Este es el primar long play que Felipe Pirela grabo integro. Aquí se le oye en un grupo de bellas
canciones con el respaldo de la orquesta
de cuerdas del maestro Billo Frometa.
Felipe Pirela es algo más que une revelación de este año,
es una figura consolidada, un nombre que significa buena voz y gran poder
interpretativo.
El pequeño zuliano de la alta personalidad, es
considerado como obra del maestro Billo
Frometa. Por eso es oportuno conocer lo que hoy dice el famoso director de su
aventajado alumno.
“Felipe Pirela, joven cantante venezolano, es un ejemplo
que deben seguir los que desean triunfar. El triunfo de Felipe se debe
especialmente a si mismo. Su constancia, su dedicación, su disciplina y su anhelo por superarse han hecho de él una de las voces mas agradables de los
últimos años”
“En la formación artística de Felipe, han contribuido felizmente varios directores de orquesta, como Juanito Arieta, Jorge
Beltran y otros de reconocida capacidad para los que Felipe ha de guardar
innegablemente grata recordación y sincero agradecimiento”
“Me toco a mi la oportunidad de incluir a Felipe en la formación
de mi nueva orquesta y el resultado no ha podido ser mas halagador”.
“Felipe tiene una rara capacidad interpretativa. Una
modulación distinta. Es joven y con un gran deseo de llegar, por lo que no dudo
que ocupara un sitio destacado en el grupo de cantantes internacionales”.
“Estoy muy contento
con la presencia de Felipe en mi grupo y no vacilo en recomendar a
ustedes este nuevo LP suyo con mi orquesta de cuerdas”
Hubo un feliz momento en que la música de España se
impuso rotundamente en las versiones de pequeñas orquestas –de 10 o 12 ejecutantes
máximo- que, con vestidos casi siempre al estilo andaluz recorrían los países americanos
ofreciendo pintorescos espectáculos en donde el movimiento y la alegría eran
las características.
Los Chavales de España y Los Churumbeles de España fueron
las más celebres de esos conjuntos. Y los que iniciaron el desfile.
Pero no fueron los únicos.
Y hoy rescatamos en la gloria del long play a uno de esos
grupos que grabo en la Habana hermosas melodías, la Orquesta Capricho Español y
sus cantantes Fernando Caz y Miguel Bodegas que luego triunfarían como solistas,
y Juan María Torregrosa quien llegó a América como solista de los Churumbeles y
asentó sus raíces en La Habana, en donde contrajo matrimonio y tuvo amplia
popularidad.
A manera de alegre variedad, incluimos dos temas de Gaby,
Fofo y Miliki, los payasos celebrisimos, notables intérpretes musicales, en dos
temas que les valieron igualmente amplia popularidad en aquellos días.
Notas: Hernán Restrepo Duque.
LA
ORQUESTA "CAPRICHO ESPAÑOL" Y SU CANTOR FERNANDO CAZ. ACTUARON EN
RADIO VICTORIA DE LIMA Y TRIUNFARON NOTABLEMENTE. 1954.
Volvemos a los años gloriosos de la radio. Llegaban a
nuestro país los artistas de mayor renombre del mundo. De España nos visitaron
Lola Flores, su hermana Carmen y un elenco fabuloso de gitanería. La gran
bailora Carmen Amaya, "Los Jai Alai", María Antinea, Miguel Herrero y
muchos más. Tuvimos el grato placer de hacer la locución comercial en varios de
estos programas y conocerlos en persona. Fueron delegaciones de principalísimas
figuras del cante español y hasta un recitador llamado Rafael Acevedo.
Llegaría también la orquesta objeto de esta reseña y que
triunfó por todo lo alto en escenarios de Lima. Actuó igualmente en Radio
Victoria. Me refiero a la inolvidable orquesta "Capricho E spañol" y
su cantante Fernando Caz, dueños de un repertorio que agradaba a la gran
audiencia de público concurrente y oyentes radiales. Fue una orquesta
espectáculo y cada uno de sus integrantes realizaba "solos" que
deslumbraban al asistente a nuestro auditorio. Un tema favorito fue "El
Gato Montés".
