estaba, y a la decisión que marcó su vida: “El error de Felipe fue casarse”, sentencia.
Sobre la presencia y desempeño del cantante de boleros en escenario, no hay titubeos: “No había que decirle dos veces para que cantara”
Trino Boscán recuerda con gran afecto a Pirela
Sin Felipe no hay bolero
Trino Boscán, reconocido cantante y locutor, también conoció a Felipe Pirela desde otra perspectiva. Sin haber tocado en la misma orquesta compartieron escenario y en Caracas se hicieron amigos cuando se reunían José ‘Cheo’ García, Felipe Pirela y él.
“Nos vimos fue en Caracas. Hicimos una amistad muy bonita (…) Me pasaba buscando para darme la cola. Era un personaje que era apático, pero cuando se conseguía con uno, era chistoso, alegre. Era extraordinario, buena gente”.
Esos son los primeros recuerdos que vienen a Boscán, quien a sus 76 años tiene anécdotas claras sobre el cantante, a quien considera un orgullo para Maracaibo y Venezuela.
Trino destaca el aporte de Felipe al bolero y su hazaña de ser reconocido como “El bolerista de América”, pues el zuliano se alzó en el bolero en un tiempo en el que artistas de México y Puerto Rico se disputaban el título.
“Pero ¡Qué va! No pudieron con la belleza de voz de Felipe” destaca el locutor, quien resalta oportunamente: “Nosotros como venezolanos y zulianos. ¿Cómo no sentirnos orgullosos de que lo llamaran ‘El bolerista de América’?
Boscán está seguro de que la voz del bolerista no dejará de sonar mientras haya quien le guste el bolero y la calidad interpretativa de Pirela. “Él nunca va a dejar de sonar (…) Felipe Pirela le puso sello al bolero, le dijo: Sin mí no habrá bolero”.
“El bolero verdaderamente nace cuando nace Felipe”, concluye su compañero que destaca que nunca se ufanó del título que con voz y oído se había ganado. “Nunca hizo alarde de que era ‘El bolerista de América’, era demasiado humilde”.
A este punto, Boscán asegura que su muerte fue prematura, y que aún tenía mucho que dar al género musical que interpretó magistralmente. Coincide con Oscar García en que de seguir vivo estaría cantando, porque más allá de que tuviera o no la voz para hacerlo, sentía un compromiso con sus seguidores y “por ser lo más grande del bolero”.
Error en Maracaibo
La despedida temprana de Felipe Pirela dejó mucha tristeza entre quienes tuvieron contacto con él y entre quienes solo lo conocieron a través de sus canciones. Para este amigo y compañero en la música, el “descalabro” del bolerista comenzó con su huída del país.
Boscán, quien tuvo oportunidad de compartir junto a Felipe durante su última visita a Maracaibo, no supo qué lo alejaba de su tierra natal. Recuerda que “se vino y se fue por las trochas”, porque tenía prohibido venir.
“Hay muchos rumores sobre por qué tuvo que huir. A Felipe no se le consiguió nada por lo que fue expulsado de Venezuela. La última vez que estuvo en Maracaibo fue un mes antes de que lo mataran. Me llamó a mí y a Orlando Galofré y nos sentamos a orillas del Lago, decía que se sentía triste por no estar en su tierra, que cómo era posible que se cometiera esa injusticia. Él no entró por vías normales, entró y se fue por trochas”, relata el locutor.
En ningún momento Pirela quiso hablar de por qué tuvo que huir. “Eso no lo decía. No exteriorizaba las razones”, dijo. Cree que quien sí pudo saber fue Guillermo Barrera.
Mientras recuerda la grandeza del intérprete a pesar de su corta carrera musical, un reclamo se atraviesa: “Si en Maracaibo nace el bolero en la voz de Felipe Pirela, ¿Por qué su casa no se respetó y la tumbaron para poner un pulilavado? Eso tenemos que decirlo, fue una falta de respeto”.
En ese lugar, dice Boscán, debieron reposar sus pertenencias como en una especie de museo con sus temas, fotos y material que su familia aún conserva. “Esa es una petición que hago” ante el “error” que significó la demolición de su hogar.
El locutor asegura que hasta ahora no ha nacido en América bolerista como Felipe Pirela, por lo que lamenta que no haya habido “respeto” con él, quien en pleno auge de su carrera era aplaudido cuando se le veía caminar por Caracas.
Sin embargo su prematuro adiós significa que será olvidado. “Parece ser que el destino nunca deja que los seres importantes vivan por muchos años (…) Parece que vienen a cumplir una misión”, y la de Felipe habría sido dejar con su voz y personalidad.
Tomado de Noticia al Día
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ResponderEliminarDivinos mil gracias.
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