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domingo, 19 de diciembre de 2010

LITO BARRIENTOS Y SU ORQUESTA - Very Very Well

Parque Bolívar 1968. Medellin.

LADO.A
Caracol
Ya Voy Toño
Cumbia Que Te Vas De Ronda
Rubiela
Cumbia En Do Menor
Charanga Pa Gozar


LADO.B
Cumbia Costeña
Xuis Konar
Mosaico




VERY VERY WELL


CUMBIA EN DO MENOR


RUBIELA


Lito Barrientos

La historia de Lito Barrientos engalana la cultura de El Salvador, el país centroamericano que lo vio crecer y al que le brindó su gran talento musical que conquistó diversas fronteras. Hoy su nombre tiene un brillo especial gracias a la labor que hizo en pro de la música de su país.

Su verdadero nombre, Rafael Barrientos y nació en Armenia, Sonsonate, El Salvador, en julio de 1915. Su padre, Pedro José Barrientos, era agricultor y su madre, Enriqueta Marroquín era comerciante. Tuvo tres hermanos aficionados a la música que tocaban en una marimba titulada Bella Armenia. Uno de ellos, dedicado a la música, fue el primero en visitar como músico a San Salvador y después a Europa. Formaba parte de un grupo musical que se llamaba Marimba Atlacatl.

Lito fue alumno del maestro del coro del pueblo que vivía a trescientos metros de su casa. “Empezamos con la marimba, casi todos siempre empiezan de oído, pero como había un maestro de coro ahí en Armenia que formó una escuela de enseñanza musical, con él empecé a conocer las corcheas y las semi-corcheas”. Luego se unió al grupo de Toño Córdoba, un marimbista.

Fue comerciante y al mismo tiempo ejecutante de la marimba, en el grupo Alma India, al cual se integró cuando fue invitado porque lo reconocieron como hermano de Leopoldo Barrientos, quien ya era famoso en su ejecución.

Aprendió en Sononate la ejecución del trombón, gracias a su participación en la banda Rafael Álvarez Monchez. Recuerda al filántropo Gustavo Vides Valdés, un cultivador de Café de Santa Ana. Él los contrató para amenizar una fiesta de los trabajadores. Luego de la presentación inciaron tan buena relación que el señor Gustavo Vides Valdés les financió la fundación del grupo Pony Meca, que era la marca del café que él producía. Fue en 1935.

Su vida lo llevaría luego a Costa Rica, Panamá, Colombia y otras regiones de Centroamérica. Cuando fundó su orquesta debutó en San Salvador en el Casino Salvadoreño, esquina opuesta al Parque Barrios. Con el tiempo alcanzó el liderazgo total. En la radio tenía un programa semanal de una hora. En las fiestas cobraban de cincuenta a cien pesos, dependiendo del lugar, cuando un buen par de zapatos costaba dos pesos. La orquesta acompañó a Tongolele, a Lucho Gatica, a Muñíz, a Los Churumbeles de España.

En uno de sus viajes a Colombia grabó con la fábrica Tropical de Barranquilla Burbuja y Pimienta. Eso fue un cañonazo. También grabó para Discos Fuentes de Medellín el tema Very, very, well, obra de Antonio Fuentes y otro éxito tremendo en Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, México y Estados Unidos. Ese fue el éxito más grande que tuvo.

En la última estadía de nueve meses en Colombia, los músicos locales protestaron, hasta que por medio de una ley, lograron vedar el trabajo de la Orquesta Internacional de Lito Barrientos ––internacional porque sus integrantes eran de tres o cuatro nacionalidades–. En ese período conoció la cumbia que sólo se tocaba en la costa colombiana y con ella invadió a su país. “En el interior ...” –nos dice- “... se tocaba el bambuco, el pasillo, un montón de ritmos distintos que no tienen nada de vallenato, ni de mapalé, ni de porro, ni nada de eso, eso es solamente de la costa, que la componen Santa Marta, Cartagena, Montería, Barranquilla y en Cali también. A partir del primer viaje yo ya venía con cumbias; en un principio cuando iba a tocar a una fiesta me decían: –Ah! Miren, no toquen esa música, muy alegre, hombre. Así decían, porque yo les metía música colombiana: –No, no, no, no, no toquen música, toquen como tocaban antes... desde que fueron a Colombia ustedes están metiendo esa música que sólo es bulla, sólo es bulla, sólo es bulla–. Y ahora lo primero que piden es música alegre y tropical de Colombia. Influyó más cuando empecé a traer música de discos grabados. Yo traje discos de Los Melódicos y de la Billos Caracas, que nunca se habían oído aquí. Así se fue metiendo más. Al tocarse en radio la gente los fue oyendo y le fue agarrando sabor, hasta que se inundó de música colombiana, así es que esa música nosotros la trajimos pero porque la veníamos tocando”.

“Ya empiezo a traer música y sobre todo yo traía la que grabábamos nosotros allá. Entonces, como aquí no habían fábricas de disco, sólo la orquesta de Lito Barrientos sonaba, porque yo traía la música ya grabada y naturalmente por hacerle propaganda a la orquesta, impulsaba eso. Hice el trato con Ómar González para la Radio Reloj y se puso de moda en primer lugar la Radio Reloj dentro de El Salvador, vino el Pájaro picón, Por qué no te quitas el saco, Te estás poniendo flaca, y así un montón de música colombiana. Estamos hablando apenas de 1955”.

Autor de Son guanaco y Montserrat, es también fundador de la Unión General de Artistas Salvadoreños –UGASAL–, de la Sociedad de Autores, Compositores e Intérpretes –SACIM–, entre otras entidades, y propietario del sello “Discolito”.

Ha sido ganador de El Congo de Oro, galardón que otorga el Festival de Orquestas del Carnaval de Barranquilla, Colombia; La orden José Matías Delgado y la orden Hijo Meritísimo de El Salvador. Recientemente el premio Ingenio 2006, de El Salvador, estuvo dedicado a Lito Barrientos, evento que fue organizado por el Centro Nacional de Registro (CNR).

Adaptación del artículo escrito por Francisco Figueroa

1 comentario:

  1. eXCELENTE Página, ojala la sigan trabajando aún mas. Buenisimaaaa. Manuel H.

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