Fueron programas diarios en el horario estelar y en cada
uno de estos destacaba como solista del canto, el larguirucho Fernando Caz.
¡Qué popularidad alcanzó! Las damas se peleaban por conseguir su autógrafo. Un
artista sencillo y en líneas generales, todos sus integrantes. Con decirles que
el "contrabajista" de la orquesta, que no recuerdo su nombre, tuvo la
gentileza de enseñar los secretos de su instrumento a un colega locutor que
deseaba ser músico. Les diré que luego se convertiría en excelente músico.
Un tema que Fernando Caz impuso fue "Pasodoble Te
Quiero". Con qué nostalgia interpretaba "Abril en Portugal",
"Dos Cruces" y "Lisboa Antigua". La orquesta se lucía
interpretando ese pasaje especial de "Las Bodas del Rey Alonso", el
intermedio de "La Leyenda del Beso" o el famoso "Sitio de
Zaragoza". Un tremendo espectáculo musical que fascinaba a los auditorios.
Me agradaban también los pasodobles "Rocío la de Mairena" y aquel
titulado "Madrid Brujo" que Fernando cantaba con mucha emoción.
Es con la Orquesta "Capricho Español" y el
lucimiento de su acordeonista en "Las Bodas del Rey Alonso", que
nosotros sucumbimos al embrujo de su sonido y siendo todavía muy jóvenes,
optamos por estudiar ese instrumento que significó una nueva profesión para
nosotros. ¿Dónde quedan temas tan alegres como "El Berebito",
"Mi Lunita" y "Tani, Tani"?
Termino este párrafo citando "Las Golondrinas", un fox con el
que finalizaban generalmente sus actuaciones, obligando al "bis".
Nos extrañó no haber incluido en nuestras reseñas, a la
Orquesta "Capricho Español". Fue el amigo Emilio de Luis, quien es de
Bilbao y tuvo la gentileza de enviarnos una felicitación a nuestro correo y
pedirnos "Mis Tres Flores" por Fernando Caz. Propició así a evocar a
tan notables artistas. Esperamos le agrade lo escrito y aprovechamos en enviar
un abrazo fraterno a quienes en España nos lean. Seguiremos recordando a muchos
artistas más, con el mismo entusiasmo y amor que sentimos por la música de tan
notable país. Gracias.
Cantante estadounidense de ascendencia puertorriqueña,
nacida en Nueva York el 29 de noviembre de 1928, célebre intérprete de canción
latina, cosechó éxitos como Ya tú verás, de Mario de Jesús, el compositor
dominicano que le ayudó a lanzar su carrera musical, y Cariñito azucarado, de
Enriquillo Cerón, un tema que le abrió las puertas de toda Latinoamérica.
Nacida en el seno de una familia de emigrantes
puertorriqueños, comenzó a cantar con tan sólo cinco años y creció admirando e
imitando a la principal artista de la época, Libertad Lamarque, la Novia de
América. Su debut profesional se produjo junto a Santiago Chago Alvarado, uno
de los miembros del Trío San Juan, con el que llegó a grabar una decena de
discos y se dio a conocer con canciones como Tan lejos y la ya citada Cariñito
Azucarado.
A mediados de los años cincuenta se trasladó a México
junto a su marido Charlie López. Fue en este país donde alcanzó status de
auténtica estrella. Gracias a las grabaciones discográficas para la firma RCA
Víctor, actuaciones en radio, televisión y en los principales locales de
espectáculos, así como la protagonización de varias películas (Vístete
Cristina, Melodías inolvidables y México nunca duerme, todas realizadas en
1958), Virginia López se hizo muy popular y querida entre el público mexicano,
que le bautizó como La Voz de la Ternura y La Puertorriqueña, a pesar de nacer
en Estados Unidos.
