jueves, 9 de mayo de 2024

GRANDES ESTRELLAS A DUO - Varios

 

 

LADO A:

TIEMPO -MARCO ANTONIO MUÑIZ – JOSE JOSE

LO NUESTRO TERMINO -DUO IRIZARRY DE CORDOVA

ME GUSTAS -ARMANDO MANZANERO -ANGELICA MARIA  

MENSA EN MI -DUO PEREZ RODRIGUEZ

UN GRAN AMOR -DUO CARMELA Y RAFAEL

PARECE OUE FUE AYER -PEDRO VARGA Y MARCO A MUÑIZ

NOSOTROS

 

LADO B:

INOLVIDABLE -DUO PEREZ RODRIGUEZ

NUNCA -ALFREDO SADEL -RUDY MARQUEZ

OBSESION -DUO CLARA Y MARIO

SOLAMENTE UNA VEZ -PEDRO VARGAS Y BENNY MORE

AUNQUE TENGAS RAZON -AMALIA MENDOZA Y JOSE A. JIMENEZ

UN MUNDO RARO -MIGUEL A. MEJIA Y MARCO A. MUÑIZ

BESAR - CARMELA Y RAFAEL


LO NUESTRO TERMINO


PIENSA EN MI



HERNAN RESTREPO DUOUE

 

UNICA PRESENTACION DE NUEVOS LPs PROGRAMADOS POR HERNAN RESTREPO DUQUE DE SU DISCOTECA PARTICULAR

 

HERNAN RESTREPO DUQUE, creador del sello PRELUDIO. falleció en la ciudad de Medellín, Colombia el 11 de noviembre de I991, en trágico accidente de tránsito. Había nacido en la misma ciudad el 6 de junio de 1927.

Era considerado como el hombre más conocedor de música popular en Latinoamérica. El que más sabía de discos y de artistas.

Incursionó en el campo del periodismo farandulero a finales de la década del 40, en la revista Micro con Camilo Correa y en el vespertino El Diario, con el inolvidable “Chinche” Alberto Yepes.

 Fue el pionero de los comentaristas de discos en nuestra radiodifusión con su Radiolente, fundado en 1952, en la Cadena Caracol, cuando el rey de los disjokey de habla hispana era el chileno Raúl Matas. El programa lo pasó después por Todelar y RCN.

 El nombre de Radiolente también lo haría famoso en deliciosas cróni­cas escritas para los semanarios Pantalla y Proyección, y los rotativos El Diario, El Correo, El Espectador, El Mundo y El Colombiano. Igual­mente escribió varios libros sobre música colombiana y popular.

 Además, Hernán Restrepo, estaba señalado como un atildado cronista taurino. Y fueron de respeto las conferencias que dictó en diversos lu­gares y países (México. Puerto Rico. Argentina) y la extraordinaria se­rie de programas dominicales pasados por la emisora cultural de la Cá­mara de Comercio de Medellín.

 En 1953 fue contratado como jefe de propaganda de la disquera Sonó­lux. para pasar poco después a dirigir la RCA Víctor en Colombia, hasta 1974.

 Poseedor de valiosa colección discográfica, ideal para un museo como lo propusimos en 1939 en el periódico Reporteros, Hernán Restrepo fundó a fines de los años 70 su propio sello: PRELUDIO, en el que publicó unos 200 discos de larga duración, con grabaciones de antología que adquirían ávidamente los amantes de la música del pasado. Eran ver­daderas joyas musicales.

 Dos años antes de su deceso Hernán entregó el manejo de PRELUDIO a Manlió Bedena, quién ha venido dirigiendo la empresa en forma atina­da.

 Y es Manlio quien lanza la idea de rendir un sonoro homenaje a la me­moria de la primera autoridad discográfica del continente con la crea­ción de la -COLECCION POPULAR HERNAN RESTREPO DUQUE”, con lo mejor de su archivo fonográfico, del cual hace parte este disco, para deleite de usted y de todas las gentes de buen gusto.

