Alma Venezolana
Besos En Mi Sueños
Canta Ruiseñor
Chupa Tu Mamey
El Bachaco
El Coletón
La Mula Rusia
La Sultana Del Ávila
Musa aragüeña.
Pedro miguel.
Te Creía Buena
Venezuela
TE CREIA BUENA
LA MULA RUSIA
ALMA VENEZOLANA
Un recuerdo
a LORENZO HERRERA era responsabilidad que los venezolanos nos debíamos a si mismos.
Partiendo de la base de que "honrar honra”, la RCA DE VENEZUELA C A.
—preocupada por los fundamentos de la culturo popular—, se aboca o esta honrosa
tarea, haciendo realidad este deseo largamente acariciado, recopilando en este
álbum de nuestra Serie de COLECCIONISTAS, parte de la proficua obra
musical-interpretativa de LORENZO HERRERA, diseminada en grabaciones añejas y
ya descontinuados de los catálogos.
El modesto
aporte de la RCA, representado en la cristalización de este disco, es sencillo,
pero sincero. Trazado en líneas definidas, exalta la personalidad de quien fue
el máximo cultor de la canción ciudadana. Si bien es verdad, la dimensión de
este esfuerzo resulta pequeña ante la proyección humana y artística de LORENZO
—así o secas, como cariñosamente se le llamaba—, se convierte por obra y gracia
del cariño popular, en labor gigantesca, pletórica de dignidad, ya que su
memoria cobra vida concreta y permanente dentro de lo grandeza del espíritu.
Este tributo a LORENZO HERRERA, tal y como él lo hubiera querido viene a
librar, aunque en menor escala, una batalla al avasallante materialismo que nos
domina.
Incuestionablemente,
LORENZO HERRERA fue un legítimo creador musical. De su estro brotaron las
inspiraciones más bellas, que supieron identificarse con el sentir de su pueblo
y por ende, con el latir de su propio corazón de artista cabal. LORENZO HERRERA
con su fecunda creatividad, fue el primero en difundir la música venezolana más
allá de las fronteros patrias y trozó dentro de su exuberante magia musical,
imágenes y expresiones inolvidables, que persisten en el recuerdo con rasgos
positivos y profundos. Tal es la fuerza de su mensaje melódico, tal la
jerarquía de su característica vocal, que hoy por hoy, su producción nos
resulta más veraz, más auténtica, más familiar que muchas personas que solemos
tropezar en nuestro deambular diario, pero cuyo exiguo interés los hace
desvaídos, brumosos, casi inexistentes. Su música, en cambio, es perdurable.
Tiene tanta fuerza, tanta vigencia y latencia, que la llevamos prendida en el
recuerdo. Por eso, LORENZO HERRERA merecía un reconocimiento y está simbolizado
en este bagaje de canciones de su pertenencia, volcadas al acetato por la
cálida emoción de su voz que es perenne. El merece que este aporte, recibo su
acogida, tal como era pedido por la densa legión de simpatizantes que
reclamaban esta sincera ofrenda, para que cuando de estos surcos fonográficos
brote su voz para cantar a Venezuela, propios y extraños —especialmente a
personas como nosotros que tuvimos el orgullo de ser honrados con su amistad—,
llenos de admiración y en reconocimiento a su valer artístico, sintamos vibrar
de emoción los corazones-Este es, pues, un sencillo homenaje a LORENZO HERRERA
que traduce en carne viva, sentido y dicha por el propio homenajeado, gracias a
la maravilla del disco, la importancia que su figura representa para los
venezolanos, así como la devoción que guarda su pueblo por el artista siempre
recordado, siempre llorado.
RUBEN DARIO
VILLASMIL
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