A LA ORILLA DEL RIO-Bolero (Arr. de
Gilberto Urquiza)
BODAS NEGRAS
SI ME ATREVIERA
EMPLEADITA
* La
canción colombiana. Su historia, sus compositores, sus mejores intérpretes y
sus canciones.
Por Jaime Rico Salazar. Publicación Bogotá : Grupo
Editorial Norma, 2004.Descrip. física:
820 páginas. 21.5 x 28.3 x 4.0 cms.
Pedro Nel Ospina organizó un homenaje nacional que tuvo
eco en muchas instituciones privadas y acordaron efectuar su coronación oficial
el 14 de enero de 1923.
Cientos de automóviles y buses salieron de Barranquilla
en caravana hasta Usiacurí, en donde habían instalado un tablado para coronar
al poeta. Miles de ofrendas florales llegaron aquel día. El periódico El Tiempo
le envió una simbólica araña de oro. La colonia italiana donó la corona de
laureles de oro que le fue ceñida. La colonia siria le envió una hermosa
tarjeta de oro. Los presos de la cárcel de Santa Marta le enviaron un hermoso
crucifijo para que lo acompañara en sus últimos momentos. Y el gobierno
Nacional envió una hermosa lira con un mensaje muy conmovedor del presidente
Ospina.
A las 11 de la mañana el Gobernador del Atlántico,
general Eparquio González realizó la coronación oficial mientras sonaban los
acordes del Himno Nacional. Julio Flórez no pudo hablar, tomó el violín y
desgajó unas notas mientras sus ojos se inundaban de lágrimas. Esa tarde por
petición del mismo Julio fueron bautizados sus cinco hijos, reconciliándose así
con la iglesia católica, en la que nunca creyó.
Los días que siguieron a la coronación fueron críticos
hasta el 7 de febrero en que se despidió de este mundo. Sobre las 10 de la
mañana, consiente plenamente de que su espíritu se deslindaba de la materia,
acercó a su esposa y a sus hijos y les pidió un último beso y exclamó.
"¡Oh! qué grande es el universo.." fueron sus últimas palabras...
El funeral fue impresionante. Sus restos mortales
permanecieron en la iglesia de Usiacurí y entrada la noche, con una inmensa
asistencia de público y con la iluminación que le dieron millares de estrellas
llevaron el féretro al cementerio. Antes de darle sepultura se guardaron cinco
minutos de silencio que él mismo había pedido y sobre su tumba pusieron el
epitafio que también el mismo solicitó:
“Julio Flórez, colombiano”
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"El
enterrador" y "Boda negra" no son de Julio Flórez...
Definitivamente no es el autor de la letra de "El
enterrador", (o "La hija de Juan Simón") como está explicado en
la página 69, capítulo de Pelón y Marín.
Tampoco es el autor de la letra de la canción "Boda
negra" que musicalizó en 1905 el cubano Alberto Villalón y que fue tan
popular hace unos años en la voz del cantante cubano Gilberto Urquiza. Equivocación grande que trae el libro, con lo
mejor de sus poemas editado por el Banco de la República en 1967, con ocasión
de la celebración del centenario de su nacimiento, y que trae un prólogo
excelente del maestro Rafael Maya. Este tétrico poema fue escrito por Carlos
Borges un sacerdote venezolano que llevó una vida tenebrosa y que él mismo
afirmaba haberlos escrito en 1885...
"Oye la historia que contóme un día
el viejo enterrador de la comarca
era un amante a quién la suerte impía
su dulce bien le arrebató la parca..."
Carlos Emilio de los Desamparados era su nombre de pila y
vio la primera luz en Caracas en el año 1867. Tuvo una juventud muy parecida a
la del poeta colombiano. Contaba que desengañado de su suerte por haber perdido
a una novia que adoraba, pues sus padres la habían recluido en un convento para
separarlos (y qué bien lo hicieron) decidió hacerse sacerdote. Después de haber
recibido las órdenes sacerdotales fue asignado como capellán a un colegio de monjas.
Allí enamoró a la más bella de las religiosas y armó tremendo lío. Colgó la sotana, se dedicó al licor y a
escribir poemas eróticos.
Hasta que un sacerdote dominico lo convenció de que
organizara su vida. Lo llevó a Nueva York, en donde falleció el protector.
