sábado, 30 de mayo de 2015

PEPE AGUIRRE -Vol.3 -Tangos

Parque de Berrío en 195... Edificio Olano, demolición del edificio Hernández original, Edificio Gutiérrez, Edificio Echavarría y Edificio Banco de la República.

Autor: Andrés María Ripoll.

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.



            LADO A
1. JORNALERO (Tango)-Atilio Carbone-
2. NO LLORES MUJER (Tango)-Mario Ríos-
3. CRUEL INCERTIDUMBRE (Tango)-Abel dé J. Salazar-        
4. CONTESTACION A MANO A MANO-D.R.A.-
5. AL CORRER DE LOS AÑOS (Tango)-H. Escobar-J. Espinoza-
6. ANSIEDAD •Roberto Roberts-
5 : Con la Orquesta de Angel Capriolo

            LADO B
1. HOJAS DE CALENDARIO-Ullos- Díaz--
2. REDENTORAS (Tango)-Atilio Carbone-
3. MARGOT-Gardel - Razzano -
4. A TRAVES DEL OLVIDO-D.R.A.-
5. LA DESPEDIDA-Arr. Lalo Silva-José Aguirre-
6. MI DOLOR-D.R.A.-

                       



JORNALERO


HOJAS DE CALENDARIO


CRUEL INCERTIDUMBRE


 'Cachafaz', el bailarín que a sus 78 años homenajea a la noche caleña.

Édgar Fajardo, o 'Cachafaz', como a él le gusta que lo llamen, tiene 78 años y pertenece a la segunda generación de bailarines de Cali, que construyeron el legado salsero de hoy y se inspiraron en los ritmos cubanos, aprendidos en las películas mexicanas. De sus contemporáneos es el único que todavía tira paso, a pesar de tres operaciones pendientes; una de próstata, otra de un cálculo gigantesco y una hernia inguinal que lo obliga a usar una prótesis que le permite bailar con su pareja, Leidy Johann, 'la Exótica', de 27 años. En su larga vida de rumbero domina siete artes: bailarín, cantante, declamador, animador, fonomímico, compositor y poeta.

Fajardo nació en la aldea Tres Esquinas de Tuluá el 13 de mayo de 1934. Su familia se trasladó a Cali cuando a su padre, Rafael Fajardo, maestro de escuela, lo asignaron como director de la escuela del barrio El Piloto, en la carrera primera con calle 22. Rafael, casado con Etelvina Oliveros, con quien tuvo ocho hijos, llegó a vivir a este barrio.
…………………..

A propósito de la llegada del bandoneón argentino Juan Carlos Gallardo, a los 34 años, Édgar Fajardo, o Édgar Oliver, se atrevió a cantar tangos, uno de sus viejos anhelos, y se estrenó con Uno y el vals Frivolidad, de Pepe Aguirre.

Marchó con su sueño tanguero a Medellín hasta que se ubicó en el Patio del Tango, donde se presentaban los intérpretes y bailarines que llegaban de Buenos Aires y los mejores de la ciudad donde había muerto Carlos Gardel.

Guillermo Lamus, el 'Cachafaz' del tango, murió con el micrófono en la mano. Ganador de un concurso de tango que se realizó en la Casa Gardeliana. Tenía problemas cardíacos y, durante un homenaje que se le hacía, no aguantó la tentación, cantó La última copa y se doblegó ante sus admiradores. Este nombre le quedó sonando.

Fajardo se cansó de su vida de saltamontes: un día con dinero y seis con el bolsillo vacío. Regresó a Cali, con su familia; todos sus hermanos, profesionales, lo ayudaron para hacer un curso en el Sena y se convirtió en agente vendedor del almacén Jota Glottman. Seis años dedicados a las ventas y la conquista de mujeres con el poder verbal que había aprendido.

En 1974 murió su madre Etelvina y escribió la letra del tema Madre del alma: "Sin ti, mi vida es un engaño, en el mundo seré un extraño, huérfano, ¿para qué vivir?". Para completar, su padre, quien llevaba cinco años postrado, sin saber de la muerte de su esposa, falleció. Édgar Fajardo escribió un poema llamado Preámbulo: "Al poco tiempo de mi regreso, mi pobre viejo se enfermó, se puso grave, cruzó los brazos, cerré los ojos y se murió".


Acongojado, regresó a Medellín. En el Patio del Tango, el famoso Pepe Aguirre lo vio cantar y le ofreció hacer una gira con él por Antioquia y el viejo Caldas. Aguirre se dejaba llevar por el licor y una noche se vio obligado a decirle a Édgar que lo sustituyera. Fue entonces cuando le dijo al acordeonista Héctor Ríos: "Anúncieme como Édgar Oliver, el 'Cachafaz' del tango". Creyó haber tocado el cielo con las manos. Pepe Aguirre lo abrazó y supuso que, por fin, el éxito se atravesaba en su vida.

En el grill Azteca Internacional, en la avenida Colombia, de Medellín, cantó para unos hombres armados con ametralladora.
Uno de ellos le pidió que cantara Cambalache y el repertorio siguió hasta que se fue. Le dio tanta plata que pagó tres meses de arriendo por adelantado y estrenó nuevas pintas. Mucho después, supo que ese señor era Gonzalo Rodríguez Gacha, 'el Mexicano'.

Lo último que hizo fue enseñarle a bailar tango a la hija de Héctor Galán, para que se presentara en el Viejo Almacén. Regresó a Cali para hacerse operar. Antes de ir al quirófano, se presentó en La Bamba, el grill Río Cali y en el Séptimo Cielo, acompañado por Gloria, la 'Muñeca del Tango'.

Édgar Fajardo Oliveros, Édgar Oliver, o el 'Cachafaz' del tango, ha recopilado todas estas historias en un libro titulado Las memorias del 'Cachafaz' colombiano, de 174 páginas y más de 50 fotos, en el que recorre décadas de su vida dedicada a la rumba, a la noche y las mujeres.

En su epílogo escribe: "Ya han pasado muchos años en mi vida, y hoy que me siento viejo, no quisiera despertar para seguir soñando que la vida es un tango y el que baila es un loco, y ese loco precisamente soy yo". Hizo toda clase de gestiones para publicarlo, con entidades oficiales y políticos, pero no encontró ese mecenas. Mientras tanto, trabajó como animador de Conga Salón Show los fines de semana.


UMBERTO VALVERDE
Especial para EL TIEMPO
Cali.

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