Más tarde le llegaría el triunfo en otros países
americanos, Europa, e incluso Japón, y su voz quedó inmortalizada en canciones
como Miénteme más, Osito de felpa, Por equivocación, Te odio y Te quiero,
Extraño sentir, Siempre feliz o la archifamosa Espérame en el cielo, que cantó
a dúo con Bobby Capó. En la década de 1960 permaneció alejada de los escenarios
y los estudios de grabación, para regresar el 31 de agosto de 1972 en un
concierto celebrado en la capital mexicana.
Allí en el límite mismo de la angustia del Hombre... De
ése Hombre dibujado por Kipling con su carbón encendido en fe,,, Allí en donde
está el margen aterido de un dolor que ya amenaza con cesar en su rebeldía....
Allí donde renuncian las pupilas del alma y la confianza hiere a su propio nervio....
Allí, -en fin-, donde todo lo involucrado se involucra una vez más… Y donde la
luz no confía en su imprecisa pupila, ni el fuego en su espectro, ni la sangre en
la exactitud de su cauce.... Allí donde lo desquiciado lo es dos veces, y donde
el color solo tener una piel de ceniza para que ésta, - a su vez -, denuncie su
destino de polvo.... Allí, a esa latitud de la desesperanza y a ese meridiano
de la larga herida llega a residenciarse ahora esta voz tremenda de Jorge
Robledo Ortiz.
Cada una de sus palabras es rotunda, acerada casi, y si
hay dulzor debe indagarse sólo en la policromía de la metáfora. O buscarse
quizá en lo íntimo del mismo y afiebrado crisol en el que estos vocablos han
nacido para tocar puertas invisibles en oídos voluntariamente clausurados. En
esta dura plegaria para el retorno del de Asís, (cuya magra figura de pergamino
ascendido ata aquí con el cordón de su bienaventuranza cada exacta
imprecación), son grises en su mayoría los elementos escogidos por el poeta: la
castigada tierra, el ala congelada, el humo funeral, la iracunda mirada, el
aceite incendiado y ese múltiple itinerario para una Apocalipsis que todos
estamos hoy por hoy empeñados en prologar... y prolongar
Con un abierto y declarado odio al odio, Jorge Robledo
Ortiz espera como pocos, - como un Antonio Llanos, un Rafael Lema Echeverri-,
esa solución que se anunciará con el descendimiento sobre el paisaje
perturbado, de las sandalias de ese cirio humano. De esa sosegada llama
encendida en Umbría. Del ex-trovero gallardo. De aquel que renunció a decir…
"Padre Bernardone”, para decir… “Padre Nuestro que estás en los Cielos..,
y que en el Monte Albernía vio florecer las llagas del Uno y Unico en sus
propias manos, en sus pies, en su diluido costado. De Francisco, Hermano simple
del sol, lustral Hermano de los peces, alado Hermano de las aves, por siempre y
para siempre
Clamando con los factores mismos del dolor en toda su
áspera y ululante geografía, este inmenso Jorge Robledo Ortiz, - que ha vuelto
ecuménica su visión de una patria que limita ya por los cuatro puntos
cardinales con su propio Gólgota-, ha querido que esta macerada constancia suya
quede en este disco en la voz viril, y habitada por todos los acentos, de
Rodrigo Correa Palacio, de cuya garganta hizo el poeta estandarte primigenio
para dejar su inicial testamento de rebeldía con aquella proclama en paz y
angustia de "Siquiera se Murieron los Abuelos . Y sustentando en un todo
la línea ardida de los versos y la voz de Rodrigo Correa Palacio, el Maestro
Jaime Llano González al órgano, el que ha traducido en dramáticos compases cada
sílaba de Robledo Ortiz, el que sabe retener como ningún otro en Colombia los
bordes espirituales de su pueblo, - es decir, de su patria en las yemas hiper-sensibles,
en el espíritu nunca en calma…
Nota: Gabriel Cuartas Franco
VUELVE
HERMANO FRANCISCO
Poeta
colombiano Jorge Robledo Ortiz
Buen hermano Francisco: recoge nuevamente tu cayado
Y tu sayal de trinos y la doble humildad de tus
sandalias;
Deja tu claro sueño de luceros y de gajos de luz
Y de mansos crepúsculos disueltos en albercas de nácar;
Abandona tu gota de infinito, tu principio de Dios, tu
epifanía
De silencios que suben al cordaje beatífico del Arpa;
Olvida que tus pies ya descansaron en el primer remanso
de la aurora
Y que tu corazón se hundió en la Gloria desnudo como un
ancla;
Renuncia a tus angélicas visiones, a tu coro triunfal
sobre la muerte,
A tu aleluya de varón ungido, a tu laurel curvado sobre
el alba,
Y regresa a la tierra que ya el odio nos ciega los
caminos
Y la sórdida arcilla, triunfa sobre las timideces de la
Gracia.