Emprendió un peregrinaje de regreso por Centroamérica haciendo escándalos por donde pasaba hasta llegar a
Caracas, en donde encontró en la calle a un Obispo, se le arrodilló y
públicamente le hizo una confesión de sus pecados. El Obispo lo perdonó y
volvió al convento. Pero genio y figura hasta la sepultura... Continuó
escribiendo versos llenos de erotismo con el seudónimo de Oscar Sutil y lo
pillaron los curas. Nuevamente lo pusieron en la calle. Y lo volvieron a
perdonar...
El mismo día que Juan Vicente Gómez derrocó al dictador
Cipriano Castro, públicamente se lanzó a la calle a gritar vivas al gobernante
depuesto. Razón por la cual fue encarcelado. En su celda le dio por escribir
poemas exaltando a Juan Vicente que conmovido, lo indultó y lo nombró su
capellán particular. En ese oficio se desempeñaba cuando vino el diablo por él,
el 21 de octubre de 1932.
Anotaba Carlos Borges: "Escribí en versos
detestables cierta canción fúnebre que atribuida a Julio Flórez, tuvo la suerte
de alcanzar una inmensa popularidad en la América española. No hay pueblo de
Venezuela ni de Colombia donde no la canten..." Y termina: "El fervor
y la simpatía con que el público americano acogió tan pésimas estrofas,
indudablemente se debe a la paternidad putativa de Julio Flórez. El nombre del
poeta querido trasformó en brillantes luciérnagas los oscuros gusanos de mis
versos..."
El título de este disco extensor que hoy Ondina presenta
con orgullo a la consideración de los discómanos colombianos está bien acorde
con su delicado contenido, que lo forman doce canciones cada una de las cuales
corresponde a la interpretaciones esplendidas del TRIO LOS ROMANCEROS,
realizadas sobre bases técnicas, artísticas e instrumentales de la mayor jerarquía
dignas del prestigio de este estupendo trio ha logrado alcanzar en el ambiente artístico
de Colombia.
Durante quince (15) años. LOS ROMANCEROS han sabido conservar
con fidelidad incorruptible el verdadero sentido de su nombre: ROMANCEROS. Sus
interpretaciones tienen siempre ese cálido sabor a romance y recuerdo, a
madrigal y poema galante, enseñando, además de deleitar con música sugestiva y
discreta, el abecedario del amor, siendo en suma un prestigio realísimo y una representación
incuestionable del arte musical de hoy y de siempre.
Actualmente integrado por Jorge Valle, ecuatoriano. Alberto
González, barranquillero y Tulio Parra, antioqueño de todo el maíz, unidos por
obra y gracia de su vocación artística, forman este magnífico trio de un
prestigio y una popularidad bien ganada, acrecentándose mas aun con este álbum,
que es otro orgullo de la discomania colombiana.
MIS DESENGAÑOS -(Manuel Acosta Villafañe) -M. ACOSTA VILLAFAÑE
BAJO LOS SAUCES -(Soliño-Rodríguez) -GOMEZ VILA
ROSARIO DE BESOS -(Libardo Parra Toro-Francisco Paredes
H.) -VALENTE Y CACERES
ROMANCE DE MI DESTINO (El Buque
Fantasma) -(Abel Romero Castillo-Gonzalo Vera) -LA PANCHITA
PRISIONERO DEL DOLOR -(Elvirita Tamasi) -ANTONIO TORMO
SOMBRAS
-(Carlos Brito-Rosario Sansores)
-MARGARITA CUETO - LUIS ALVAREZ
Cara B
SI DEJARAS DE QUERERME -(Laguna-Francisco Lomuto) -JUAN ARVIZU
ADIOS ARGENTINA -(Matos Rodríguez) -ORQUESTA TIPICA VICTOR
SE VA LA VIDA -(L. Mario-E. Donato) -EDGARDO DONATO
TATUAJE
-(Rubén Uquillas) -LOS
EMBAJADORES
MI FANTASMA -(José Herrero-Marta de los Ríos) -TROVADORES DE AMERICA
LA GAYOLA -(A. A. J. Taggini-R. Tuegols) -FRANCISCO LOMUTO
MI FANTASMA
MIS DESENGAÑOS
LA GAYOLA
ACOSTA
VILLAFAÑE MANUEL
Por: Prof. Raúl E. Cano
Cantor del pueblo y para el pueblo. Compositor de honda
emoción telúrica y tenaz difusor de la música y canciones nativas, supo en
todos estos aspectos, MANUEL ACOSTA VILLAFAÑE, brillar con luz propia y
expandir hacia todos los ámbitos de la Republica el maravilloso mensaje de su
arte singular.
