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AMOR ETERNO
DEUDA
LLANTO DEL ALMA
Johnny Albino deja un extenso legado
musical tras su muerte (2)
Por Inter
News Services el 9 de mayo de 2011 en Escenario
Por Hiram
Guadalupe Pérez
El Trío San
Juan logró su mayor esplendor a partir de 1949, para cuando se armó del talento
del requintista Ola Martínez y de la segunda voz del compositor Santiago
“Chago” Alvarado.
A partir de
entonces, se comenzó a escribir uno de los episodios más importantes en el
devenir de la música romántica latinoamericana, en la que Johnny Albino le
imprimió un matiz sonoro sin igual a la música de tríos gracias a la forma de
armonizar sus boleros y los recursos interpretativos de sus integrantes.
Con esta
fórmula, el Trío San Juan se hizo inconfundible, selló su identidad sonora
lejos de la musicalidad que impuso en la época el dominio comercial de Los
Panchos y pudo proyectar un estilo único y, hasta el momento, inigualable.
El
historiador Ortiz Ramos, autor también del libro “Los Panchos: historia y
crónica”, destaca en sus investigaciones la nueva forma de cantar los boleros
en formato de voces y guitarras que impuso Johnny Albino, con fraseos distintos
y una manera novel de realizar los punteos de la guitarra.
“Muchos
tríos copiaban la modulación y la gravedad de sus voces; la rapidez del punteo
y la limpieza de sus adornos… eran distintos al estilo panchista y eso los hizo
inconfundibles”, asegura Ortiz Ramos.
El impacto
de ese trabajo creativo provocó que muchas agrupaciones, dentro y fuera de
Puerto Rico, optaran por imitar el estilo del Trío San Juan olocándolo como uno
de los más importantes conjuntos de la década de 1950 y el más famoso en países
de fuerte tradición triófila, como Colombia.
Temas como
“Siete notas de amor”, “Amor qué malo eres”, “Imprescindiblemente”, “Cosas como
tú”, “Las seis de la mañana” y “Dos palabras” se establecieron como paradigmas
de la interpretación bolerística de la época.
La carrera
de Johnny Albino en el Trío San Juan duró hasta 1958, cuando pasó a formar
parte del famoso trío Los Panchos sustituyendo a Hernando Avilés, en su segunda
etapa junto al grupo.
“Los Panchos
estaban cumpliendo con una presentación en el Teatro Puerto Rico (Nueva York) y
Avilés enfermó. Johnny lo sustituyó por dos semanas y, meses después, lo
llamaron desde Argentina y le ofrecieron ingresar al trío”, narra el Ortiz
Ramos en “Los Panchos: historia y crónica”.
A partir de
ese momento, Johnny Albino se estableció por un año en Argentina y, luego, otro
más en Brasil, donde grabó sendas producciones musicales que habrían de sellar
la nueva ruta musical del reconocido trío.
Es,
precisamente, con la voz de Johnny Albino que Los Panchos alcanzaron su más
alto sitial internacional, logrando sus primeras apariciones en el Lejano
Oriente, dándole la vuelta al mundo en dos ocasiones y estableciendo récord de presentaciones
en Grecia, Tailandia, Australia, India, Irán, Egipto, Líbano, Italia, España y
la vieja Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Su mayor
impacto mundial, en tanto, fue en China, Japón e Indonesia, al extremo de
provocar la fundación de tríos en esos países al estilo panchista.
Junto a Los
Panchos, Johnny Albino grabó 350 canciones, logrando éxito gracias a su
interpretación de “Ahora seremos felices”, “Amorcito corazón”, “Caminemos”,
“Capullito de alhelí”, “Desvelo de amor”, “El álbum de mi vida”, “Quién tiene
tu amor”, “Poquita fe”, “Sin ti” y “No me quieras tanto”, entre otros.
El versado
cantante boricua abandonó el trío en 1967, habiendo dejado su nombre grabado en
casi un centenar de producciones discográficas y tras haber triunfado en los
principales escenarios musicales del mundo, en los que también compartió con
grandes figuras de la canción como Frank Sinatra, Sammy Davis, Nat King Cole,
Bobby Vinton, Xavier Cugat, Eydie Gormé y Steve Lawrence.
Su paso por
Los Panchos lo resaltó más como solista que como voz integrante del colectivo,
a diferencia de lo ocurrido antes con la participación de los cantantes
puertorriqueños Hernando Avilés y Julito Rodríguez.
Su último
trabajo con el trío de origen mexicano fue la grabación de la película “El
Jibarito Rafael”, una producción cinematográfica sobre la vida del compositor
boricua Rafael Hernández Marín y cuyo estreno se realizó en diciembre de 1969.
Tras su
salida de Los Panchos, Johnny Albino instaló su residencia en Puerto Rico,
revivió su Trío San Juan, grabó como solista y, años más tarde, retornó a Nueva
York, donde vivió los últimos años de su vida cantando hasta el último de sus
suspiros.