Páginas

domingo, 12 de enero de 2014

GOMEZ Y VILLEGAS - Tierra de mis Amores

La Alhambra 1915.


LADO 1
1 - CUATRO PREGUNTAS -Eduardo López - Pedro Morales Pino
2 - ANHELO INFINITO -Roberto Muñoz L. - Arturo Alzate G.
3 - LAS MIRLAS -Gonzalo Hernández - J. M. Trespalacios
4 – IBAGUEREÑA -Eduardo López - Jorge Añez
5 - LLORABA EN LA PLAYA  -José González Zapata
6 - EL MARCO DE TU VENTANA  -Víctor Romero - Luis Uribe Bueno

LADO 2
1 - ROSARIO DE BESOS  -Libardo Parra T. - Francisco Paredes Herrera
2 – VECINITA  -Luis Carlos González - Enrique Figueroa
3 - LAS HOJAS DE MI SELVA  -Epifanio Mejía - Manuel Ruiz (Blumen)
4 - MIS FLORES NEGRAS  -Julio Flores - Emilio Murillo
5 – ANTIOQUEÑITA  -Miguel Agudelo - Pelón Santamarta

6 - TIERRA DE MIS AMORES  -D. R. de A.



ANTIOQUEÑITA




Aunque parece que "Tierra de mis Amores" no es, efectivamente una canción colombiana, el hecho de que nuestros cantores típicos la hayan incorporado a su repertorio cariñosamente y haya figurado, codo a codo, con las más lindas meló* días de la patria, la hace un poco nuestra.
Al fin y al cabo los mexicanos también se han apropiado, de buena fe y cariñosamente, muchos de los bambucos colombianos.
Todo este folklore americano se confunde y se hermana con el pasar de los años.
Por eso podemos decir, y para los “puristas*' aplicamos aquello de que “la excepción hace la regla" que este, su quinto volumen, es el primero en donde Gómez y Villegas cantan música colombiana exclusivamente.
Bambucos y pasillos cuyos títulos resumen medio siglo del cancionero colombiano.
Canciones que nos remontan a los primeros balbuceos de la música criolla, formada, escrita y digna de hacerse presente en los salones. Los años en que Pedro Morales Pino "completa" la bandola y transcribe los aires campesinos, para, finalmente, regalar a Colombia ese monumento bambuquero que es "Cuatro Preguntas".
Los años “serenateros" del Bogotá centenarista, de piqueteaderos románticos y ventanas arrodilladas. Julio Flores lanza en su violín bohemio un pasillo que pasaría a figurar como modelo. que Colombia y Ecuador se disputan cordialmente y que sin que haya demasiada documentación al respecto, pasa al acervo musical de quien fuera el gran animador de la música nacional en aquellos tiempos, Emilio Murillo. Se trata de "Mis Flores Negras" naturalmente.
Jorge Añez es uno de los cantores que manda la parada en aquellos anocheceres de chicha y de soneto, y es quien pone la música a los versos de Eduardo López, el autor también de los de "Cuatro Preguntas", en homenaje a las ibaguereñas. Después conquistaría gloria y aplausos para nuestras canciones en los países norteños. Y las muchachas casaderas de Colombia se despiertan en los amaneceres musicales cuando cantan "Las Mirlas".

Medellín es el feudo intelectual de Efe Gómez, de Carrasquilla y de Los Trece Panidas". Pelón Santamarta recién llegado de México, y aureolado de gloria y de leyenda, lanza en su “Chapinero , de la vieja carretera a Bello, el inmortal "Antioqueñita". Son los primeros años de gloria de Blumen y de los Trespalacios, y un poema del "divino loco", Epifanio Mejía sirve para uno de los grandes triunfos del insigne Manuelito Ruiz, cuyo dueto compite fuertemente al de Martínez y Trespalacios que tienen como caballito de batalla, el "Lloraba en la Playa" de José ‘‘Buche".
Rosario de Besos es la transición. El gran Tartarín Moreira haca "sociedad" con Paredes Herrera, del Ecuador, para hacer una de las melodías más lindas que registra el cancionero americano, que viene en discos de los Estados Unidos e inunda ventorrillos y cafetines de arrabal. Tartarín, Alzate Giraldo, Muñoz Londoño, Augusto y Miguel Ángel Trespalacios, Nano Pasos, Nicolás Torres, Blumen y "Cariño” (Enrique Suárez), son nombres de diaria mención en las noches en que todavía la luz de Medellín titilaba en la semípenumbra de La Bastilla o del Café París.
“Vecinita” y “El Marco de Tu Ventana" son el advenimiento de la última época de la canción criolla. El primero anuncia el apogeo de los temas “Pereiranos", cuando Los Heraldos de Caldas, Enrique Villegas y Enrique Figueroa, se atreven a desafiar en plena carrera Junín a los grandes duetos de moda: Os-pina y Martínez y Obdulio y Julián, y arrebatan ovaciones clamorosas en una histórica noche del teatro Junín.
Un letrista de genio raro, de inspiración nueva y deliciosa iniciaba con él su carrera triunfal, Luis Carlos González. Y un cantor anunciaba relevos en las filas de la música autóctona: el tenor Figueroa.
"El Marco de Tu Ventana" es la consagración de Luis Uribe Bueno y de Víctor Romero, y el anuncio de que Santander estaba pidiendo pista en el panorama musical de Colombia, nuevamente, para seguir la ruta trazada por los Guerrero, los Olarte y los Calvo.
Los intérpretes son Julio Gómez y Carlos Villegas.
Uno de Medellín. el otro de Manizales. Villegas, hijo de quien fuera muchos años corista de Sonsón y hermano de Enrique y Ernesto Villegas, dos cantores de los más grandes de todos los tiempos, como él mismo.
Ellos, Gómez y Villegas, tienen un sitio estelar en la historia de la canción colombiana.
Y son, hoy por hoy, los amos en las noches románticas, regadas de bambuco y de pasillo del Medellín que prolonga el recuerdo de Pelón y Marín, de Cabecitas y Leonel Calle, de Ochoa y Benítez, de Blumen y Trespalacios, de Samuel y Augusto, de Ríos y Mariscal, de Obdulio y Julián... Y comparten los créditos estelares de los últimos años con El Dueto de Antaño, con Espinosa y Bedoya, y Ríos y Macias.
Estaban debiendo al bambuco este homenaje, Gómez y Villegas, expresión típica y criollísima rúbrica que las gentes que de esto conocen, tienen en un sitial de preferencia.
Los arreglos musicales, los cuidadosos montajes, perfectamente aferrados al sabor “de antes", son originales del mismo Carlos Villegas.
Un quinto feliz, el quinto volumen de Gómez y Villegas. Verdad?
Producción y Notas de HERNAN RESTREPO D.

1 comentario:

  1. Agradezco el haberme respondido, pero no encuentro de donde y como bajar el tema PATRIA DOLOROSA, por favor si me tiene paciencia, contésteme

    mirandafiori@gmail.com

    ResponderEliminar