Don Manuel nació en su bello “Santa María”, el valle del
Yacabil que también evocara en alguna de sus canciones. Era todavía un hombre
de quien podía esperarse mucho: había nacido en Diciembre de 1902.
No es tan conocido en cambio el hecho de que cursó
estudios en el seminario, donde llego hasta tercer año. Fue sin dudas el suyo,
siempre un espíritu profundamente religioso, lo cual no solo se evidencio en
los serenos y bondadosos rasgos de su carácter y en los actos de toda su vida,
sino también en sus canciones.
Muy joven, Acosta Villafañe se trasladó al norte, y
dedicose a tareas campestres en Salta y sobre todo en Jujuy, llegando a
destacarse y ser muy bien conceptuado en el gran establecimiento de Pemberton,
en Fraile Pintado. Fue entonces - hacia 1918 o 1920 – que comenzó a cultivar
con mayor dedicación su innata facultad para el canto.
Poco después retorno a Santa María. Compenetrase entonces
– espiritual y artísticamente – con su hermano Carlos: había nacido el famoso
DUO CALCHAQUÍ de los hermanos Acosta Villafañe, que habría de constituirse en
uno de los protagonistas de la resurrección y renovación folklórica nacional.
Hacia 1926, Don Carlos y don Manuel viajaron, en busca de
escenarios más propicios, a la metrópolis. Sus comienzos fueron humildes y
netamente populares: cantaron en cafés, confiterías, recreos. Pero desde un
principio, fueron recibidos con el mayor beneplácito por el público y hasta por
los intelectuales porteños, Don Carlos B. Quiroga, Don Ricardo Rojas, fueron
los más entusiastas admiradores y alentadores del duo.
Los hermanos Acosta Villafañe comenzaron a actuar junto
con otros hombres ilustres de la música autóctona – Chazarreta, López Buchardo,
Gómez Carrillo – emprendieron lo que en verdad fue una cruzada de profunda
argentinidad. No es improcedente recordar que ese movimiento fue paralelo a los
literarios encabezados por la “Generación Martín Fierro” y los “Hombres de
Boedo”, Lugones, Guiraldes y otros.
Todos recordamos lo que paso, y palpamos el triunfo de
aquella cruzada: solo diez años más tarde, la música folklórica - la auténtica
– se había impuesto, hasta constituir una de las más ricas fuentes de
renovación espiritual Argentina.
A poco de la iniciación, el Dúo Calchaquí se incorporó a
la naciente radiotelefonía argentina, actuando por la onda de la entonces Radio
Nacional, hoy Belgrano. También comenzó su actuación en RCA Víctor -Firma para
la cual siempre grabo Don Manuel -; puede calcularse en más de 400 mil el número
de discos que circularon de Acosta Villafañe. Sus canciones corrieron por todas
partes: es digno de destacar que las grabaciones De Acosta Villafañe fueron muy
reclamadas desde el extranjero. Los álbumes que se editaron –entre los cuales
recordamos, por ejemplo, el titulado “AROMAS DEL YOCAVIL”- fueron disputados
por cantantes y por conjuntos nativos. El nombre de Acosta Villafañe, en un
momento dado cubrió – puede decirse sin metáfora – todo el territorio de la
Nación.
Don Manuel anduvo, también, por toda ella; en todos los
pueblos y ciudades que derramo el tesoro de su canto, que es como decir, el
tesoro de su alma y la su pueblo. Autodidacta en música, también fue un poeta
nato, autodidacta y sencillo, pero profundo y sensitivo: letra y música de sus canciones
fueron obra de él, o en colaboración con su hermano Carlos. Las creaciones de
Don Manuel que quizá podríamos hacer referencia a las que le eran más queridas:
“ Amor Viejo Vale Más”, que fue una de sus primeras composiciones; “ La Flor
Del Cardon”, también de las más antiguas; “Recuerdo de Choya”; “Comodoro
Rivadavia”, - que tenía en gran estima, y que escribió en ocasión de su estadía
en aquel lejano punto tan poblado de catamarqueños -; “Noches de Catamarca” –
Una de las más sencillas y más tiernas de sus canciones-; “Vidala del
Culampaja” – todo un acierto de síntesis y de fuerza expresiva-; Adiós
Catamarca” – una de las ultimas.
