Carabobo con Calibio 1946.
La
Música Popular en Antioquia.(30)
Hernán
Restrepo Duque.
- Sería mucho
después, en junio de 1935, cuando la espantosa tragedia que segó en flor la
vida de su más notable cultivador, Carlos Gardel, cuando esa tanguitud iba a
adquirir carácter oficial, por decirlo así, y una increíble difusión
internacional hasta el punto de exagerar la nota al calificar nuestra ciudad
como "la capital del tango".
De pronto, Medellín se llena toda de música. Cafés,
heladerías, bares, salones de té, contratan orquestas y estudiantinas —liras—
en determinados días de la semana. Casi siempre se presentan por la tarde, en
vespertina. Y esas figuras cuyos nombres aparecen en los discos, las encabezan
Gonzalo Vidal (1863-1946), especie de centinela del ambiente sonoro, Nicolás
Molina, Germán Solórzano, Pedro Begué, un español que ha recibido el legado del
maestro Arrióla, Nicolás Torres y su aplaudido "Jazz Nicolás", sin
que tenga nada que ver con lo de New Orleans, que aquí no pega sino en mínimos
círculos de privilegiados, sino más bien con los foxes, one steps o shymmis de
moda, y porque tienen banjo entre sus instrumentos.
Cara A
SELVA OSCURA - Bambuco (C. Villafañe - Carlos
Vieco)
DAME TU AMOR - Canción (Arr. E. Vigil y
Robles)
BENDITA SEAS Pasillo (Emiliano Rey - León
Franco)
EL NOVILLO DESPUNTAO - Corrido (The Marmless
Steer)
COPLAS TOLIMENSES - Bambuco (E. Murillo)
EL PIBE - Canción (R. Chirre D. - J. G.
Hernández)
Cara B
LA CANCION DEL REGRESO - Pasillo (R.M.
Londoño - E. Ochoa)
ALMA SONORENSE - Canción (E. González
Jiménez)
GUZLA CAMPESINA - Bambuco (E. Rosicler - C.
Echeverñ García)
LA COPA DEL OLVIDO - Tango (Vaccarezza - Del
fino)
MADRE DEL ALMA - Pasillo (Arturo Alzate
Giraldo)
ADORO NIÑA TUS OJOS Bambuco (C. del Valle -
H.J. Cárdenas)
Programó: Javier Yepes
MADRE DEL ALMA
LA CANCION DEL RECUERDO
ADORO NIÑA TUS OJOS
Jorge
Añez
Músico, escritor
Compositor, autor, cantante e investigador musical nacido
en Santa Fé de Bogotá el 23 de abril de 1892. Hijo del escritor Julio Añez,
Santandereano, quien fue diputado de la Asamblea del estado Soberano y miembro
y presidente de la Cámara de Representantes.
Conformó durante varios años el famoso dueto “Briceño y
Añez” junto al cantante panameño Alcides Briceño. Durante 18 años residió en
los Estados Unidos difundiendo la música colombiana; en ese país tuvo dueto con
Justiniano Rosales, con quien realizó varias grabaciones a principios del siglo
XX. A su regreso al país fundó la emisora radial “Ecos del Tequendama”.
En 1912 integra, junto con Luis A. Calvo, Carlos
Escamilla, El Ciego, Manuel Salazar, Luis María Pinto, Blas Forero, Ignacio
Afanador y Andrés Avelino Montañéz, la Segunda Lira Colombiana, grupo musical
fundado por el maestro Pedro Morales Pino con el que difundieron el bambuco en
todos los rincones del país, así como en diversos puntos del continente
americano, logrando especial éxito en Estados Unidos y Centroamérica. Luego
conformó su propia agrupación: "Estudiantina Añez" con la que grabó
una serie de bellísimos temas instrumentales. Al lado de Estanislao Ferro
ejecutó obras musicales que los llevaron a una exitosa y prolongada gira por
varios países suramericanos.
Es autor de los libros: “De la voragine a Doña Barbara:
estudio crítico a propósito de la originalidad de dos famosas novelas
americanas”, y “Canciones y recuerdos. Conceptos acerca del origen del bambuco,
nuestros instrumentos típicos y sobre la evolución de la canción colombiana a
través de sus más afortunados compositores e intérpretes”, publicado en 1950,
época para la que Añez ya había sido nombrado miembro honorífico de la Comisión
Nacional de Folklore.
“Mis rosas”, “Amor secreto”, “Ausencia”, “Agachate el
sombrerito”, “El cajoncito”, “Mi canción quisiera”, “Te acuerdas de mis
cantares”, “Los cucaracheros”, “Pos nunca me has de olvidar”, “No hay como mi
morena”, “Amor, qué pasa”, “Oye, amor mío”, “Ibaguereña” y “Mi dulce media
naranja” son, entre muchas otras, algunas de las canciones que componen el
importante legado musical de este importante compositor fallecido el 22 de
julio de 1952.
banrepcultural.org
Es una falla censurable de los estamentos gubernamentales echar al olvido a quienes tanto hicieron por difundir la música vernácula, la Sayco.Acimpro, debiera ocuparse de algo más que cobrar derechos de autor, sin siquiera dar a conocer los nombres de los autores. Las emisoras tienen también su alta cuota de responsabilidad por no difundir las obras de estos compositoes y aertistas.
ResponderEliminarhola como puedo adquirir música de esta pagina. gracias
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