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lunes, 9 de marzo de 2015

LOS MUCHACHOS DE ANTES -Vol 3 -Album Doble


Calle Junín en 1870, conocida también en la época de colonia como “El Resbalón”. Calle en piedra, con una zanja en el centro y aceras en ambos costados.

Fotógrafo: Pastor Restrepo Maya

BPP


Disco 1
Deci que sí. ( 2:54)
El cantar de los gitanos. ( 3:11)
Esta tarde he de cantar. ( 2:49)
La que murió en Paris. ( 2:51)
La viudita. ( 3:14)
Marcao. ( 2:52)
Más allá. ( 2:27)
Mediodía. ( 3: 1)
Noches porteñas. ( 2:40)
Nunca es tarde. ( 2:41)
Ojos tristes. ( 2:45)
Y no la puedo olvidar. ( 3:10)

Disco 2
El embrujo de tu violín. ( 2:26)
El niño de las monjas. ( 2:50)
El novillero. ( 2:33)
Firuletear de bandoneón. ( 3: 7)
Lo que vieron mis ojos. ( 2:26)
Mi morena. ( 2:46)
Mi piba. ( 2:45)
Nunca mas. ( 2:38)
Parece un cuento. ( 3:10)
Seguí mi camino. ( 2:34)
Serenata de amor. ( 3:22)

Tango del querer. ( 2:46)




DECI QUE SI


EL NOVILLERO


LO QUE VIERON MIS OJOS


“Eran en ese entonces las noches más azules” dice el poeta.

Bueno, no tanto allá. Pero es lo cierto que todas estas viejas cosas resultan doblemente lindas. Por lo que fueron y por lo que ahora significan, recuerdan, evocan.

Las Muchachos de Antas, todos esos compositores y letristas, cantantes y directores, asumían su responsabilidad, sin egoísmos ni prejuicios, Y junto al  tango, rebelde, imperioso, dueño de la emoción sentimental, brindaban los valsecitos tiernos, y briosos pasodobles. Metían rancheras, rancheras de las de allá, de pampa, y hasta foxes americanos.

 Le daban a todo y a todo le daban bien estos muchachos de antes que nos transmiten, a través de antiquísimas grabaciones, algunas de las cuales casi estaban olvidadas del todo, un recuerdo emocionante de lo que fueron los bailes antañones
Ilustres directores como Canaro y Lomuto, sumos pontífices del rito musical porteño durante varias décadas. Y el pionero Roborto Firpo con su contemporáneo, Juan Guido. El uruguayo Roberto Cuenca, el aristocrático Fresedo. Los vanguardistas, Federico, Maurano. 
Los celebradísimos, Donato, Zerrillo y De Angelis. Esa fabulosa Orquesta Típica Víctor que se convertía en Típica Porteña o en Víctor Popular al mandato de los "capos". Y cantantes que marcaron con su voz, hitos importantes del cancionero de Buenos Aires, como Fiorentíno y Agustín Irusta. Alberto Gómez, Hugo del Carril, Larroca, Ernesto Famá y Lafuente. 'El Príncipe Azul", mueerto cuando iba camino a la consagración total, Alberto Serna, quien a los 72 años se suicidó en Buenos Aires hace pocos días.

En fin, todo un muestrario de la bohemia musical de aquellos viejos tiempos cuando, quizás, si, “eran más azules las noches”.
Hernán Restrepo Duque

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