Parábola siempre, bella y emocionada, la su vida. Por eso
penetro hasta el fondo en el corazón de su pueblo.
Don Acosta Villafañe falleció en Diciembre de 1956.-
6. MI SEGUNDO AMOR Los Cuates Castilla
cantan: Trio los Romanceros.
LADO 2
AQUEL Carlos Gali canta: lucho Ramírez
DELITO
Tito Ribero canta: Dione Restrepo
CARIÑO AJENO Alberto Medina canta: Trio
Carabell
INFORTUNIO Don Fabián canta: leo Marini
VUELVE
Benito do Jesús - Juan libre cantan: Ramírez - Arlas
LA VIDA ES UN SUEÑO Arsenio Rodríguez cantan: Los Provincianos
DELITO
TEMERIDAD
MIL BESOS
He aquí un repertorio seleccionado a base da verdaderos sucesos
musicales en años anteriores.
Canciones con historia y con atractivo permanente para
los que gustan da la buena música romántica.
"SONOIUX" ha reunido en esta "elepé"
doce melodías con el romanticismo y la emoción de los viejos tiempos, y de las
canciones de siempre.
Se incluyó el bolero moruno "Camino Verde- por
Víctor Hugo Ayala, el gran cantante da Colombia.
Dione canta su "Delito", como nadie más lo ha
cantado.
El bolero "Aquél" por lucho Ramiros, su éxito
en el 58, no es de los que se olvida fácilmente.
Alberto Granados, el cantante de la romántica voz, es uno
de sus más resonantes Impactos musicales "Voy gritando por la calle”……
La
calle de las nostalgias
Autor: Orlando Cadavid Correa
20 de Noviembre de 2009
Maiceros conocedores al dedillo de la historia
gastronómica medellinense aseguran que de la Fonda Antioqueña que estaba en la
querida Calle Maracaibo salió a conquistar el mundo la famosa bandeja paisa con
todos sus ingredientes.
Por la calzada de nuestras nostalgias circulaban
diariamente los protagonistas de la radiodifusión en su edad de oro. Ella –la
radio- giraba alrededor de programas de gran factura y de tanta audiencia como
“El granero de la esquina”, que catapultó a la fama al inolvidable
“Montecristo”; “Los catedráticos informan”, con eruditos de la talla de Joaquín
Pérez Villa, Luis Lalinde Botero y Antonio Panesso Robledo; “Coltejer toca su
puerta”, programa de concurso que emulaba con “El peso Fabricato”, emitido por
la competidora Voz de Medellín, que estaba en la carrera Bolívar con la calle
Cuba; el gran elenco de las radionovelas y los musicales de radioteatro, en
vivo, con estrellas de primera línea de Colombia y del exterior.
Por el radioteatro maracaibero desfilaron, entre otros
grandes del canto llegados de lejanas tierras, Libertad Lamarque, María Luisa
Landín, Mercedes Simone, Alfonso Ortíz Tirado, Néstor Chayres, Leo Marini, Hugo
Romani, Los Panchos, José Mojica, Charlo, Angel Vargas, Héctor Palacios, Marco
Antonio Muñiz, Raúl Iriarte, Juan Legido, los cubanísimos hermanos Rigual y sus
compatriotas las hermanas Lago y muchos más. Los nuestros también se lucían:
Carlos Julio Ramírez, Luis Macía, Matilde Díaz con la orquesta del maestro
Lucho Bermúdez; Alba del Castillo; Martha Domínguez, Luis Carlos Meyer, Evelio
Pérez, Jairo Villa, Gustavo López, Jorge Ochoa, Alberto Osorio, Alberto
Granados, Lucho Ramírez, Los romanceros, Obdulio y Julián, Espinosa y Bedoya y
el Dueto de Antaño. (Aquí caben otras decenas de etcéteras). Para todos había
trabajo, espacio y un público que aplaudía con delirio a la única de las bellas
artes que no se ve, pero se oye y se siente: la música.
