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sábado, 30 de octubre de 2010

ALFONSO ORTIZ TIRADO Vol 5 - Ventanita colonial

byaca entre junin y palace 1876. Medellín.


LADO 1
LLANTO DE FLOR  Emilio de Nicolás  y Orquesta de Chucho Zarzosa
RETORNO  Emilio de Nicolás - Díaz Polio y Orquesta de Chucho Zarzosa
MORENA Agustín Lara  y Orquesta de José Briceño
CABELLERA RUBIA Agustín Lara  y Orquesta de José Briceño
 SOMBRAS  Luis Alcaraz - Arr. Gmo. Posadas y Orquesta de Alfredo Cibelli
VENTANITA COLONIAL A. Lara - M. T. Lara y Orquesta de Alfredo Cibelli

LADO 2
MANON - II Sogno Massenet  y Orquesta RCA Víctor Dir. E. Vigil y Robles
SERENATA - Rimpianto Toselll  y Orquesta RCA Victor Dir. E. Vigil y Robles
MADRE MIA Antonio Placencia y Orquesta de Alfredo Cibelli
MERCEDES  J. Planas - Feo. Betoret - J. Murillo con SARA ORTIZ TIRADO y Orquesta de Alfredo Cibelli
VIVA ESPAÑA Jorge del Moral y Orquesta de José Briseño
SERENATA Shubert





VENTANITA COLONIAL


SERENATA (Shubert)


SERENATA(Toselli)




Pocos cantantes, muy pocos, han logrado obtener, en el corazón popular, un sitio y una permanencia como los de Alfonso Ortiz Tirado, el médico mexicano que hizo obras inmortales de las más bellas canciones populares de su tiempo.

Alfonso Ortiz Tirado se vinculó a la Víctor por intermedio de Ralph Peer, director artístico por aquel entonces.

El joven cirujano había hecho actuaciones públicas desde los 8 años de edad, cuando, en una de las fastuosas reuniones del dictador Porfirio Díaz, sustituyó a una de sus hermanas causando la admiración de las gentes, y luego en una función a beneficio del Hospital General de México, en donde oficiaba como uno de los más importantes colaboradores del Pabellón Ortopédico No. 6.

No fue mirada con mucha simpatía su actuación artística en un principio. Y hubo inclusive resistencias visibles por parte de sus colegas cuando comenzó a alternar con las grandes figuras operáticas de México, como Chacha Aguilar y María Romero.

Cuando al fin esas resistencias fueron vencidas, Alfonso Ortiz Tirado se dedicó a educar su voz con el fabuloso maestro Pierson, el mismo que "hizo" a cantantes como José Mojica, Pedro Vargas y Juan Arvizu, y ya decididamente a trabajar en la radio y en el teatro.

En la NBC de los Estados Unidos trabajó 18 meses consecutivos triunfalmente. Fue requerido de Buenos Aires, considerada entonces como la capital de Latinoamérica y se consagró clamorosamente, en donde una sola canción, "Cabellera Blanca" lo había hecho ídolo debido a la forma característica como la interpretó dedicándola a auditorios enteros de madres que iban a celebrar sus actuaciones.

Alfonso Ortiz Tirado, nacido en la hermosa ciudad colonial de Álamo, estado de Sonora, está considerado como una de las más hermosas voces que en todos los tiempos haya producido la canción popular de América.

Sus creaciones fueron como himnos de los enamorados de nuestro continente. Fueron canciones, en la más pura acepción de la palabra. Tenían color y sabor de romance. Decían de historias románticas, y cantaban la belleza de las mujeres y la emoción de las viejas callecitas, de las ventanas florecidas y de los patios amigos. Y un matiz especialísimo, una medía voz perfectamente controlada, una figura y una entonación únicas, hicieron a ellas antológicas, en las versiones del fabuloso tenor mexicano.

Hizo muchos viajes por el continente Ortiz Tirado. Y mereció siempre los aplausos de las multitudes, no solo como un gran cantante que era, sino también como un médico ilustre que puso su profesión al servicio de las clases más necesitadas.

En México levantó un hospital ultramoderno que atendía a las personas poco pudientes y que pudo mantenerse gracias a sus contratos artísticos.

Agustín Lara debe mucho de su fama a las interpretaciones de Alfonso Ortiz Tirado, quien grabó antes que nadie sus páginas más famosas. Joyas del cancionero popular de muchos de los países de Suramérica recorrieron el mundo triunfalmente gracias a sus discos Víctor, los cuales alcanzaron tirajes notabilísimos.

El 7 de septiembre de 1960, a los 67 años de edad, Alfonso Ortiz Tirado falleció en la capital mexicana. Desde mucho antes estaba completamente retirado de las actividades artísticas.

A pedido de los miles y miles de coleccionistas de sus discos, hemos ido recuperando las canciones que Alfonso Ortiz Tirado grabó para la RCA Víctor a lo largo de sus aproximadamente 25 años de actividad. Este quinto volumen recoge las que posiblemente fueron sus últimas intervenciones discográficas en calidad de solista, "Retorno" y "Llanto de Flor". Algunas de las selecciones de música brillante que a- parecieron inicialmente en nuestro catálogo de sello rojo, y una canción que cantó a dúo con su hermana Sara.

Se han hecho todos los esfuerzos técnicos posibles por ofrecerles un disco de buena sonoridad a pesar de que son realizaciones que pertenecen a épocas en las cuales se carecía de los recursos electrónicos actuales.

Y hallarán discos que de seguro, estaban deseando tener desde hace muchos años porque están vinculados al recuerdo de amables momentos. A ratos felices que tuvieron como fondo, como amable y romántico fondo, la dulce voz de uno de los más impresionantes intérpretes que en el mundo han sido.


Selección y Notas: HERNAN RESTREPO D.

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