                                  Notas escritas por OSCAR OCTAVIO PELAEZ JARAMILLO



Edificio Víctor

Para Carlos Puerta

Víctor Bustamante

Qué más podría decir, agregar, sobre la familia de Horacio Marino Rodríguez, cómo catalogarla a la distancia, si el tiempo ha situado con justa medida sus obras que hablan por ellos y su aporte imperecedero aun es visible, así como esa creatividad a flor de piel, ese saber que, en el caso de Melitón, su hermano, las fotografías dan la idea del trascurso de una ciudad que él plasmó al comienzo con Horacio. Ya que después, cuando cada uno decidió casarse, partieron su profesión, en el gabinete de fotografía, para buscar cada uno un camino, y es ese camino creativo todo un reto en Horacio Marino: ser arquitecto. La vena artística de esta familia, esa presencia, ese talento de su padre que fue tallador de lápidas, la cercanía con Hauesler, su suegro, con la familia Cano, algunas de sus mujeres escritoras, dan la idea del fuste de una familia y su presencia intelectual bajo un concepto diferente que conmueve, que llama la atención ante la sobriedad de sus vidas, ante el talento y talante de todos ellos. Las obras son las que hablan, su idoneidad pervive. Ellos son parte entrañable de la ciudad.

Horacio Marino fue fotógrafo, pintor y luego arquitecto autodidacta, participó en la creación de la revista El Repertorio, escribió dos libros: Diez y ocho lecciones de fotografía y el Libro del constructor. En 1903 creó la oficina de arquitectura HM Rodríguez e Hijos, con la participación de sus hijos: Martín que estudió arquitectura en Estados Unidos, Horacio y Nel que estudió arquitectura en Estados Unidos y en Francia.

La firma de HM Rodríguez establece su presencia en la ciudad: en la remodelación del Paraninfo y de la Plazuela de San Ignacio, diseñaron Teatro Circo España, el edificio Tobón Uribe (Farmacia Pasteur), el edificio de Bellas Artes, el edificio Gutiérrez, el Banco Republicano, el Palacio Egipcio, el Castillo del Poblado, el Palacio Municipal, y el Edificio Víctor y es precisamente este edificio del cual nos ocuparemos.

Cuando se presentó la posibilidad de inaugurar el Edificio Víctor, este acontecimiento fue saludado por la revista Progreso:

 


EDIFICIO VÍCTOR

 

Uno de los más hermosos de la ciudad, de propiedad de los Sres. Félix de Bedout & Hijos, cuyos arquitectos fueron los H.M. Rodríguez e Hijos.

Medellín cuenta con varios hermosos edificios comerciales, pero entre ellos hay pocos construidos por casas de comercio para sus propios negocios únicamente. Entre estos últimos está el edificio Víctor de Félix de Bedout & hijos, que ellos ocupan, junto con el Edifico Bedout, con sus extensos negocios de Droguería, Librería, Papelerías, Agencias y Representaciones.

La severidad de las líneas del edificio se debe al estilo netamente comercial que se adoptó. No hay a excepción de los mascarones, nada que no obedezca a la más estricta economía, a exigencias de más pura construcción y adaptación de materiales, los cuales están en la parte exterior, completamente desnudos

La línea vertical domina por la forma misma del edificio, dándole con esto un énfasis a la altura, la cual en realidad es inferior a su apariencia. El segundo piso está soportado por dos columnas de hierro, para lograr con esto la mayor área de vidrios en el primero, lo cual es indispensable en un almacén moderno.

Cada piso es un solo salón, con el mínimo de Columnas, con servicios sanitarios y de ascensor.

Es Construcción a prueba de fuego y está dotado de una buena instalación de hidrantes. Su solidez es toda prueba: los pisos están calculados para resistir 600 kilos por metro cuadrado.

Los arquitectos fueron Horacio M. Rodríguez e Hijos

Reciban ellos y los propietarios las felicitaciones de Progreso por esta nueva obra que embellece. Y aprestigia a Medellín.

Aquí, en esta presentación, se mencionan los mascarones como el único detalle que se aparta de la sobriedad del edificio. Ellos han sido utilizados en la arquitectura con diversas significaciones. En el Art Noveau, son los decorados más enigmáticos que presentan. Estos mascarones del Edificio Víctor no son terroríficos, ni cómicos, ni alegres como se utilizó en esa corriente arquitectónica. No, su autor Bernardo Vieco, les dio una serenidad y cierto carácter de extrañeza que aún nos preguntamos en dónde reside ese encantamiento. Él se alejó de esas significaciones que le daban para ahuyentar a los demonios y a los malos espíritus, en esos tres mascarones buscó su sello, ese misterio que aun pervive. Me detengo en esas esculturas por esa desazón que causa cuando las miramos desde la calle y sorprende la seriedad de su mirada.

El Edificio Víctor, con los años, fue conocido con ese apelativo dado por la habladuría popular: el Edificio de las tres cabezas. Bastaba esa señal, da un punto de localización en la calle Boyacá.