Cuando el espectáculo radioteatral entró en declive, a
los artistas de carne y hueso se les sustituyó por el disco de 78, al comienzo;
de 45, después, y de 33 revoluciones, finalmente. Recordemos que en la recta
final de su dilatada carrera humorística, “Montecristo” no actuaba en radioteatro,
ni su programa iba en directo. Lo grababa ante escaso público, en el
desaparecido Teatro América. Era grande la nostalgia que experimentaba el
caricato criollo al recordar sus apoteósicas audiciones de la una y 30 de la
tarde, en la vieja Maracaibo.
En los contornos de la difuntita Voz de Antioquia estaban
Radio Sinfonía, la emisora que comandaba Jimmy Álvaro Vega. Los almacenes La
ilustración y Casa Ricordi, los principales comercializadores de discos del
“fogoncito”. La cafetería de Don Lao, el célebre viejo gruñón que cuando el
cliente le pedía un perico, le preguntaba si había llevado la leche y los
cubitos de azúcar. La Librería Aguirre con su carga de historia. El club de
ajedrez. Por el entorno merodeaba,
especialmente en las quincenas, libreta en mano, dedicada a sus cobranzas, la
usurera mamá de la cantante Dione Restrepo, (la intérprete del exitazo bolero
“Delito”) que prestaba dinero al “módico” 10 por ciento a la gente del ambiente
farandulero.
En “El Potro”, el grill del gaucho Alberto Podestá, nació
“Proyección”, el semanario de vida efímera con el que trataron de competirle a
“Pantalla”, el hebdomadario que era amo y señor del medio del espectáculo, los
maestros Hernán Restrepo Duque y Gabriel Cuartas Franco. Allí, en ese establecimiento
del que era cliente habitual “”El charro” José Manuel Moreno, surgió la gran
idea de crear Cantares de Colombia, la gran masa coral que bajo la batuta del
finado Luis Uribe Bueno le dio lustre a la música colombiana.
Imposible ponerle punto final a esta desordenada
remembranza sin evocar la vitrina de Maracaibo, desde la que los transeúntes
veíamos funcionar las 24 horas de cada día a Radio Reloj, la hermanita menor de
la gran emisora, tan venida a menos en los albores del nuevo milenio, con sus controles-locutores
Alberto González, “Españita”; Olson Reyes, Arturo Bustamante y Carlos Posada.
El lector Fernando Gutiérrez A. aporta amablemente esta
llamativa remembranza sobre la famosa calle arteria: “Quisiera aportarle, con
todo respeto, el recuerdo de un viejo café ubicado en la esquina de Palacé con
Maracaibo, del “Negus Henao”, donde su traganíquel era exclusivamente de música
clásica y uno de sus habituales clientes era el maestro Joseph Matza. Nosotros,
en ese entonces estudiantes de final de bachillerato del Liceo Antioqueño e
inicio de universidad (en Medicina) recibíamos del erudito toda una cátedra de
música alrededor de su mesa y acompañada de unos etílicos”.
La apostilla: Eterno enamorado de la belleza paisa, el
recordado locutor Alberto González, “Españita”, se deleitaba, antes de coger
turno, viendo pasar por Junín a las más hermosas hijas de Eva. Una tarde quedó
tan extasiado ante semejante desfile por la céntrica pasarela natural, que al
abrir el micrófono para dar la hora, en Radio Reloj, dijo: son las seis y
veintitrés muchachas”…
LA JOVEN MANCORNADORA (C. Ranchera) -(Gabriel
Rodríguez)
PERO QUE BONITO SIENTO (C.
Ranchera} -(Eulogio Hernández)
CUANDO TE CANSES DE LLORAR (C.
Ranchera) -(José Ángel Espinoza)
DAMELO LUEGO (C. Ranchera) (Pepe Guizar)
A UN PASO DEL ABISMO (C. Ranchera) -(Gabriel Rodríguez)
EL AGUIJON
LA MANCORNADORA
PERO QUE BONITO SIENTO
Lucha Moreno, la joven reina de la canción vernácula
mexicana, ofrece en este álbum un joyel de éxitos que han escalado los primeros
lugares de la popularidad. En cada creación del disco, Lucha desborda toda la brillante
personalidad y juvenil presencia que siempre han deleitado a sus admiradores.
Especialmente canciones como 'El Ramalazo ' y “El
Aguijón" constituyen algunas de las mejores interpretaciones que la máxima
belleza de la canción folclórica de México ha logrado en su meteórica,
brillante y exitosa carrera artística. Escúchela aquí en sus mejores
interpretaciones, dando en cada una un derroche de gusto v magnetismo personal.
