Edificio Echavarría la esquina del la
Carrera Palacé con la Calle Boyacá en el costado norte de la Plaza de Berrío en
193..
Autor: Jorge Obando C.
© Biblioteca Pública Piloto de Medellín
para América Latina
Calla corazón (02:58)
Cuando silba el viento (03:20)
Pena mulata (02:10)
Maldición (02:55)
Noche de ronda (03:34)
La florista (02:52)
Amargura (03:22)
Imploración (03:06)
Cuentas viejas (02:41)
Milonga negra (02:28)
Será una noche (03:20)
Triste domingo (03:58)
CUANDO SILVA EL VIENTO
PENA MULATA
NOCHE DE RONDA
MERCEDES
SIMONE -LA DAMA DEL TANGO
Primera Parte
Por Pablo Darío Taboada
SIMONE, MERCEDES
Cancionista, compositora, letrista, actriz.
(Villa Elisa, 21 de abril de 1904- Buenos Aires, 2 de
octubre de 1990)
1. Infancia y juventud de Mercedes Simone
Mercedes Simone nació en la localidad platense de Villa
Elisa y de chica se trasladó con su familia al centro de La Plata, donde
trabajaba su padre. Asistió en la capital bonaerense a una escuela religiosa,
donde comenzó a cantar canciones sacras con el coro escolar. También de niña,
cantó para el arzobispo de La Plata, Monseñor Alberti.
Al terminar la primaria estudió costura y trabajó como
tal en el taller de la tienda “La Francesita”, que estaba ubicada en la calle
14 entre 62 y 63 de La Plata. Pasó después a trabajar con sus 14 años, a la imprenta “Benavídez” también de La
Plata, en calidad de encuadernadora. En esa casa de imprenta conoció a Pablo
Rodríguez, guitarrero y cantor aficionado que fuera pronto su novio y después
su marido. Mercedes casó con su compañero del cual nació su hija Dorita
Matilde.
2.
Primeros pasos en el arte
Rodríguez trabajaba en la imprenta por la mañana y por
las noches, hacía presentaciones artísticas a dúo con su amigo Longo o bien,
con Falcón o Rocha, en distintos cafetines de La Plata, Villa Elisa y
alrededores, a efectos de poder ganar un dinero extra. Aparentemente, el dúo
Rodríguez-Longo (el más reconocido), -aunque también cantó con los otros dos-,
era bastante bueno. Cantaban valses y canciones criollas y tenían cierto suceso
en la zona platense. Más tarde, hicieron un recorrido por algunas provincias,
regresando a La Plata con una buena diferencia económica.
Con el dinero juntado, Rodríguez que había dejado la
imprenta, instaló una peluquería en
Villa Elisa, pero no dejó de cantar por las noches. En alguna oportunidad,
Mercedes, -quien cantaba de manera aficionada-, reemplazó a Longo por
encontrarse éste enfermo y su actuación gustó mucho. Estamos hablando del año
1925, aproximadamente. En ese sentido, Mercedes comenzó a trabajar más
seguidamente con su marido hasta que dejaron la imprenta y la peluquería, para
dedicarse de lleno al canto criollo.
A principios de 1926, fueron contratados por la
confitería “Los Dos Chinos” de la localidad de Bahía Blanca. El éxito de la
cancionista fue tan grande, que inmediatamente fue llamada por el “Teatro
Odeón” de la precitada ciudad bahiense. La gira del dueto Rodriguez-Simone (que
completaba el guitarrista Rocha, ya que Longo abandonó las giras por problemas
de salud), extendió su éxito hacia Tres Arroyos, Tandil, Olavarría y Azul.
Nuevamente volvió a Bahía Blanca, donde su voz, era requerida otra vez.
De regreso a La Plata, Mercedes Simone cantó en su ciudad
y fue escuchada por el gran compositor, guitarrista y cantor Alfredo Pelaia,
quien se encontraba de gira por allí. Este le recomendó a Rodríguez que su
señora, cantara tangos como solista y viajara a Buenos Aires, ya que Pelaia
notaba condiciones meritorias para el triunfo de la cantante en los escenarios
porteños.
3.
