Incendio del Edificio Gutiérrez en el costado norte del
Parque de Berrío en 1959
Autor: Gabriel Carvajal Pérez.
© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América
Latina.
LADO 1
1) AL COMPAS DE UN TANGO - tango (Suárez
Villanueva - Oscar Rubens)
2) LA VIEJA SERENATA - vals - Sandalio
Gómez - Teófilo Ibáñez)
3) TODAVIA HAY OTARIOS - tango -(Manuel
Pizarro y N. N.)
4) CANDOMBEANDO - milonga candombe (R.
Carambola)
5) NINGUNA - tango - (Homero Manzi-Siro)
6) EL BESO - paso doble (A. Ortega -F.
Mor aleda i
LADO 2
1) SE ACABO TU CUARTO DE HORA tango -
(Carlos A- Petit - R. Sciamarella)
2) NUBES DE HUMO - tango - (Manuel
Romero - Joves)
3) MUCHACHOS ESCUCHEN • tango -(Vicente
Salerno - C. Lucero - Alberto De Luca)
4) ALMA DE MORENO-candombe-(Batle)
5) LA QUE MURIO EN PARIS - tango
-(Blomberg • Maciel)
6) POR. CUATRO DIAS LOCOS - marcha
-(Rodolfo Sciamarella)
LA VIEJA SERENATA
EL BESO
MUCHACHOS ESCUCHEN
El cancionero popular argentino cuenta con numerosos
jóvenes intérpretes de hondo arraigo popular. Uno de estos figuras, de
significativo relieve, es, justamente, quien motivo el comentario paro lo
presentación de una selección de su repertorio bailable. Su nombre artístico,
ampliamente conocido: ALBERTO CASTILLO.
Haciendo referencia a su trayectoria como vocalista del
tango, es interesante conformar unas breves etapas, para ir ubicando al lector
en el primer punto, desde donde arranco su labor. Por ejemplo, comencemos
recordando un barrio de tradición porteño: Mataderos. Fue en alguna esquina de
esa vieja barriada, donde Alberto, apenas un niño, hacía las delicias de los mayores,
cantando con simpático gracejo. Acaso despuntaba en él un intérprete con
destino de tango. Y en esto se afirma el recuerdo si tenemos en cuenta que,
tras su adolescencia, continúa alternando sus estudios con el canto, hasta
ingresar a la Facultad de Medicina, donde al cabo del curso recibe el título de
doctor. Pese al título, no claudica su amor al cancionero popular y lo vemos
alegrar los ruedas cordiales de sus colegas, practicantes de los hospitales,
estudiantes, jóvenes profesionales y una ya pequeña legión de admiradores que
conforma el pueblo, tal como lo estimulaba la barra de su barrio porteño.
EL DOCTOR DE LUCCA: ALBERTO CASTILLO
Aquel muchacho practicante del hospital Alvear, un día
incursiona seriamente por los ambientes del tango. Acaso no pensara el doctor
Alberto Salvador De Lucca, que llegara al corazón de las masas populares,
cantando al compás de una orquesta típica. Pero es digno de destacar el hecho,
por cuanto su debut se produce en una de las más importantes emisoras de Buenos
Aires, en L.R.1 Radio El Mundo, integrando el elenco corno cantor de la
orquesta de Ricardo Tanturi. Rápidamente la popularidad del médico-cantor se
extiende de tal modo, que el doctor De Lucca debe dejar paso a Alberto
Costillo, el cantor Ídolo de los barrios porteños. Continúa una etapa de
superación y son muchas los páginas musicales que crea con estiló personal,
como es sabido.
En el año 1945 se desvincula del conjunto mencionado y
forma el suyo, con un renovado repertorio, en el que incluye el clásico "candombe",
que se consagra con las festejadas intervenciones de morenos auténticos,
danzando al compás de sus tamboriles, en tanto Castillo canta los versos al
rítmico acento.
Pero no sólo la radiotelefonía y los bailes ocupan su
tiempo, sino que es requerido para las grabaciones de sus éxitos y el cine argentino
también solicita su intervención, siendo numerosas las películas en las que
interviene como galán-cantor. Si agregamos que Castillo ha realizado numerosos
giras por el interior del país y por el extranjero, culminando en Madrid,
tendremos el panorama completo sobre las dimensiones de su justificado éxito.
Sus discos recorren todos los caminos del mundo, destacándose los títulos de
las obras por su modalidad inconfundible. Oigamos, pues, esta interesante.
LITO BAYARDO
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