Cien años de haber nacido cumplirá el próximo 6 de mayo
don Camilo Arturo García Bustamante, el connotado compositor de música
colombiana y por lo demás integrante del inigualable Dueto de Antaño, que
conformó con Ramón Emilio Carrasquilla Peña.
Nació en Amalfi, en el hogar constituido por Fructuoso
García y Teresa Bustamante. La vena musical la heredó de su padre, quien con un
hermano conformó el dueto de los Hermanos García, que amenizó las noches
bohemias del nordeste antioqueño a finales del siglo XIX y principios del XX. A
los 7 años cogió por primera vez una guitarra a la que ese mismo día le sacó la
melodía del coro del Himno Nacional. Cuando le vieron sus dotes, contó en un
principio con el respaldo familiar para aprender a tocar este instrumento. Días
más tarde su señor padre le prohibió su uso y aprendizaje por temor a que no
estudiara y terminara como un bohemio. No obstante a los 11 años don Camilo García
era un docto en el manejo de la guitarra.
“Once años de edad tenía cuando me vi en la necesidad de
abandonar el hogar paterno. Una mañana de un día cualquiera del año de 1921,
con dos centavos en el bolsillo y con lo que tenía puesto como equipaje, salí
del pueblo por los lados de El Zancudo, sin saber para dónde me dirigía; caminé
por el sendero que conduce a la estación Porcecito del Ferrocarril de
Antioquia. Pidiendo como pordiosero, cantando en las posadas del camino; fue
una odisea que no quisiera recordar, pero que afianzó mi carácter y mi
personalidad. Ocho días después llegaba a Medellín” (Entrevista concedida a Don
Carlos E. Serna y publicada en su libro “El Dueto de Antaño. Su vida y su
obra”).
Inicialmente el compositor se consiguió los primeros
pesos para subsistir en Medellín haciendo mandados en Guayaquil y cargando la
maleta de los viajeros del tren. Luego alquila una pieza por los lados de La
Toma y cerca consigue trabajo en la empresa Coltejer, donde labora tres años,
hasta la edad de los 15. Durante esta época recibe educación en la Rémington
sobre contabilidad y mecanografía y en la Escuela de Bellas Artes sobre solfeo.
Una enfermedad de su señora madre lo obliga a renunciar y a viajar nuevamente a
Amalfi, donde se encuentra con la desagradable sorpresa de su padre viajero en
búsqueda de trabajo y fortuna. Sobre los hombros del niño Camilo quedaron su
madre y ocho hermanitos menores. En la banda municipal aprendió a tocar
clarinete y perfeccionó sustancialmente su manejo de la guitarra. Con varios
amigos creó un quinteto musical que se componía de clarinete, trompeta, lira,
tiple y guitarra. Fue verdaderamente el inicio de su carrera musical. Entre
1925 y 1929 le tocó desempeñar trabajos muy duros. Aprendió a pegar ladrillo en
las construcciones, a empedrar, a hacer tapias de pisón, a emboñigar, a decorar
con el hisopo y cal las casas, entre otras cosas. Luego de validar su
bachillerato es vinculado al Departamento como educador en la vereda El Tigre,
de allí pasa a la Escuela Urbana de su pueblo natal y después de seis años
entre uno y otro lugar es trasladado a la ciudad de Medellín a laborar en la
escuela “Joaquín Antonio Uribe”. Treinta y tres años después, en 1962 renuncia
para obtener su jubilación.
Su labor como cantante la inició como solista en la
emisora Ecos de la Montaña. Luego conformó el Dueto Incógnito; más tarde, el
Dueto Rival, con Alfredo Pérez, de quien se separó en 1939 para formar un dueto
mixto con Chava Rubio, llamado García y Rubio, que duró hasta marzo de 1941 cuando
el 14 de de ese mes y año se une a Ramón Emilio Carrasquilla Peña para crear el
irremplazable Dueto de Antaño que permaneció en el escenario nacional hasta la
muerte de Ramón, el 7 de junio de 1982.
Se casó con doña Teresita Martínez, hogar donde nacieron
Jaime, William, Nelly, Emilse, Byron, Miriam, Dalia, Geovanny y Elkin.
