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lunes, 16 de enero de 2012

RECORDANDO BOLEROS VOL.1 -Varios

Tranvia a Belén cruzando el puente. Medellín. 

. El servicio se prestará desde las 5 AM hasta las 10 PM, sin perjuicio de prolongarlo de acuerdo con las necesidades del tráfico.

Lado A:
Llanto de Luna - Leo Marini con la orquesta de Don Américo y sus Caribes
Mi Carta - Hugo Romaní con Victr S. Lister y su Orquesta
Nosotros - Fernando Torres con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes
Así - Genaro Salinas con Victor S. Lister y su Orquesta
Dos Almas - Gregorio Barrios con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes
Dos Gardenias - Fernando Albuerne con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes

Lado B:
Pecado - Fernando Albuerne con Victor S. Lister y su Orquesta
Final - Gregorio Barrios con Victor S. Lister y su Orquesta
Diez Años - Leo Marini con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes
Un Gran Amor - Genaro Salinas con Victor S. Lister y su Orquesta
Toda Una Vida (Me Estaría Contigo) - Fernando Torres con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes
Nieblas - Fernando Albuerne con la Orquesta de Don Américo y sus Caribes 
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LLANTO DE LUNA


DOS GARDENIAS


TODA UNA VIDA



En su carácter de canción melódica, el bolero es una creación artística atribuible a la rapsodia mexicana, que ha logrado evidente arraigo universal. Desde la tierra azteca difundiéndose la producción de estas trovas rítmicas de salón a las Américas del Centro y del Sur, después a España y posteriormente alcanzó su auge a países latinos como Francia e Italia.

Al Bolero, consiguientemente y por igual que a otras expresiones vinculadas al sentimiento popular, le ha tocado tener épocas de brillantez y transiciones pálidas. Pero ya sabemos cómo resurgen estas aficiones entrañadas en el favor de los públicos, y siempre cabe esperar de ellas un nuevo deslumbramiento.

Por otra parte, y aún en aquellos mencionados períodos transitorios, el recuerdo amable de lo que tiene lazos afectivos con nuestro espíritu bastará para que lo consideremos actuando como en su mejor etapa. Eso nos ocurre hoy con algunos boleros. Recordarlos, es como recordar idilios, ensueños, ilusiones, esperanzas, horas que dejaron huellas en el alma y el corazón. Podrán, o no, haberse realizado algunas ilusiones; quizá haga tiempo que estañe marchita una rosada esperanza; puede ser algún idilio sea ya apenas una vaga nostalgia melancólica...

Pero lo que no está olvidado, ni marchito, ni ido; lo que perdura con fuerza de presente, es esta música de sencilla hebra melódica, esta canción de simples palabras, que un día respaldó armoniosamente un momento sentimental y que cada vez que suena nos demuestra que su inmaterial encanto pequeño sigue existiendo cuando muchas opulencias materiales no resistieron el paso del tiempo.

 Llanto de luna en la noche sin besos de mi decepción... Comienza a desgranar sus coplas la selección fonográfica de boleros. Si estamos tristes, su lenguaje sentimental se pone a tono con nuestro estado de ánimo. Si estamos alegres--- ¡ojalá!--- podremos avalorar grandemente nuestra ¡felicidad!, comparándola en el lamento del amador desdichado. El girar del disco es propicio al retorno de las confidencias: Nosotros, que fuimos tan sinceros, que desde que nos vimos amándonos estamos...

Tales confidencias nos las hacen intérpretes de alta jerarquía en el género. Por virtud de sus grabaciones bajo el sello ODEON, tienen siempre en sus labios flamantes, el mensaje de un día. Son los cantantes que prestigian este disco. Algunos argentinos: Leo Marini, Hugo Romani y Fernando Torres; un español Gregorio Barrios; un cubano: Fernando Albuerne; un mexicano: Genaro Salinas. No ha sido buscada de intento esta variedad de nacionalidades en los artistas de esta selección. Pero cumple destacarla, por aquello de que siempre ha ido aparejada a la modalidad de los más distinguidos cantantes melódicos de nuestro idioma, la dulce, apasionada y nostálgica endecha de bolero. En este caso, también está presente el arte de la reconocible patria del género, y por cierto que en circunstancias especialísimas.

La voz de Genaro Salinas únase en una obra a la inspiración de María Grever, ambos mexicanos y ambos extintos. Voz e inspiración de la muerte, regresan en la cadencia de "Así". Porque, un beso como el que me diste nunca me habían dado y el sentirme arrullado en tus brazos nunca lo pensé...

Doce melódicas canciones transponen lucidamente la distancia de sus horas exitosas. Están dichas por labios fervientes que las llevaron de triunfo en triunfo y que revalidan el merecimiento de su fortuna. Este disco de grata evocación parece reafirmar, en estrofas que lo encierran, la justa apología del bolero, dulce canto de amor. No habrá nieblas en mi noche si tú estás... No habrá llantos ni pesares si tú estás...

 Atentamente Oscar León.

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