Desde que te marchaste de la sangre con tu pobreza al
hombro
Como llevando hacia la altura la voz elemental de una
campana,
Y tus brazos cayeron como briznas de lumbre en el
torrente de los siglos
Y naufragó en tus ojos el aceite para encender el ruego
de las lámparas,
La humanidad se fue volviendo pétrea y los gritos
crecieron
Y el orgulloso barro de los hombres se rebeló contra su
propia causa.
Tu Evangelio de Amor rodó en el polvo.
Y ya el lobo de Gubbio Destroza la canción entre sus
fauces y la humana justicia entre sus garras.
Desde que te alejaste por un camino solitario de la
Umbría
Que empezó en tu silencio y al besarte los pies se volvió
escala,
El mundo enloquecido de soberbia, sin fe, sin dignidad,
sin ideales, Asesinó su propio corazón.
Y ahora busca matar su última esperanza.
Con un rencor diabólico que estremece las sombras del
averno,
El hombre cambió el brillo del espíritu por el mortal
fulgor de las espadas.
Se premia la calumnia.
La virtud se escarnece.
Agoniza el Derecho.
Y la palabra convertida en tea incinera el Sermón de la
Montaña.
Las naciones se odian y se acechan.
Los sabios aúllan como los chacales
Y el electrón se escapa de sus órbitas y la Energía es
una flor de llamas.
Oriente y Occidente son ya dos alaridos de pólvora y de
técnica
Que calculan la hora y el minuto de transformar la tierra
en una lágrima.
El pálido sudario de la Estepa se regó por la piel de las
ciudades
Y por los ojos de los niños húngaros barridos a la luz
por la metralla.
El Viejo Continente se derrumba carcomido por el tedio.
Se agrietan sus castillos
Y callan los romances y los lieder y las nórdicas sagas.
Rocinante cabalga en Don Quijote.
No obedecen al viento las Molinos
Y del gentil y escuálido manchego sólo queda la punta de
su lanza.
De dolor a dolor, de envidia a envidia, de egoísmo a
egoísmo.
Sólo se escucha la canción del oro y la burda ambición de
Sancho Panza.
El pincel y el escoplo claudicaron.
No hay altura en el verso Y una clave de sombras
remachamos a la clave del sol del pentagrama.
Los barcos olvidaron su tesoro de sándalo y resinas y
abalorios de Chipre
Y de redes tejidas en Bombay y de lunas con ron de
Samarkanda.
En sus vientres de acero va comprimido el hongo
apocalíptico
Y la muerte está lista a lucirlo en su trágica solapa.
Tu cielo de eremita, en el que viste madurar los trinos y
disolverse el Ángelus
Y bañarse el humilde campanario que sostenía a Dios en su
espadaña,
Ya se llenó de pájaros sin música, de lobos voladores que
destrozan
La transparencia del azul y la huella que deja la
plegaria.
