1-Calle Boyacá, entre Junín y Palacé en 1876-
Autor Pastor Restrepo
-Archivo Biblioteca Publica de Medellin
FONDAS DE AYER
EL ROSAL
MUCHACHITA CONSENTIDA
CANCION DE DESPEDIDA
DESPERTANDOTE
LUNARES
IDILIO ETERNO
AGÜITA DEL CAMPO
OFRENDA DE AMOR
DOLOR DE AUSENCIA
EL LEÑADOR
LOCURAS DE AMOR
FONDAS DEL AYER
OFRENDA DE AMOR
IDILIO ETERNO
José Macías traduce hoy en Colombia
toda una esplendorosa vigencia, una iluminada preponderancia de nuestra canción
telúrica. Nacido hace más de ocho lustros en el departamento de Caldas, desde
antes de abordar su propia juventud ya estaba poseído por el duende y milagro
de la música vernácula, que él ha tomado directamente, desde entonces hasta
hoy, de nuestros propios, encendidos y lentos paisajes. José Macías aprendió la
patria y desentrañó su sangre en alfabeto de colores, por él y su inspiración
liberadas de tenues y milagrosas cárceles vegetales.
Con Octavio Ríos, José Maclas integra
en Cali desde hace algunos años uno de los más populares y celebrados duetos
bambuqueros de Colombia. Ríos, antioqueño de tiempo completo, hizo en la
Medellín de aquel entonces curso intensivo de serenatero ilustre, con repetidas
y triunfales apariciones en la radio, haciendo dueto con otros eminentes
vocalistas telúricos.
Pocos tan autorizados como Ríos y
Macías para cantar la canción colombiana que el último de ellos ha enriquecido
y coronado con joyas como “Ojos Miradme”, “Tormentos”. “Bonita”, “Muchacha de
Risa Loca”, “Fondas de Ayer” y muchos más títulos. Sonolux ha escogido
precisamente el último de sus bambucos. Fondas de Ayer, para presentar este
álbum de larga duración, en donde están algunas de las más aplaudidas canciones
de José Macías, con otra serie de canciones de los más “históricos” autores
musicales del país.
Fondas de Ayer “sabe” a Colombia. Acá
están las canciones de la patria, como el olor de yerbabuena y albahaca está la
fonda que pone los blancos telones de su humo y cal al camino rural. Tiene
"sabor”, también, a esas fondas bisabuelas que aquí Ríos y Macías cantan y
alumbran, como cantan y alumbran las fondas montañeras, que son simples,
iluminadas y claras como la llama congelada del aguardiente campesino que en
ellas se bebe.
Ríos y Macías hacen el conjuro y
milagro de todo ello en este álbum de canciones colombianas. De las tonadas que
se escuchan en las Fondas de Ayer y de hoy, cuando el cansancio del camino
vuela en las notas del tiple jolgoriento que siempre vive en función de
domingo, y en las notas de pasillos y bambucos que sacuden la sensibilidad y
nos descubren el perfil mágico y verdadero de la propia estirpe ..
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