jueves, 10 de abril de 2014

LORENZO HERRERA - Tributo a

Almacen el Sol. La Alambra.

Alma Venezolana
Besos En Mi Sueños
Canta Ruiseñor
Chupa Tu Mamey
El Bachaco
El Coletón
La Mula Rusia
La Sultana Del Ávila
Musa aragüeña.
Pedro miguel.
Te Creía Buena

Venezuela





TE CREIA BUENA


LA MULA RUSIA


ALMA VENEZOLANA

 LORENZO HERRERA está presente en el corazón de los venezolanos. Su figura se avivo en la memoria por el culto a las cosas del espíritu. Y ese culto nace del reconocimiento a sus grandes valores humanos y artísticos. LORENZO HERRERA fue uno de ellos. Es justo entonces que se refleje esta admiración y cariño, a este talento desaparecido. Su obra anda por allí dispersa, reflejada en sus bonitas composiciones, auténticas joyas "vivas", que durarán por siempre, mientras persista esa forma de expresión tan particular de sentir y actuar, privativa de nuestro gentilicio. LORENZO HERRERA escribió música venezolana en lenguaje venezolano, con alcances eminentemente vernáculos. De esta manera, con enjundia romántica a veces, chispeante, dinámico, con fino gracejo popular, aguzado testigo de su tiempo, nos legó un rico acervo melódico, viva imagen de lo que fue su vida, su pasión, su meta: la música.

Un recuerdo a LORENZO HERRERA era responsabilidad que los venezolanos nos debíamos a si mismos. Partiendo de la base de que "honrar honra”, la RCA DE VENEZUELA C A. —preocupada por los fundamentos de la culturo popular—, se aboca o esta honrosa tarea, haciendo realidad este deseo largamente acariciado, recopilando en este álbum de nuestra Serie de COLECCIONISTAS, parte de la proficua obra musical-interpretativa de LORENZO HERRERA, diseminada en grabaciones añejas y ya descontinuados de los catálogos.


El modesto aporte de la RCA, representado en la cristalización de este disco, es sencillo, pero sincero. Trazado en líneas definidas, exalta la personalidad de quien fue el máximo cultor de la canción ciudadana. Si bien es verdad, la dimensión de este esfuerzo resulta pequeña ante la proyección humana y artística de LORENZO —así o secas, como cariñosamente se le llamaba—, se convierte por obra y gracia del cariño popular, en labor gigantesca, pletórica de dignidad, ya que su memoria cobra vida concreta y permanente dentro de lo grandeza del espíritu. Este tributo a LORENZO HERRERA, tal y como él lo hubiera querido viene a librar, aunque en menor escala, una batalla al avasallante materialismo que nos domina.

Incuestionablemente, LORENZO HERRERA fue un legítimo creador musical. De su estro brotaron las inspiraciones más bellas, que supieron identificarse con el sentir de su pueblo y por ende, con el latir de su propio corazón de artista cabal. LORENZO HERRERA con su fecunda creatividad, fue el primero en difundir la música venezolana más allá de las fronteros patrias y trozó dentro de su exuberante magia musical, imágenes y expresiones inolvidables, que persisten en el recuerdo con rasgos positivos y profundos. Tal es la fuerza de su mensaje melódico, tal la jerarquía de su característica vocal, que hoy por hoy, su producción nos resulta más veraz, más auténtica, más familiar que muchas personas que solemos tropezar en nuestro deambular diario, pero cuyo exiguo interés los hace desvaídos, brumosos, casi inexistentes. Su música, en cambio, es perdurable. Tiene tanta fuerza, tanta vigencia y latencia, que la llevamos prendida en el recuerdo. Por eso, LORENZO HERRERA merecía un reconocimiento y está simbolizado en este bagaje de canciones de su pertenencia, volcadas al acetato por la cálida emoción de su voz que es perenne. El merece que este aporte, recibo su acogida, tal como era pedido por la densa legión de simpatizantes que reclamaban esta sincera ofrenda, para que cuando de estos surcos fonográficos brote su voz para cantar a Venezuela, propios y extraños —especialmente a personas como nosotros que tuvimos el orgullo de ser honrados con su amistad—, llenos de admiración y en reconocimiento a su valer artístico, sintamos vibrar de emoción los corazones-Este es, pues, un sencillo homenaje a LORENZO HERRERA que traduce en carne viva, sentido y dicha por el propio homenajeado, gracias a la maravilla del disco, la importancia que su figura representa para los venezolanos, así como la devoción que guarda su pueblo por el artista siempre recordado, siempre llorado.
RUBEN DARIO VILLASMIL

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