Panorámica de la Plaza de Berrío en
193... .
Edificio Olano, Edificio Hernández, Edificio Gutiérrez y Edificio La Fama
Autor: Jorge Obando C.
© Biblioteca Pública Piloto de Medellín
para América Latina.
CARA A
"LAGRIMAS DEL ALMA"
"PALMERA"
"CASO EXTRAÑO"
"ANSIEDAD"
"MADRUGADA LLANERA"
"HOMENAJE A JUAN VICENTE"
CARA B
"EGOISMO"
"AQUELLA NOCHE"
"LA FLOR DE LA CANELA"
"MI VENEZUELA QUERIDA"
"LA PARAULATA", Tonada
"BAJO EL CIELO CUBANO"
AQUELLA NOCHE
PALMERA
ANSIEDAD
ADILIA
CASTILLO con LOS ARAUCANOS -
Al
Arpa. Ernesto Torrealba
Los discos Gema sienten verdadera satisfacción en
presentar al continente americano a una artista venezolana de la calidad de
Adilia Castillo, que al igual que cautivó al pueblo de Cuba con su prodigioso
arte durante su breve estancia en que fue grabado este álbum, a través de éste
tenemos la seguridad de que conquistará a todos los públicos latinoamericanos.
Como mejor exponente de la impresión dejada por Adilia
Castillo en Cuba, a través de sus actuaciones, reproducimos la crónica que el
brillante periodista cubano Bernardo V. Trejo dedicara a la genial venezolana
en su columna (ENTRE PARÉNTESIS) del Periódico Avance del día 11 de Agosto de
1959.
"LA VOZ PURA de una india venezolana está rompiendo
la radial y televisada ramplonería de nuestras plantas.
Es una voz redonda, grave, transparente, como si siempre
se escuchara al aire libre.
Voz para cantar serranas, que diría Antonio Machado.
Otro poeta —cubano, Nicolás Guillén— define estos metales
"como de cristal esmerilado".
A todas estas cosas, y a muchas que se sienten pero que
no se pueden definir —"hay cosas que no pueden decirse de otro modo"
insinúa Neruda—, sabe la voz de Adilia Castillo, la doña del Arauca.
Adilia Castillo goza también los vocales privilegios de
Carlos Gardel y Lucha Reyes: una total autoctonía en la voz con la música que
interpretan.
Si el tango surgió suave, trino, como de lamento
amanecido, fue porque así era la forma interpretativa de Gardel.
Lucha Reyes, con la redonda pureza de su canto, visitó
para siempre el corrido y la ranchera; frutos híbridos del flamenco con el
rastro musical dejado por los moros en el caliente sur de España.
... .La Doña del Arauca también proviene de esta cepa.
En cada agudo suyo se escucha el grave sonido del viento
al perderse en la silvestre cárcel del cañabraval venezolano. Y cuando su voz
se afina, como canto de alegre paraulata, nos llega como vivo reflejo de las
aguas del Cunaviche, en el fondo mismo de Venezuela.
"Matizar —decía el genio divino de Isadora Duncan—
es vestir la voz”.
Y es en el matiz precisamente, en lo que se regodea la
voz de Adilia Castillo. Porque algo menos que una frase, algo menos que una
palabra —¡en una sílaba Dios mío— es suficiente para la hermosa variedad de sus
matices.
Con su numismático perfil de impronta y sus monos
envolviéndole la voz, se la ha visto matizar hasta el silencio y romper de
nuevo, en poderosa estampida, con un quejido que bien pudiera recoger el
lamentarse de siglos del indio yaruro, su humilde ascendiente.
"De más lejos que más nunca —decían los llaneros del
Arauca para quienes, sin embargo, todo está siempre "ahí mismito, detrás
de aquella mata”— De allá vino la trágica guaricha. Fruto engendrado por la
violencia del blanco aventurero en la sombría sensualidad de la india, su
origen se perdía en el dramático misterio de las tierras vírgenes*'.
Así describe Rómulo Gallegos el origen de Doña Bárbara.
Adilia Castillo junta sus condiciones, casi, con la doña
del vigoroso novelista de perfumada proas.
También viene del Arauca. Fruto también del blanco y de
la india. Adilia canta y baila y actúa con gesto de indolente guaricha. Y lleva
en la cabeza una catajarra de pensamientos. Y sobre el caballo —como la catira
Pipía Sánchez, la "doña** de Camilo José Cela —"parece el mesma
viento, lambe que lambe la sabana'*.
Bernardo Viera Trajo.
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