Esas tres cabezas vaciadas en cemento, que coronan el Edificio Víctor son un enigma. Algunos afirman que se trata de tres rostros de los integrantes de la familia Bedout, dueños del edificio; otros, según testimonios de la época, que son autorretratos del autor, famoso por sus pronunciadas ojeras. Bernardo Vieco, su escultor, lúcido, imprescindible y laborioso, siempre se relega, mientras sus obras aún están presentes en diversos sectores de la ciudad. Pueden verse en el Cementerio de San Pedro, en iglesias, en fachadas; muchas de ellas asociadas a la cuestión religiosa. Hace casi cien años que él esculpió estas tres cabezas y esta escultura es la que más incógnitas causa. Junto a las tres Marías del cementerio de San Pedro se convierten en la triada, no en vano estas tres mujeres de inmediato nos llaman la atención. Dos de ellas miran hacia abajo como dándole cierta profundidad, similar a los mascarones.

Félix de Bedout Moreno, el dueño del Edificio Víctor, el magnate que deseaba darse su tono, como los otros comerciantes de la Villa, nació en Medellín en 1868. Hijo del ingeniero francés Pablo de Bedout de Vassal, se casó con Ana del Valle López. A los 21, en 1889, años fundó la Tipografía del Comercio y el semanario "La Tipografía", órgano de la difusión de la Librería Bedout. Importó de Estados Unidos una imprenta pequeña que solo servía para imprimir tarjetas. Autodidacta, aprendió el arte de la impresión, de revistas y catálogos. Él introdujo al país la primera prensa de cilindro, antes sólo eran conocidas las de mano y trajo las cuñas de cierre automático para imponer las formas y las pastas para rodillos, también debido a su experiencia suprimió la mojada del papel antes de su impresión. Conocía cabalmente su industria, por haber sido cajista, prensista y distribuidor en sus talleres.

En 1914 creó la Casa comercial Félix De Bedout e Hijos, con su hijo Pedro Pablo, luego con sus otros hijos, Jorge, Jaime, Ramón y Horacio. Y se convirtió en distribuidor de marcas extranjeras como la Víctor, la Remington, la Dalting. En 1903 publicó los dos primeros textos escolares de carácter religioso, Cien lecciones de historia sagrada y el catecismo del Padre Astete.

La calle Boyacá, sede del edificio Víctor, posee su historia, por ahí corrió Epifanio cuando se enloqueció y salió despavorido hacia las orillas del río. En esta calle, cerca de la Veracruz, una señora, desvelada y sicalíptica, en las noches, anotaba la escapada de sus vecinos por si regresaban a casa borrachos y registraba la hora. Esta calle posee las casa de Girardot y la de Zea, y también a la salida de la librería del Negro Cano, algunos intelectuales de su tertulia, se iban por Boyacá, al Chateclair, diagonal al Perdón de la Candelaria, a rematar su bohemia.

En los inicios del Edificio Víctor, en el primer piso funcionaba la Droguería Bedout. En el segundo piso un almacén de música, el Salón Víctor, que vendía discos de la RCA Víctor. Allí, en el balcón izquierdo, podía verse el símbolo de la RCA Víctor, el Fox Terrier, Nipper, escuchando la voz de su amo.


En 1939 la RCA Víctor envió a Medellín una grabadora de discos y encargaron al director artístico de Radio Nutibara, Hernando Téllez Blanco, para que grabara algunos temas y los enviara a Estados Unidos, en donde se prensaban los discos, sería el distribuidor exclusivo al impresor, editor y comerciante Félix de Bedout. Esos estudios estaban ubicados en la carrera Junín, al frente del Teatro Junín. Allí grabaron: «No quieras más corazón», de Carlos Vieco y Santiago Vélez Escobar, «Recuerdo de amor», interpretado por Ospina y Martínez. También allí grabaron el Trío Colombiano, Los Payadores, Abel de J. Salazar con Eladio Espinosa y Plutarco Uquillas.

Antes, maestros como José María Tena y Pietro Mascheroni escuchaban emisoras en onda corta desde México, y de inmediato pasaban estas canciones a partituras para ser tocadas en sus radioteatros. Un caso curioso ocurrió cuando una cantante cubana trajo su repertorio a la ciudad para su debut, y encontró que aquí hacia años lo cantaban los conjuntos locales.

Ese mismo año, el portorriqueño Johnny y su grupo estuvieron en Medellín. Aquí en este edificio, existió un encuentro entre Johnny y Tartarín y de ahí salió una guaracha, "Los responsorios de Lola ", con letra de Libardo Parra Toro. Félix de Bedout, representante de la RCA Víctor desde 1935, le había solicitado a Tartarín algunas canciones, “Embriaguez de llanto” y “Son de campanas”, para entregárselas a Carlos Gardel pero la muerte de este en Medellín llevó a que se le cedieran Agustín Magaldi.