Cientos de pasillos, bambucos, valses, corridos, tangos y
varios géneros musicales tienen su música. Entre otros, los bambucos: Corazón
antioqueño, Bajabas de la montaña, Arrullo moreno, Remembranza, Rumores de
oración, Alma; y los pasillos: Lágrimas, Corónate de flores, Debemos
separarnos, Destino (con letra de Julio Flórez), Ondas viajeras y Tú lo
ignoras.
Tienen la palabra nuestras autoridades regionales y
locales (Medellín y Amalfi) para rendirle el homenaje que Camilo García merece.
5.-CUANDO LLORA UNA MUJER -(Rafael Velich-Hugo Zamora)
6.-.QUISIERA SER -(Mario Clavel)
CONFIADA
GEMA
CUANDO LLORA UNA MUJER
A principios del siglo XIX surge la época de romanticismo
que rompió con las reglas establecida por los clásicos en la composición y
estilo, estos fueron vencidos por los nuevos autores que se libraron de la
influencia de aquellos.
Sus principales cultivadores en Alemania fueron:
Schiller, Herder y Goethe; y en Inglaterra Lord Byron y Walter Scott, en
Francia tuvo su máximo apogeo el romanticismo en el primer tercio del siglo
antes dicho, su principal precursor fue Juan Jacobo Rosseau. y uno de sus
principales iniciadores fue Chateaubriand.
Quien no recuerda Lamartine, a Musset, a Jorge Sand,
Dumas, Balzac y tantos que podrían nombrarse.
España contó entre sus románticos a Martínez de la Rosa,
a Espronceda, que cantó románticamente a Teresa; a don José Zorrilla, al Duque
de Rivas, a García Gutiérrez y a Bretón de los Herreros.
México se sumó a ése movimiento y nos encontraremos entre
los románticos de ésa época con los nombres de R. Galván, José Joaquín Pesado,
Díaz Cobarrubias, Altamirano, Manuel Acuña, cuyo Nocturno a Rosario está
impregnado de un maravilloso romanticismo; Orozco y Berra. Díaz Mirón. Pero
México lo perdió poco a poco sepultado bajo el peso de sus rascacielos y
desterrando de su ambiente sus verbenas, sus serenatas, sus típicos paseos y su
música romántica fue arrollada por las estridencias del Rock and Roll y del
Twist, hoy la radio y la televisión así como los escenarios de nuestros
coliseos, son absorbidos por estos ritmos importados que han matado la buena
música en México, esperamos que la canción romántica surja algún día como el
ave Fénix de entre sus cenizas.
Poco a poco han desaparecido los románticos, pero aún
quedan intérpretes como. Juan Arvizu, que no ha podido aceptar el esnobismo
imperante y que no olvida que su éxito y su gran popularidad se debe a su
eterno romanticismo; el tenor de la voz de seda, como popularmente se le
conoce, es uno de nuestros cantantes que mayor repertorio tiene, 3000 canciones
forman el acervo de su repertorio. Arvizu con su peculiar estilo, con su magnífica
escuela de canto y con la selección que ha hecho de las canciones, tanto de
autores nacionales como extranjeros, ha recorrido en triunfo. Norteamérica.
Centro y Sudamérica y las Antillas. Ha sido objeto de grandes distinciones por
los gobiernos de los países que ha visitado y la crítica se ha volcado en
elogios para nuestra distinguido cantante.
La familia de Juan Arvizu ha heredado de su padre su
inclinación a la buena música, muchas veces el amor del hogar, sus hijos y sus
esposas escuchan con deleite los discos más famosos que gravara el tenor de la
voz de seda.
Hemos seleccionado en este Long-Play doce de sus mejores
canciones, ellas son: "UNA NOCHE MAS”. "MIENTES”, "RESPETA MI
DOLOR”. "CUANDO TU ME OLVIDES”, "PORQUE ME ENGAÑAS”, “INCOMPARABLE”,
en esta canción se ensalza hasta la sublimidad del amor a la madre, no hay amor
con el cual pueda compararse, ya lo dijo el poeta:: “...UNA MADRE LA DA DIOS Y
NADIE LA VUELVE A DAR…
Los seis restantes canciones son: “SABOR A MI”,
“CONFIADA", “GEMA”. “TROVA DE AMOR”, “CUANDO LLORA UNA MUJER” y “QUISIERA
SER”, todas llevan el sello del ultimo romántico de México, Juan Arvizu.