Su consagración en Buenos Aires. Sus primeros éxitos en el tango
Rodríguez vendió la peluquería y se convirtió en
guitarrista y representante de su esposa. Viajaron a Buenos Aires, con el visto
bueno de Pelaia y consiguieron debutar nada menos que en el palco del Café “El
Nacional” de la calle Corrientes a mediados de 1926. Mercedes cantaba tangos,
valses y canciones criollas, acompañada por su marido y Reynaldo Baudino en
guitarras. Compartía cartel con la orquesta de Ernesto De La Cruz.
El crítico, autor y director teatral Julio Escobar (íntimo
amigo de Alfredo Le Pera en las lides teatrales de entonces), escuchó cantar a
Mercedes y le ofreció un contrato para sumar su concurso cantoral a la compañía
que estaba organizando para una temporada en el teatro “Ópera”. Las actuaciones
de Simone fueron tan aplaudidas que en poco tiempo, fue llamada para cantar en
la compañía de Pepe Arias y Pepita Muñoz en el teatro “Nacional”, donde Mereces
cantaba el tango de Modesto Papávero: “Leguisamo solo”.
Hacia 1927, cantó también en el cine “Hindú” y cuando fue
escuchada por Rosita Quiroga, la gran cancionista arrabalera, la recomendó al
señor Casas de la casa Víctor, para que la sumara al sello grabador. Fue así
como el 15 de diciembre de 1927, Mercedes grabó su primer disco en las
etiquetas del perrito Nipper, con las guitarras de Pablo Rodríguez y Baudino,
haciendo los tangos “El morito” del contrabajista Oscar Roma y el poeta
gardeliano Eugenio Cárdenas; y “Estampa rea”, del músico y actor Eduardo De La Bar y el gran Alfredo
Navarrine. En ese año, siguieron de lleno las grabaciones en la Víctor y
Mercedes Simone, ya consagrada en el mundo del tango, fue desfilando su arte
por los tablados del “Empire”, el “Porteño” y el “Florida” entre otros lugares
de importancia.
En 1928 pasó como cancionista a la compañía de Gloria
Guzmán en el “Esmeralda” (luego “Maipo”), y debutó para los micrófonos de radio
Splendid. Ligada a Gloria Guzmán, fueron contratadas para actuar luego en
Santiago de Chile, luciéndose Mercedes con sus tangos en el país trasandino,
quien a partir de entonces reclamara sus discos y sus presentaciones públicas,
en la medida que fue llamada permanentemente para actuar en dicha plaza. En
1929, Mercedes Simone fue contratada para cantar en el Uruguay, donde triunfó
rotundamente en los escenarios de Montevideo. Desde 1930, y siempre en la
Victor, también comenzó a grabar placas secundada por los músicos del sello. A
los tangos, sumaba pasodobles, rancheras y fox-trots.
De esta época, podemos recordar entre sus primeros éxitos
los tangos “Oiga agente”, “Pelechaste”, “Yo soy la milonguera”, “Chorra”,
“Recostado en un farol” (sublime interpretación), “Dominio” de Elvino Vardaro
(notable tango), “Pifiaste”, “Vieja calesita”, “Inocencia” (uno de sus mayores
éxitos de esos días), como los valses: “Tu jardín”, “Remembranzas”,
“Silenciosamente”, “Rie, payaso, rie”, o “Tu imagen que vuelve”; como los
fox-trots: “Estambúl”, “La nieta de japonesita”, o “Zapateado entrerriano” y
“Dejémonos de pavadas”, como piezas folklóricas. Entre los pasodobles que hizo
famosos se encontraban: “La copla andaluza”, “Por to lo arto”, el cuplé “Carmen
la chalequera” y la tarantela: “Se casa Marietta”. Entre las rancheras más
conocidas estaba: “El gaucho Don Ramón” (…no sirve pa’ hacer el amor…, rezaba
la letra). (Analizaremos la discografía como el repertorio inédito o no
grabado, en el sector correspondiente).
De esta suerte, llegamos ya a la década del treinta, la
cual seguiré desmenuzando en la segunda
parte de este ensayo.
Lunes, 08 de Octubre de 2012
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