Calle Junín en 1870, conocida también en
la época de colonia como “El Resbalón”. Calle en piedra, con una zanja en el
centro y aceras en ambos costados.
Fotógrafo: Pastor Restrepo Maya
BPP
Disco 1
Deci que sí. ( 2:54)
El cantar de los gitanos. ( 3:11)
Esta tarde he de cantar. ( 2:49)
La que murió en Paris. ( 2:51)
La viudita. ( 3:14)
Marcao. ( 2:52)
Más allá. ( 2:27)
Mediodía. ( 3: 1)
Noches porteñas. ( 2:40)
Nunca es tarde. ( 2:41)
Ojos tristes. ( 2:45)
Y no la puedo olvidar. ( 3:10)
Disco 2
El embrujo de tu violín. ( 2:26)
El niño de las monjas. ( 2:50)
El novillero. ( 2:33)
Firuletear de bandoneón. ( 3: 7)
Lo que vieron mis ojos. ( 2:26)
Mi morena. ( 2:46)
Mi piba. ( 2:45)
Nunca mas. ( 2:38)
Parece un cuento. ( 3:10)
Seguí mi camino. ( 2:34)
Serenata de amor. ( 3:22)
Tango del querer. ( 2:46)
DECI QUE SI
EL NOVILLERO
LO QUE VIERON MIS OJOS
“Eran en ese entonces las noches más azules” dice el
poeta.
Bueno, no tanto allá. Pero es lo cierto que todas estas
viejas cosas resultan doblemente lindas. Por lo que fueron y por lo que ahora
significan, recuerdan, evocan.
Las Muchachos de Antas, todos esos compositores y letristas,
cantantes y directores, asumían su responsabilidad, sin egoísmos ni prejuicios,
Y junto al tango, rebelde, imperioso,
dueño de la emoción sentimental, brindaban los valsecitos tiernos, y briosos pasodobles.
Metían rancheras, rancheras de las de allá, de pampa, y hasta foxes americanos.
Le daban a todo y a todo le daban bien estos muchachos de antes que nos
transmiten, a través de antiquísimas grabaciones, algunas de las cuales casi
estaban olvidadas del todo, un recuerdo emocionante de lo que fueron los bailes
antañones
Ilustres directores como Canaro y Lomuto, sumos
pontífices del rito musical porteño durante varias décadas. Y el pionero
Roborto Firpo con su contemporáneo, Juan Guido. El uruguayo Roberto Cuenca, el aristocrático
Fresedo. Los vanguardistas, Federico, Maurano.
Los celebradísimos, Donato, Zerrillo
y De Angelis. Esa fabulosa Orquesta Típica Víctor que se convertía en Típica
Porteña o en Víctor Popular al mandato de los "capos". Y cantantes
que marcaron con su voz, hitos importantes del cancionero de Buenos Aires, como
Fiorentíno y Agustín Irusta. Alberto Gómez, Hugo del Carril, Larroca, Ernesto
Famá y Lafuente. 'El Príncipe Azul", mueerto cuando iba camino a la consagración
total, Alberto Serna, quien a los 72 años se suicidó en Buenos Aires hace pocos
días.
En fin, todo un muestrario de la bohemia musical de
aquellos viejos tiempos cuando, quizás, si, “eran más azules las noches”.
Hernán Restrepo Duque
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