CARLOS VIECO - Tierra Labrantia/Rareza

Avenida La Playa.Residencia en la Avenida La Playa en 1934. Medellín.
Autor Francisco Mejía
Bilioteca Pública Pliloto de Medellín.

Lado A

1—TIERRA        LABRANTIA — Pasillo

2—MORENITA - Bambuco

3—VALSE DEL CORAZON — Vals

4—TORRENTES — Pasillo

5—IDILIO CAMPESINO — Guabina

6—ALMA INDIGENA — Fox

Lado B

1- ECHEN P AL MORRO - Pasillo

2—HACIA EL CALVARIO — C. Vieco. - L. Zafir

3-   CULTIVANDO           ROSAS — Vals

4—AL CALOR DE TU AFECTO — Pasillo

1— SONRIETE — Bambuco

6— PATAS D HII.O — Pasillo

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CULTIVANDO ROSAS


PATAS DE HILO


HACIA EL CALVARIO

En uno de los hogares más honestos de la Montaña de Antioquia, en la República de Colombia, formado por el señor Camilo Vieco y la recatada y discreta matrona doña Teresa Ortiz, nativos de la ciudad de Medellín, nació por el año de 1904 —14 de marzo— Carlos Vieco Ortiz, el personaje de que habremos de ocuparnos durante el discurrir de esta breve semblanza.

De pequeño hizo Carlos sus primeros estudios en una escuela de enseñanza primaria medellinita y pasó luego a la Universidad de Antioquia, en donde cursó hasta segundo año de Bachillerato. Mas, como había nacido predestinado para la música, que irrevocablemente es arte divino, desde cuando cumplió los 13 años comenzó a alternar sus estudios generales con los musicales, matriculándose en la Escuela de Música que dirigían los profesores Jesús Arriola y Eusebio Ochoa, bondadosos maestros con los cuales aprendió Carlos, piano y solfeo. Posteriormente, y por su propia iniciativa aprendió el mecanismo de otros instrumentos, que ocasionalmente toca por mera distracción durante las fiestas de carácter familiar.

Los hermanos mayores de Carlos, Luis Eduardo, Gabriel, Alfonso y Roberto Vieco, músicos por vocación y por estudios, formaron en el año 22 un conjunto musical que se denominó "Orquesta de los Viecos", la cual fue reforzada con el nombre de nuestro biografiado, quien por aquel entonces se revelaba ya como una verdadera promesa de la música. Carlos había abandonado los estudios universitarios y entregándose por entero a sus estudios vocacionales artísticos había compuesto algunas obrillas de inspiración folclórica, que por parecerle dentro de su modestia ingénita muy semaneras y de tres por cuatro no se había atrevido a divulgar, hasta que, en el año de 1923, aconsejado por los buenos amigos y por sus mismos profesores, dio a la publicidad su primer pasillo de género alegre y motivo ambiental, intitulado "ECHE PAL MORRO", el cual pasillo constituyó un éxito por lo movido y chispeante, pudiéndose afirmar que esta pieza de nombre típico fue la base de la extensa popularidad de que hoy goza el hombre de esta semblanza relámpago.

Desde entonces, Carlos Vieco Ortiz, el artista más modesto y cordial, el caballero de toda caballerosidad, inteligente, tranquilo, casi silencioso, ciudadano ejemplar y hombre bueno, ha venido laborando con paciencia evangélica en los campos del arte musical, sin aspavientos ni pretensiones, sin estridencias ni alardeos, sin fatuidades y ajeno a toda vanidad, componiendo música popular folclórica basada en motivos colombianos, cargándole sus preferencias a los motivos terrígenos antioqueños, para expresarse en pasillos, bambucos, valses, himnos patrióticos, etc., y escribiendo también, con la misma sencillez, zarzuelas, fantasías sobre aires colombianistas y en resumen, un buen acopio de música brillante.

Temerosos de herir la modestia de Carlos Vieco, aseguramos, ya que él mismo nos ha confirmado un promedio de cinco composiciones mensuales, que en más de treinta años de laborar intenso, el artista genial de que venimos en trato, ha escrito más de mil ochocientas composiciones, lo que nos parece un verdadero récord artístico musical no igualado ni aún por los más inspirados compositores colombianos.

Con todo y esto, Vieco no ha llegado jamás a infatuarse; no habla de su obra y es esquivo como un muchacho de edad escolar. Ha sido ganador absoluto de muchos premios: medallas, menciones honoríficas, diplomas consagratorios, etc., y un significativo concurso que ganó con la música de la canción "Cultivando Rosas", en Estados Unidos; canción cuya letra es del discreto escritor que traza estas líneas amigables. En la actualidad Carlos Vieco Ortiz es profesor de la Casa de la Cultura, del Instituto Isabel La Católica, del personal de Everfit y director del Conjunto Tejicóndor, triunfador por dos veces consecutivas en las famosas Ferias de Manizales, con el cual estuvo hace poco, animando las fiestas celebratorias de la Semana Panamericana en Washington.

Restamos decir que Carlos Vieco es el compositor de música popular más discutido y comentado en Antioquia y ampliamente conocido en el país. También es generalmente apreciado por su don de gentes y por su bondadosa simpatía. No obstante, parece que a tan extraordinario artista musical no se le han reconocido con la amplitud y generosidad debidas sus méritos y cualidades excepcionales. Parece que las entidades oficiales, la nación, por mejor decirlo, y las organizaciones artísticas y culturales, vienen desde hace mucho tiempo en mora con este amable caballero del arte.

Por eso es digno de todo aplauso el gesto gallardo de la "Ondina Fonográfica Colombiana Ltda.", que ahora acaba de emitir una gran cantidad de discos de larga duración, con doce de las más populares composiciones del maestro Carlos Vieco, ejecutadas por éste al piano y combinadas algunas con otros instrumentos, bajo el rubro de "TIERRA LABRANTIA", inspirada en una obra poética de León Zafir, que él mismo Vieco Ortiz musicalizara.

Carlos Vieco Ortiz, en resumen, es el captador más fiel de todos los ritmos, armonías y rumores de la Montaña. Es la antena musical de la Raza.    

LEON ZAFIR