Ya en 1940 existían en Medellín, en el Centro, ocho emisoras, siete de las cuales tenían un carácter comercial: La Voz de Antioquia, La Voz del Comercio, Radio Córdoba, Radio Nutibara, Ecos de Occidente, Ecos de la Montaña y Emisora Claridad. Existía además la emisora de la Universidad de Antioquia, Radio Universidad, y una revista memorable, Micro de Camilo Correa.

Boyacá, hoy, ha declinado su prosapia, ya no está la librería Don Quijote, el centro comercial la Veracruz se haya más desprestigiado que nunca, con bodegas de afán y carretillas, y se pierde en los arrestos de la pauperización y abandono del Centro, si antes la calle Boyacá, en este tramo de Bolívar a la Plazuela de la Veracruz, era sitio de llegada de viajeros, ahora en la cuadra de Carabobo hacia abajo observamos el barullo de las ventas de todo a mil, los vendedores ambulantes y las putillas situadas en los hotelitos, y las pensiones de ultra mala muerte.

Al declinar la industria de la música, es decir, al aparecer otras disqueras con otras propuestas, al igual que al negocio de las drogas adquirir otro tipo de contratación, y, sobre todo, al declinar los negocios de la Editorial Bedout, las actividades del Edificio Víctor asumen otro carácter. En un tiempo, en el primer piso, funcionaria la Recaudación de impuestos, en el tercer piso una escuela de hapkido. Ahora, en esta caída posmoderna, el Edificio Víctor, exhibe una placa de Bien de Interés Cultural, pero ya sabemos lo que eso significa, una lápida. Ya descolgaron de la parte alta de la fachada el aviso amarillo que anunciaba su intervención, ahora suspendida por algo de peso, le faltaba el visto bueno del Ministerio de Cultura, el cumplimiento de la resolución 2236 del 2008, sobre las zonas de influencia de los polígonos culturales en este caso el de la Veracruz. En la Curaduría Tercera, en Punto Clave, después de indagar con Faduil Alzate, no sabían de ese requisito indispensable ya que este Edificio Víctor está protegido.

Actualmente funciona el Centro Comercial Corona, entre el bullicio de los altoparlantes de los vendedores, las vitrinas. El mal gusto de esos almacenes indica la nueva preferencia del habitante de la ciudad por esos lugares, sin aura, y ya Boyacá una calle sin aceras, queda perdida, sin su verdadera significación.

Solo arriba del Edificio Víctor, en su silencio, las tres caras de Bernardo Vieco, impasibles, silenciosas, y con la lama del tiempo permanecen atentas, vigilantes.

Aquí la palabra patrimonio sabe a la desidia de lo amargo.

 Bibliografía:

-Fotos antiguas de Medellín

-Archivo fotográfico BPP

-https://www.myheritage.es/photo-188_115980082_115980082/horacio-y-leon

-http://www.encuentrolatinoradio.com/2017/02/johnny- rodriguez-cancionero-de-america.html

-Boletín Cultural y Bibliográfico: Vol. 23, núm. 09 (1986)-Arias Calle, Juan David. La industria musical en Medellín 1940-1960: cambio cultural, circulación de repertorios y experiencias de escucha, Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.


                                                          Tomado del blog  Neonadaismo 2011






lunes, 6 de mayo de 2024

MARGARITA CUETO - CARLOS MEJIA - DUETOS

 



Ojitos Tristes

A una ola

 Nube Pasajera

Por Que Me Has Besado Tu

Rinconcito lejano

 Vida O Sueño

 Soy Virgencita

Nunca

Coralito Yucateco

Donde Estas Corazón

La Negra Noche

Fuiste Tu

La China Princesa

Te vengo a decir Adiós




A UNA OLA



Carlos Mejía

Para recordar al cantante Carlos Mejía (véase foto), nacido el 6 de diciembre de 1892, presentaremos “A una ola” de María Grever. En esta grabación de los años treinta, el tenor se hace acompañar de la cantante Margarita Cueto.

Carlos Mejía ingresó al Conservatorio de Ciudad de México en donde se perfecciona en el canto, haciendo su primera aparición en público el 4 de abril de 1915 en el teatro Abreu con la ópera La Favorita; en ese entonces Mejía Lango tenía 23 años de edad.

Hizo acoplados dúos con Margarita Cueto, Blanca Ascencio, Juan Pulido, Rodolfo Hoyos, Hermanas Águila. Murió el 27 de abril de 1968, cuando aún ejercía como profesor de canto en su casa de la calle Ixtlán No. 44 de la colonia Roma Sur de México.