Irresponsablemente, dinamitando nuestro pequeño grano de
alegría,
Prostituimos la Belleza y cercamos de horrores el Reino
de la Infancia.
Ya la inocencia está sin Pulgarcito, sin Blanca Nieves,
sin la Cenicienta,
Sin la canción de cuna que se arrugó en los labios de una
abuela lejana.
Do vivir entre el odio y ver tumbas abiertas al pie de
los trigales,
Los niños han crecido con la sonrisa muerta y los
juguetes rotos en el alma.
Ya Pinocho no salta ni brinca el Caballito de los Siete
Colores.
Fusilamos las Hadas. Don Torcuato no rema y se apagó la
voz de Scherezada.
¡Pobres niños ya viejos. Niños de muecas trágicas que
bajo las banderas
Van llevando en silencio una inocencia triste que
floreció con canas!
Hasta el trópico virgen, donde la luz es una fruta que
ríe en la sandía
Y se vuelve rubor en los cafetos y algodones do miel en
la guanábana,
Se ha convertido en suelo de tragedia, en epicentro de
pavor, en torbellino
De siniestras pasiones que hacen sangrar la tierra
americana.
Vuelve, hermano Francisco.
Dile a Dios que te preste nuevamente
Tu rústico cayado y el pergamino de tu piel y tu voz de
fontana
Y los sarmientos secos de tus brazos y tu sayal que
remendaba el cielo
Y el manso corazón que te latía, más que al fondo del
pecho, en las sandalias,
Y regresa a Colombia que en la sangrienta rosa de sus vientos
El odio echa raíces como el yarumo anciano y está la
Caridad crucificada
Cuando te despediste de la carne y el sueño te cubrió de
golondrinas,
Colombia no existía.
Era un gajo de sol, una rueca de ríos, un puñado de
savia.
Pero Tres Carabelas rompieron con sus quillas los diques
del asombro
Y en un alumbramiento de olas y huracanes se levantó la
Patria.
Y un pueblo campesino se inclinó sobre el surco y bendijo
la siembra
Y hubo hermandad y fe y un tiple con canciones y un
corazón de agua.
Y los ríos bajaron desde el monte con orquídeas y trinos
y frescura de helecho
Y el saludo fue simple y tuvo el pan su buena levadura y
su oración el alma.
Pero empezaron la pasión y el dolor a distanciar la
sangre de la sangre
Y los ojos volviéronse relámpagos y calvarios humildes
las palabras.
Y una tierra de paz que tuvo espigas y música y luceros
para el rancho,
Se hundió en la noche como un lobo hambriento con la
misericordia entre las garras.
Y ya el rancho maldice los palacios y en los palacios se
desprecia al rancho.
La sangre del obrero es dinamita.
La del patrón soberbia congelada. Los hijos desconfían de
sus padres.
La tarde del viajero. La espina de la rosa.
Y las madres se arrugan de dar a luz la noche en sus
entrañas.
El pan de los labriegos tiene mis cicatrices que la
corteza de los sietecueros.
Los tiples olvidaron sus bambucos. Sus metales de fiesta
las campanas.
Los jueces prevarican. Se compran y se venden las
conciencias.
Y en el pesebre de los niños pobres la Estrella de Belén
está apagada.
Por ciudades y pueblos va de overol un río de protestas
Y estallan como bombas la humilde gota de sudor y la
rubia burbuja de champaña.
El perdón ya no existe.
La Caridad se muere.
La oración se fatiga.
Y regamos de pólvora el camino que lleva hacia las
Bienaventuranzas.
Vuelve, hermano Francisco.
Antioquia te lo pide con sus maizales de rodillas,
Con su arriador que es casi franciscano y con el corazón
de sus montañas.
Y te lo pide el Cauca con sus piedras dormidas en la
gloria
Como lebreles que custodian los rancios abolengos de su
heráldica.
Y te lo pide el Valle con su caricia de palmeras y con su
voz de azúcar
Y con su río de romance y con su brisa aprendiz de
colegiala.
