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viernes, 23 de diciembre de 2011

PACHO GALAN -Merecumbé en Cartagena

Navidad, Medellín.

Boquita Salá
Cantemos Merecumbé
Corte Totuma
El Toro Ñato
Juanita Cielo
Marbella
Merecumbé en Cartagena
Mi Pollito
Ole Morena
Se va el caimán
Secreto de mis amores
Trópico 

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BOQUITA SALÁ


SE VA EL CAIMAN


EL TORO ÑATO


LA TROMPETA DE PACHO GALÁN

Aun después de haberse perdido definitivamente de la vida el 21 de Julio de 1988, se le siguen perdiendo las cosas: la boquilla de oro de 18 quilates de la trompeta de Pacho Galán se extravió en el embolate de su muerte y hasta hoy es un misterio. Así lo expresa Ana María Espinoza, la viuda del maestro: se lo estoy contando y usted me va a decir que es un imposible. Llorando, con un ojo enfermo, con artritis, agobiada por una fiebre continuaba Ana recuerda dificultosamente el origen de la boquilla: Pacho tenía un gran amigo, el señor Pepe Royal. Un español nacionalizado propietario del Hotel New Royal, sitio en el cual Pacho tocaba con su orquesta. Y allí mismo, por el aprecio que le tenían el Señor Pepe y su esposa Sofía María de Royal le obsequiaron a finales de los cincuentas la boquilla de oro. No solo se ha perdido la boquilla, sino también la trompeta.

Ana María Espinoza vive prácticamente sola. Sin embargo, recuerda con mucha alegría la personalidad del maestro, contrario de lo que han escrito casi todos los reseñadores de noticias sobre Pacho, nunca fue mujeriego, ni borracho empedernido, ni de genio atravesado. Tampoco era cocinero y ni siquiera entraba a la cocina. Bebía poco, pero fumador sí era. Se fumaba dos paquetes diarios de Pielroja. Fue también un empedernido del olor de la guayaba. Es el único hombre que para tomarse la sopa tenía que echarle guayaba. En cambio le preparaba jugo de guayaba y no se lo tomaba. Era un amante enloquecido de la leche: se bebía dos litros diarios.

Quizás por eso Armando Galán, su hijo también trompetista, recuerda a manera de anécdota: A veces cuando llegaba a visitarlo no me reconocía y le decía a Ana: mija allí llegó el lechero, atiéndalo.

Ana María Espinoza vive indudablemente la fantasía del recuerdo que produce indudablemente uno de más grandes de la música popular urbana en Colombia y latinoamericana. Además de sentirse enferma y prácticamente sola le ocasiona más de una furia contra la sociedad, y las autoridades, las asociaciones de artistas y todos aquellos que utilizan la música de Pacho. Sin embargo Armando Galán se mantiene pendiente de ella y procura ayudarle hasta que las casas disqueras le cumplan a él también o las entidades respectivas. Armando aclara la trompeta de Pacho, aquella que le regalara su padre Adolfo a los quince años, de marca Elkar Indiana, traída de Argentina y comprada a un costo de quinientos pesos -en los años 20!- fue simplemente regalada a unos de los hermanos Cervantes, Reyes Cervantes, íntimo amigo de Pacho. Y que más bien la boquilla que le regalarían los Royal tendría un bañito de Oro . Ya que el Oro es sordo y es muy perezoso para las vibraciones.

Publicación    eltiempo.com
Sección   Otros
Fecha de publicación   3 de agosto de 1990
Autor   MARIANO CANDELA

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