Así mismo con el dueto de Ray y Laurita canto “Atotonilco”, canción compuesta por Juan José Espinoza Guevara. La grabación corresponde a los años treinta y es un verdadero garbanzo de a libra.

                             Hasta que el cuerpo aguante.  VIERNES 03 DE DICIEMBRE DE 2010

 

Estudió en el Conservatorio de la Ciudad de México donde debutó en ópera el 4 de abril de 1915 en el Teatro Abreu en ''Favorita''.

También apareció en Estados Unidos, donde grabó para Victor.

Es considerado uno de los mejores tenores operísticos mexicanos de todos los tiempos.

Cronología de algunas apariciones

1915 Citt a del Messico Teatro Arbeu Boheme (Rodolfo)

1915 Citt a del Messico Teatro Arbeu Rigoletto (Duca)

1916 Citt a del Messico Esperanza Iris- Teatro Arbeu Boheme (Rodolfo)

1917 Citt a del Messico Teatro Arbeu Rigoletto (Duca )

1920 Ciudad del Messico Esperanza Iris Boheme (Rodolfo)

1920 Teatro Brigham Liberty Rigoletto (Duca)

1920 Ciudad del Messico Teatro Esperanza Iris Rigoletto (Duca)

1924 Ciudad del Messico Teatro dell'Opera

                                                                          forgottenoperasingers



Parque de Bolivar.

1910 SMP.


viernes, 3 de mayo de 2024

ABELARDO ESLAVA - Clasicos Venezolanos



ENDRINA - Napoleón Lucena

TU PARTIDA - Augusto Brandt

BESOS EN MIS SUEÑOS - Augusto Brandt

DAMA ANTAÑONA - Fco. de Paula Aguirre

VORAZ - Anónimo

SERENATA - Manuel Enrique Pérez Díaz

ESTA NOCHE SERENA – Anónimo

EL VIAJERO • Anónimo

POR EL CAMINO - José Reyna

NO PUEDO OLVIDARTE - María Luisa Escobar


SERENATA


ENDRINA




Abelardo Eslava

Abelardo Eslava nació en Caracas en el año de 1940. Desde su niñez mostró una marcada vocación hacia el canto clásico, en especial la ópera italiana, iniciando formalmente sus estudios de canto a la edad de veinte años bajo la experta dirección del maestro y tenor español Miguel Ontiveros. para luego perfeccionar su repertorio con el ilustre barítono venezolano Eugenio Palacio Coll.

 

Eslava ha intervenido en recitales operáticos. actuando como solista en los teatros Nacional y Municipal de Caracas (Venezuela), así como también en varias emisoras de radio del país.

 

Diversas personalidades del mundo lírico venezolano coinciden en afirmar que Abelardo Eslava es poseedor de una bella voz de tenor dramático poco común en nuestro país. Alterna sus actividades artísticas con su profesión de contador jefe del Concejo Municipal del Distrito Federal, para el cual brinda esta maravillosa grabación. donde se deja oír fielmente la calidad excepcional de su magnífica voz.

 

Ofrece en esta grabación el ilustre Concejo Municipal del Distrito Federal con motivo del "Día de Caracas' —25 de julio— un oportuno y emotivo recuerdo de esta fecha alrededor de lo cual gira la fundación de la gran ciudad en donde vio la primera luz Simón Bolívar y donde fulgurará más tarde el relámpago Inicial de libertad que Iluminó la tierra suramericana. Siendo Carocas el corazón de la Patria, en ella se recogen los ecos más notables de la canción popular venezolana que al imponerse en su atmósfera han quedado eternizadas por su belleza y por sus características netamente nacionales en el alma caraqueña como Invalorable patrimonio de un gran pueblo.

 

De este patrimonio vocal a un tiempo sencillo y penetrante en su expresión —bien sea ésta anónima como muestra del sentir venezolano en palabras y música, bien sea de autores nacionales que han captado su esencia— se han seleccionado aquí diez canciones que aun cuando no abarcan los zonas todas del territorio patrio puede considerarse por su vigencia en ellas como propias en un sentido amplio do nacionalidad, de bien común Y son ellas, en orden de ejecución:

 

1) ENDRINA, del compositor larense Napoleón Lucena. la canción popular más gustada en toda Venezuela por el fácil encanto de una melodía que se mece sobre un ritmo continuo de habanera sin perder por ello sus signos de venezolanidad;