Te lo ruega el Tolima con su abanico de arrozales y su
forma de tiple
Y su nevado atalayando "bundes" y sus caminos
de herradura al pentagrama.
Te lo pide Nariño con tu cordón ceñido a su paciencia y
mansedumbre
Y con sus Padrenuestros virreinales donde la voz de Dios
anda descalza.
Te lo implora, el Atlántico desde su azul ventana de
veleros.
Con su oración de arena y la estrella de mar en su
esperanza.
Y Bolívar cuidando sus castillos y la muleta de Don Blas
de Lezo
Y la insignificante clavellina que si creciera más fuera
plegaria.
Te lo suplica el Huila con sus calles hundidas en la
Historia
Y con los ojos que elevan sus mujeres para encenderle al
firmamento lámparas.
Y te lo pide el Magdalena con la oración del Padre de la
angustia
Y con su bahía donde hacen voto de pobreza los luceros y
las algas.
Y los dos Santanderes que son dos charreteras en la
guerrera de Colombia
Y cuyas voces tienen perfil de himno y relieve sonoro de
medalla.
Te lo ruega el Chocó con el San Juan temblando entre sus
redes
Y el platino rezando los contrastes de su piel con la
piel de la nostalgia.
Y Boyacá la de las grandes soledades, la que tiene su
sangre en romería,
La que escribió la Libertad a pulso en su humilde
cartilla de esmeralda.
Te lo suplica la Guajira con su brazo agitando el pañuelo
del Atlántico
Y con el norte de la angustia dormido como un lebrel en
su garganta.
Y con su Salto despeinado sobre las barbas de Bochica y
su Capitolio sin paz
Y su Monserrate custodiando el sueño de los mártires, te
lo pide también Cundinamarca.
Y te lo pide Caldas con sus cafetos en flor y con sus
"chapoleras"
Y con su corazón de cíclope que cambia por milagros la
esperanza.
Te lo ruegan los Llanos con su leyenda de vorágines y de
caminos sin regreso
Y de cielos sin término y de huracanes al galope sobre la
piel de las potrancas.
Vuelve, hermano Francisco.
Vuelve a enseñarnos tu PLEGARIA SIMPLE.
Que el caramillo de tu voz se escuche nuevamente en la
Patria.
Vuelve a hablarnos de paz y de perdón y de justicia y de
alegría
Y de hermandad y comprensión y de luceros que ruegan como
las hojas en el agua.
Dinos, como en la Umbría, que el hombre necesita amar al
prójimo
Y sembrar sus silencios y sus voces como si fueran granos
de mostaza.
Y si del otro lado de la carne ya no es posible tu
regreso,
Deja caer sobre esta pobre tierra la doble caridad de tus
sandalias.
2. CONFIDENCIA -Genaro Lombida -LEO MARINI con Don Américo y sus Caribes
3. CON TODA EL ALMA -L. Martínez Serrano -RUTH FERNANDEZ con Orq. Vicente López
4. ALMA DE MI ALMA -Agustín Lara
-EDUARDO FARRELL con Don Américo y sus Caribes
5. Y DESDE ENTONCES -Cadícamo – Posadas -LUIS GUILLERMO ROLDAN con Orq. de Guillermo
Posadas.
6. NOCHE Y DIA -Rafael Hernández -GRUPO VICTORIA con la voz de Fausto Delgado
7. AVISO DE OCASION -Gabriel Ruíz. Ch. Sandoval -MARIA LUISA LANDIN y FERNANDO FERNANDEZ con
Orq. de Gabriel Ruíz.
LADO 2
1. ERES EXACTAMENTE -Rafael de Paz
-FERNANDO FERNANDEZ con Orq. de Dámaso Pérez Prado.
