viernes, 21 de marzo de 2014

VALSES INOLVIDABLES Vol.1 -Varios

Almacén el Buen Tono 1914.

Carlos García & Orquesta - A mi Madre (02:48)
Corazón de oro -Francisco Canaro.mp3 ( 3:26)
Desde el alma -Francisco Canaro.mp3 ( 3:12)
El Aeroplano -Roberto Firpo.mp3 ( 3:14)
Flores de Alma -Alfredo de Angelis.mp3 ( 3:10)
Ilusión de mi vida -Los Indios Tacunau.mp3 ( 2: 3)
Lágrimas Y Sonrisas -Rodolfo Biagi.mp3 ( 2:48)
Olga -'Pirincho' y su Quinteto Tipico.mp3 ( 2:41)
Pobre Flor -Alfredo De Angelis.mp3 ( 2:43)
Puentecito De Mi Rio - Osvaldo Pugliese.mp3 ( 2:55)
Juan de Dios Filiberto y su orquesta porteña - Santiago del Estero (02:28)

Vibraciones del alma.mp3 ( 3:54)




LAGRIMAS Y SONRISAS


DESDE EL ALMA


POBRE FLOR


Hace un siglo tenía en Viena su glorioso apogeo un embriagador, meciente y ondulante ritmo bailable manejado por una dinastía musical: Johann Strauss, conocido por “el viejo”, había sido el padre del vals, su homónimo hijo, llamado “el joven” había superado el prominente título, pues se le reconocía como el rey del vals.

El genio armónico de los Strauss, padre e hijo, introdujo en Viena una alegría danzante que se matizaba con un poco de locura y otro poco de melancolía para estallar finalmente en burbujas de champaña.

El ondulante baile conquistó los salones de la ciudad imperial e hizo inmediato camino a los del viejo continente, no se detuvo allí y el joven continente americano fue otra de sus principales metas. Llegado a la Argentina, tampoco se detuvo en las salas fulgurantes de la alta sociedad.

Un pueblo ávido de asimilar lo importado de Europa –fuere material o espiritual-  introdujo el vals en casas de familia, en patios suburbanos engalanados de farolitos de papel, en numerosos centros recreativos. El vals se acriollaba…y se hizo criollo del todo al cruzar el límite entre arrabal y campo, desparramando armonías por las rutas provincianas. Entró en una nueva clasificación muy nuestra “Vals Criollo”, con un particular giro rítmico; y de tan aligerado que se tornó ese ritmo: ameno, nostálgico sin tristeza, placentero sin desborde, la clasificación se hizo amablemente diminutiva: “Valsecito criollo”.

En este disco de larga duración que presenta EMI-ODEON, los valses que lo integran son inolvidables, como son también inolvidables algunos titulares, ya desaparecidos, de los conjuntos que los interpretan, cuyos nombres honraron y honran el elenco de artistas de esta Compañía. Roberto Firpo, nacido el 10 de mayo de 1884 y fallecido el 14 de junio de 1969; Juan de Dios Filiberto, nacido el 8 de marzo de 1885 y fallecido el 11 de noviembre de 1964; Francisco Canaro, nacido el 26 de noviembre de 1888 y fallecido el 14 de diciembre de 1964; y Rodolfo Biagi, nacido el 14 de marzo de 1906 y fallecido el 24 de septiembre de 1969.

Los demás intérpretes titulares de esta placa: Oswaldo Pugliese, Alfredo De Angelis, Los indios Tacunau  y Carlos Garcia, siguen aportando en plenitud de actividad y popularidad sus ponderados esfuerzos al enaltecimiento de una música que tiene palpitación nacional y regocija y conmueve con fórmulas sencillas, francas y afectivas. 

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