2 y 3) TU PARTIDA y BESOS EN MIS SUEÑOS, de Augusto Brandt. uno de los compositores más cultos que dio el país y cuyas Incursiones musicales en el género ligero destacan la fecunda espontaneidad de un numen genuino, pronto a manifestarse, tanto en eI más complicado como en el más sencillo de los lenguajes. El primero de estos dos trozos está escrito en tiempo de vals lento y el segundo sobre un ritmo de habanera al Igual que ENDRINA;

4) DAMA ANTAÑONA, de Francisco de Paula Aguirre. uno de los valses más característicos de la Caracas de los años 20, escrito sobre un texto no menos característico del genial humorista, fecundo caricaturista y notable poeta Leoncio Martínez (Leo), director del celebrado semanario "fantoches” cuyo recuerdo hace honor al periodismo venezolano en gracejo criollo y combativo civismo;

5) VORAZ, de autor anónimo, escrito en el típico estilo de las serenatas nocturnas venezolanas de mediados del pasado siglo, en cuya letra y en cuya música se extrema la expresión romántica;

6) SERENATA, de Manuel Enrique Pérez Diez, uno de los grandes maestros venezolanos de la guitarra y quien ha dejado en esta pequeña obra una joya de hondo sentido popular que responde a su título en depurada formo de belleza;

7) ESTA NOCHE SERENA, otra composición anónima no menos bella y de ambiente similar a las dos anteriores;

8) EL VIAJERO, también anónima y rebosante de una sincera nostalgia:

9) POR EL CAMINO, de José Reyna. Inspirado compositor que en esta canción sabe captar la atmósfera de nuestro llano en toda su plenitud local; y

10) NO PUEDO OLVIDARTE, una de las más hermosas y celebradas canciones de la notable compositora carabobeña Marta Luisa Escobar, cuya raigambre criolla se hermana saludablemente con los más aplaudidas canciones latino-americanas de los últimos treinta años.

 

interpreta estas canciones —arreglado su acompañamiento para orquesta por el conocido maestro Atilio Ferraro— el distinguido tenor venezolano Abelardo Eslava, una de las más bellas voces de Venezuela. Nacido en Caracas en octubre de 1940. Abelardo Eslava ha mostrado desde su primera juventud una definida vocación por el canto sobre las bases de una calidad de voz excepcional, un temperamento altamente sensitivo y de un continuo afán de perfeccionamiento Sus estudios de canto estuvieron dirigidos alternativamente por el notable barítono Eugenio Palacio-Coll y por el profesor tenor español Miguel Ontiveros, residente en Venezuela desde hace veinte años. Y podemos decir que ha asimilado de ambos las mejores directrices, como podrá apreciarse al oír esta grabación en la cual su voz es factor principal de emotividad y sentimiento venezolanita.

                                                                                                                         ISRAEL PEÑA



Calle Bolivia de occidente a oriente, foto tomada desde la Catedral Metropolitana.

Año 1925

En primer plano el cruce con Sucre. Al fondo a la izquierda el cerro Pan de Azúcar.

Foto extraída de un archivo de, Mario Posada Jaramillo.

Sin datos de autor y propietario.









miércoles, 1 de mayo de 2024

GOMEZ Y VILLEGAS - Como en los Nidos




1 Ayúdame Tu

2 Como en los Nidos

3 Envidia a la Luna

4 Verdes Eran Tus Ojos

5 Te Amo

6 Ensueño

7 Amemonos

8 Dime por Qué

9 Granito de Sal                        

10 Por un Beso de Tu Boca

11 Para Tus Ojos Negros

12 Estoy Decidido


COMO EN LOS NIDOS.


POR UN BESO DE TU BOCA




Por un beso de tu boca

 El bambuco Por un beso de tu boca nació como obra musical en el año de 1918, cuando el compositor y cantante antioqueño Eduardo Cadavid (1879-1938) musicalizó, en Bogotá, un texto del zipaquireño Guillermo Quevedo Zornoza (1886-1964), a quien no conocía para entonces, con el fin de incluirlo en el repertorio del dueto que tuvo con Eduardo Baquero.

Guillermo Quevedo Zornoza (1886-1964) fue el letrista del bambuco Por un beso de tu boca, compuesto en 1918 por el cantante y compositor antioqueño Eduardo Cadavid (1879-1938). Quevedo Zornoza fue un compositor, director e historiador nacido en Zipaquirá, Cundinamarca, y pertenecía a una familia de músicos.

 

Guillermo Quevedo Zornoza



Guillermo Quevedo Zornoza. Compositor, director, historiador. Nació en Zipaquirá, Cundinamarca el 25 de noviembre de 1886, murió en la misma ciudad el 9 de marzo de 1964. Perteneció a una familia de músicos: nieto de Nicolás Quevedo Rachadell y sobrino de Julio Quevedo Arvelo. Además, sus tíos, Nicolás y Carolina, fueron músicos; y serian ellos quienes acercarían a Guillermo a la música.