2. ROMANCE -Agustín Lara -PEDRO VARGAS con Agustín Lara al piano
3. QUE LINDA ERES -J.R. Balseiro -WILFREDO FERNANDEZ con Orq. de Laito Castro
4. DEUDA
-Luis Marquetti -LEO MARINI con
Don Américo y sus Caribes
5. TARDE O TEMPRANO -Mario Álvarez -EDUARDO FARRELL con Orq. de Eduardo Armani
6. MARIA DEL CARMEN -Carmelo Larrea -ARTURO GATICA con Orq.
7. NO ME MIRES -Leopoldo Rivero -MARIA LUISA LANDIN con Orq. de Dámaso Pérez
Prado.
CON TODA EL ALMA
DEUDA
NOCHE Y DIA
EL AÑO DE SU CENTENARIO
Comunes denominadores a los boleros seleccionados para
este volumen que continúa nuestra exitosa serie de grabaciones históricas, son:
la excelencia de la calidad misma del tema, tanto en su letra como en su
música. Se trata de viejas grabaciones que nunca antes habían accedido a la
magia del microsurco. Intérpretes y autores en general han significado en un
momento dado, algo superior dentro de la grey bolerística.
El bolero actual, que es canción y no tiene absolutamente
nada que ver con la danza de ese nombre que lanzó en 1780, el bailarín Cerezo,
comenzó a forjarse en la antigua Trova Cubana, de Santiago, por allá en 1886, y
fue Pepe Sánchez "El Maestro", quien primero tituló así sus
canciones, que se fueron regando en las voces y guitarras de sus discípulos, a
partir de la primera, que se llamó "Tristezas".
Rosendo Ruíz, Sindo Garay, Manuel Corona y Alberto
Villalón, quien ya montaba en un teatro cubano, en 1906, una revista titulada
"El triunfo del bolero", lo cultivaron con éxito, así como Emiliano
Blez, a quien se debe el que se salvara en parte la producción de Sánchez.
Eusebio Delfín lo perfeccionó. Y hubo intercambio con Yucatán, cuyo cancionero,
influenciado por los bambucos que llevaron en 1908, Pelón y Marín, recibió
también su aporte, pero puso lo suyo, gracias a la fértil y feliz inspiración
de Pepe Domínguez, Guty Cárdenas y Ricardo Palmerín. Después, fue lo de Agustín
Lara, Gonzalo Curiel, Rafael Hernández, y Nilo Meléndez, Gonzalo Roig, etc.
Cien años, sí señor, acuñando romances y definiendo
frases amorosas que regresan con expresiones tan sensacionales como
'Temor", -especie de bolero vals-, uno de los olvidados de Lara, que
tampoco había vuelto a oírse en la excelsa interpretación de Vargas, intérprete
también de "Romance", el primer bolero que escribió y compuso para
él, ese maestro inmenso. La máxima expresión portorriqueña, Ruth Fernández,
diciendo con toda el alma, la página inolvidable, pero casi perdida hoy, de
Martínez Serrano. Felices versiones de Leo Marini, y Eduardo Farrel..., y la
escuela que creó Américo Belloto en Buenos Aires. El primer bolero de origen
argentino, con letra del fanguero Cadícamo, en fabulosa versión de Luis G.
Roldan. Rafael Hernández y su Grupo Victoria, que hiciera suceso y marcara
pautas rítmicas e interpretativas al género. La delicia "moruna" de
Arturo Gatica. El ritmo y la voz privilegiados del cubano Wilfredo Fernández en
excelente grabación realizada en Lima durante su apogeo. Y algo verdaderamente
sensacional: María Luisa Landín y Fernando Fernández, juntos en un disco de
historia y en sendos acompañamientos que les brindó Dámaso Pérez Prado, dos
temas que pueden considerarse como la clave máxima del encuentro con la
revolución del mambo, por allá por los 50. Un tesoro inapreciable.
Claro que no hubiera sido posible tan importante
selección de no tener colaboradores de la importancia de un Gilbert Mamery, y
su museo musical de Maya-güez en el Puerto Rico de Pedro Flores y Hernández.