 




Eduardo Cadavid

Compositor antioqueño nacido en Titiribï el 17 de junio de 1879 y fallecido en 1938 en Bogota, ciudad donde desarrollo toda su carrera musical.

Autor de hermosas composiciones de nuestro cancionero, entre las cuales merecen mención especial Por un beso de tu boca, El Cámbulo, La danza, Cansado Viajero, etc...





Parque Bolívar, costado sur.

Al fondo la casa del fotógrafo y comerciante Pastor Restrepo Maya, ubicada en el cruce de Caracas con Venezuela.

sin fecha

Foto por Manuel A. Lalinde.

Archivo bpp.


miércoles, 3 de noviembre de 2021

JUAN PULIDO VOLII (Tesoro)




 

DONDE ESTAS CORAZON
LA NEGRA NOCHE
NUNCA


Dónde Estás Corazón

Flor De Quimera

Galleguita

La Negra Noche

Medias de Seda

Nube Pasajera

Nunca

Pajarillo Barranqueño

Por Qué Has Venido

Sentencia

Sueno chino

Una Más



Cada día que pasa crece el cariño y la admiración por JUAN PULIDO, el barítono canario que fue llamado “El emperador de la canción” y que centralizo el movimiento fonográfico de los países centroamericano en la segunda y tercera década del siglo.



Fue quien introdujo el tango canción a Colombia, a través de los discos fonográficos. Quien popularizo en México, en Cuba, en todos los países del centro del continente, los éxitos de Gardel y de Rosita Quiroga. Los temas que Buenos Aires ovacionaba en los escenarios de moda. En su voz llegaron las primeras canciones típicas de México, canto pasillos y bambucos colombianos. Fue el cantor de todos y de todo.

Su voz se hizo leyenda, vivo el aun en un México que lo recibió cariñosamente y lo hizo suyo.

Las grabaciones aquí contenidas fueron realizadas para distintas marcas norteamericanas distintas de Colombia y de RCA Víctor; que al suspender actividades le dieron posesión sobre las matrices que ahora cede en exclusiva para el sello LEGAL que lo cedió a la serie TESOROS.

 Hernán Caro.


Junín desde La Playa (Parisina).Robert Swanton 1933-





viernes, 17 de enero de 2020

LO MAXIMO DE LA MUSICA ANTAÑONA Vol - 9 .Varios



01. Luis Valente y Miguel Cáceres - ROSAS DE OTOÑO - G. Barbieri, J. Rial
02. Dueto Angelino - PROMESA - Manuel S. Acuña
03. Víctor Manuel Acosta y su Conjunto - LA MALDICION - Luis V. López S.
04. Conjunto América - OPTIMISMO - Abel de J. Salazar
05. Dúo Bayardo, Palacios - PALOMA - L. Bayardo, A. Palacios
06. Uquillas y Pérez con conjunto de Juan Abarca - ORACION GAUCHA - Dominio Público
07. Juan Rodríguez - EL PONCHO DE MI PADRE - Luis Acosta García
08. Las Dos Marías - MIS FLORES NEGRAS - Julio Florez
09. Quinteto Yucatán - VENENOSA - E. Valton
10. Luis Valente y Miguel Cáceres - DE HINOJOS - Maquillón Orellana, N. Safadi
11. Ospina y Martínez - ACUERDATE DE MI - A, Farina, G. Benítez
12. Alcides Briceño y Jorge Añez - IMPOSIBLE - Dominio Público



LO MAXIMO EN MUSICA ANTAÑONA Vol 9



EL PONCHO DE MI PADRE



VENENOSA


Otra vez la gran familia de la música ANTAÑONA nos facilita la entrada a los recuerdos y nos permite vivir la emoción de antiguas canciones que, prisioneras en antiguos estantes discográficos, pueden finalmente evitar sus emociones.

De nuevo el grato reencuentro con Luis Valente y Miguel Cáceres, trovadores de íntegra raigambre popular, controvertidos, legendarios en dos temas que están ligados a la tradición sureña. El uno, "Rosas de Otoño" que nos remonta a Gardel, el otro, "De Hinojos", a los tiempos de gloria del "Dueto Ecuador" de Ibáñez-Safadi que nuestro amigo Carlos Romero Rodas va a recordar intensamente.