Horacio Parisi y sus muchachos del Club Discómano del Perú, en Lima. Jorge
Miranda y Pablo Dueñas con sus conexiones en el Museo de las Artes Populares,
de México. Rodolfo Ramírez en Costa Rica, Jorge Páez en Bogotá.
Música para recordar y sabrosamente, al amparo de los
corredores de Quirama, en tertulia con Orlando Mora, Darío Ruíz, Mario
González, Amparo Hinestroza Elkin Obregón. .. Para las sabrosas tertulias de
Casa Jayes, en Bogotá. Para que suenen y resuenen donde "Aquí es
Augusto" de Anserma, y lo programan Enrique Benavides en Pereira y Diego
Cárdenas y Gustavo Escobar Vélez, en Medellín.
Otra consecuencia de este centenario bolerómano que tan
gratos encuentros nos ha deparado.
Costado norte del Parque de Berrío, de
izquierda a derecha los edificios Olano, Hernández, Gutiérrez y Echavarría.
Foto de 1932
Fotógrafo: Francisco Mejía
FAES.
Alma de bandoneón
Ausencia
Garua
Golondrina
La abandone y no sabia
La pulpera de Santa Lucia
Margarita Gauthier
María
Samba para mi vieja
Soledad (en vivo
Sus ojos se cerraron
Volver
LA PULPERA DE SANTA LUCIA
SUS OJOS SE CERRARON
LA ABANDONE Y NO SABIA
Alfredo Sánchez Luna nació el 22 de febrero de 1930 en
una casa ubicada al lado del antiguo cine San Juan en la pintoresca Caracas, la
ciudad de los techos rojos. Su nombre artístico, Alfredo Sadel, surgió de la
combinación de Sánchez con Gardel. Hizo estudios en la Escuela Superior de
Santa Capilla, dirigida por el maestro Sojo. Allí estudió teoría y solfeo,
armonía, piano y, por supuesto, canto.
También trabajó como asistente de Carlos Cruz Diez en la
agencia de publicidad McCann Erickson. Allí dibujaba y elaboraba avisos de
prensa.
DEBUT EN RADIO CARACAS RADIO
En el año 1946, Alfredo debutó en Radio Caracas Radio,
donde grabó su primera canción titulada “Desesperación”, la cual nunca salió a
la luz pública. Siguió insistiendo en programas de aficionados y luego se
presentó en la "Caravana Camel", el primer programa radial en donde
le dieron la oportunidad de cantar. Y fue así como de la noche a la mañana se
convirtió en un cantante profesional.
Con un pasodoble dedicado al torero “Diamante Negro”, Sadel
se convirtió en todo un fenómeno de ventas: vendió 20 mil copias en un mercado
donde tales cifras eran sencillamente imposibles.
A partir de ese momento, Alfredo Sadel se hizo famoso.
Grabó más discos, y hasta le ofrecieron participar en una película. Hizo un
personaje protagónico en el film “Flor de Campo”, el primer largometraje de
factura nacional, con música, guion y reparto venezolanos.
A raíz de esa experiencia, Alfredo tuvo la oportunidad de
mostrarle al mundo sus capacidades histriónicas, encontrando además en la
pantalla grande otro atractivo medio para cercarse aún más a su público.
Paralelamente al cine, Alfredo continuó cantando en
programas radiales y grabando nuevos repertorios. Durante esta época, se
presentó en “Fiesta Fabulosa”, programa estelar de aquella época. A su
repertorio agrega piezas de Billo Frómeta, Eduardo Serrano y Manuel Enrique
Pérez Díaz. En 1952 graba los temas “Déjame”, “Me queda el consuelo”, “Por el
Prado y “Cerca de ti”.
Ese mismo año, Alfredo Sadel debuta en el teatro
Jefferson de New York, y a partir de ese momento comienza su popularidad en los
Estados Unidos, en donde más tarde actuó en el programa “Colgate Comedy” y se
presentó junto a Lola Flores en el teatro San Juan de New York.