Lito Bayardo, en sus cuarteles de invierno glorioso, en el Buenos Aires añorado y querido, se asombrará sin duda de esta resurrección de un dueto que ya es historia, el de Bayardo y Palacios. Uquillas y Pérez nos reintegra en un Medellín romántico que ni se enteró de quiénes eran, uno, de los fabulosos Riobambeños, y aquel notable Alfredo Pérez a quien mataron de un puño en Bello después de una limpia trayectoria en el criollismo.

Sabemos muy poco de Juan Rodríguez. Que fue payador, nos dicen, y en todo caso tuvo algún momento brillante en el Río de la Plata. Su intervención con "El Poncho de mi Padre" acredita además a un auténtico payador, su autor, Luis Acosta García el tío de Los Visconti. Víctor Acosta nos llegaba de Chile. De buenos aires el conjunto América, de México las inolvidables Marías que evocaban las noches ardiente de si y farol la Mérida cancionera y donde seguramente llegaba también, sin que sepamos nada sobre ellos, hasta ahora, el Quinteto Yucatán. Y de la región fronteriza de México y los Estados Unidos un incógnito Dueto Angelino que hacía tanguerías importantes con Manuel S. Acuña.

Y están de nuevo, en plenitud, Jorge Añez y Alcides Briceño y Manuel Ospina y Samuel Martínez son el emblema de un Medellín enamorado que lo consagró como sus ídolos cumbres en aquellos lejanos 40.

Cosas románticas. Cancioncitas lindas que sonaban en los tocadiscos viejos como fondo de borracheras en las veredas antañonas. Matrices antiguas de discos a 78 r.p.m. que al rescatar tal vez sin la técnica precisa para que luzcan a plenitud en los nuevos aparatos, sobreviven sin embargo por la honda emoción que las mantienen vigentes.

Hernán Restrepo Duque



Parque de Berrío Pastor Restrepo 1883 bpp


viernes, 27 de diciembre de 2019

POLICARPO CALLE -La Porra Caimanera





LA PORRA CAIMANERA

            la Porra Caimanera          
            Porro Sabanero    
            El Negrito Palenquero    
            Olga Susana          
            La Chalupa Voladora      
            La Pradera  
            La Monagiulla        
            Tu Ausencia           
            La Chivita    
            El Baron      
            Pola Bette   
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¿Es La porra caimanera de Policarpo Calle una oda al maltrato a la mujer?

Las tristes revelaciones de la música de diciembre. Por Fabián Páez López @davidchaka

La porra caimanera no es precisamente un chucu chucu sobre lo triste o feliz que es la navidad, pero es de esos temas que reviven cada diciembre como por orgullo patrio. Policarpo Calle, su creador, es uno de los más grandes hacedores de historia para la música colombiana.

Era un acordeonero, cantante y compositor cordobés y fue uno de los miembros fundadores de Los Corraleros de Majagual. Entre su historial se cuentan alrededor de 100 composiciones de música tropical como Mi canoita, La negra Petrona, Así es Colombia, Señor cantinero, La cumbia soberana y La porra caimanera. Esta última canción es, tal vez, la más recordada de su autoría, pero de ponerla en vísperas navideñas en una reunión familiar, si se detienen a escuchar la letra, podría provocar una interminable discusión sobre la censura y el machismo con referencias a Maluma incluidas.

Policarpo murió en México y para siempre será recordado como una leyenda, como “El embajador de la cumbia”. Pero hagamos el ejercicio de aislarlo de su contexto y deconstruir la letra de la canción que acá nos compete: La porra caimanera.

De entrada, la primera línea, ya es una amenaza

“Ojo con la porra, mujeres vaciladoras” …

Una porra es un palo con una cabeza gruesa y redondeada en uno de sus extremos que se usa como arma para golpear; en este caso, para golpear caimanes. O eso se supone. Pero Policarpo, según continúa en la canción, “no la puede dejar” si va a una fiesta “porque con ella domina la mujer vaciladora […] porque la mujer que lo quiera vacilar, la prende de la pollera y se la castiga con la porra caimanera”.

Podrán decir que se trata del doble sentido picaresco de la música popular, que son puras conjeturas, que en el fondo no es una canción sobre agarrar a golpes a mujeres de todas las regiones de la costa colombiana. Pero la portada del disco, con una mujer implorante ante un hombre que la amenaza con lo que parece ser la susodicha “porra caimanera”, parece demostrar lo contrario. 

La canción fue grabada en 1979, y quién sabe desde hace cuando sonaba por el territorio colombiano, pero sirve para cuestionarse sobre la reciente curaduría/cacería de letras “moralmente incorrectas” al reggaetón. 


Costado sur Parque Berrio Manuel  -Lalinde 1925  -bpp