Kiosco de la retreta en el Parque de Bolívar en 1930
Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina
Interior. El transepto o nave transversal, el cual, como ya se había mencionado antes, forma los brazos de la cruz, se extiende en sentido oriente-occidente o viceversa, tiene una longitud de 63,40 m y los mismos 14,50 m de ancho que la nave central. Está dividido en dos áreas, en el extremo de cada brazo se encuentra un retablo de mármol, y al lado de cado uno de estos, se encuentran dos puertas, las que dan hacia el sur se encuentran con los atrios laterales, las que dan al norte comunican con diferentes dependencias, la del brazo oriental comunica con la sacristía, y la occidental con el panteón de los obispos. Sobre el eje de dichas puertas se localizan cuatro cuadros de grandes proporciones y los muros entre el crucero y los brazos se encuentran 2 estatuas religiosas sobre repisas.
Finalmente, están las dependencias ubicadas en los ángulos superiores formados por el cruce de las naves longitudinales con el transepto. En el ángulo occidental se localizan dos grandes salones; en el del norte se encuentra el museo de arte religioso, y en el del sur está el Mausoleo de Obispos; además, debajo de estos se encuentra la Cripta de Osarios. En el ángulo oriental se localizan varias dependencias; al sur está el salón de la sacristía y al norte está la sala capitular, y otras dependencias menores de la Basílica.
LADO 1
1- CUANDO ME VAYA María Gravar JOSE MOJICA y Orquesta da Eduardo Vigil y Roblas
2- OJOS TAPATIOS Elizondo - Velásquez CARLOS MEJIA con Orquesta
3- SERENATA Schubert ALFONSO ORTIZ TIRADO con la Orquesta RCA VICTOR
4- CASUALIDAD Gonzalo Curial PEDRO VARGAS con Orquesta
5- DEJAME LLORAR A. Esparza Oteo SEBASTIAN MUÑOZ con Orquesta de A. Esparza Oteo
6- SOLO TU Agustín Lara TITO GUIZAR y su Grupo
LADO 2
1. CARIÑO Jorge del Moral NESTOR CHAYRES con Orquesta
2- SIEMPRE TE VAS Agustín Lara LUIS ALVAREZ con Orquesta Dir. A. Cibelli
3- TERCIOPELO Gonzalo Curial LUIS G. ROLDAN con Gonzalo Curial y su Orquesta
4- PERFUME DE GARDENIAS Rafael Hernández Wello Rivas y Orquesta de Raiael Hernández
5- DIME QUE SI A. Esparza Oteo JUAN ARVIZU con la Orquesta Casino de la Playa
6- LEJOS DE TI Rafael Hernández RENE CABEL con Orquesta da A. Brito, dirigida por Rafael Hernández
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LEJOS DE TI
TERCIOPELO
OJOS TAPATIOS
LEJOS DE TI
TERCIOPELO
OJOS TAPATIOS
En este disco, dedicado exclusivamente como los anteriores de esta serie, al recuerdo, asistimos al florecimiento de la canción popular entre los años veinte y cincuenta. Y tenemos la oportunidad de comparar voces y orquestaciones y de damos cuenta de cómo fue evolucionando el estilo de cantar obras ligeras en la América Latina.
Cuando Carlos Mejía, figura cumbre de la ópera mexicana, grabó "Ojos Tapatíos" en discos Victor de sello azul, no se pensaba siquiera en que las canciones se pudieran bailar. Y los cantos de amor se decían siempre con esa manera operática que enseñaban los italianos. Aún y cuando se trataba, como en el caso de "Ojos Tapatíos". He una canción simple, maravillosamente simple, que llegó a ser el símbolo de las serenatas o "gallos" mexicanos.
"Ojos Tapatíos" figuró en el segundo disco que apareció en Victor con el nombre de Carlos Mejía, "extraordinariamente popular en México, pero su fama ha traspasado las fronteras de su país natal, como justamente se merece un cantante de sus posibilidades", según el comentario de uno de nuestros catálogos de entonces (1922).
José Mojica como cantante de ópera propiamente dicho, era menos popular que Mejía.
Pero Mojica fue a los Estados Unidos y en los Estados Unidos se vinculó a la ópera y el cine hizo famosa su figura romántica. Y el cine comenzaba a tener voz y José Mojica fue una de las primeras, más dulces y más famosas voces del cine.
En Mojica era tan importante el gesto, la sonrisa, como la voz. Posiblemente por eso, este "Cuando me Vaya" de María Grever, la compositora mexicana que se llamaba Joaquina Portillo y que surgía entonces prometedoramente, salió en una serie de la Victor que ofrecía, además del surco sonoro, la imagen del cantante impresa en la superficie del disco en algunas de sus escenas cinematográficas.
Mejía fue el principio del tenor de escuela haciendo música popular de América*
Mojica siguió la escuela pero comenzó a "decir" las canciones.
Alfonso Ortiz Tirado, llegó además, a interpretarlas como hoy se hace, y abrió el camino a Juan Arvizu, a Pedro Vargas y a Tito Guizar. Nosotros diríamos que con Ortiz Tirado el médico cantor que dejó su fortuna en obras de beneficencia y murió una tarde de septiembre sin dinero y olvidado de los mismos a quienes hizo el bien, fue el primer cancionista, tal y como hoy se entiende esa palabra.
Y posiblemente, y con todos los respetos del mundo, Shubert haya sido también el primer "cancionista" en su grupo. Sus Heder son los precursores de los modernos cantos de amor. Y la "Serenata" que Alfonso Ortiz Tirado interpretó como nadie en nuestro idioma el primer aporte de la música llamada clásica al mundo de la canción popular.
Pedro Vargas fue la superación de Ortiz Tirado, si es que en este caso puede hablarse de superación. Y Pedro Vargas además, llegó a ser la canción misma. El corazón, la expresión de los años cuarenta y cincuenta. "Casualidad" fue uno de sus primeros discos. Cuando aún no aparecía perfectamente definido el bolero. Y es una de sus más acabadas interpretaciones. De aquellas que lo hicieron ídolo de la juventud latinoamericana unos años antes de la segunda guerra mundial.
Pocos datos tenemos de Sebastián Muñoz, el barítono mexicano que nos expresa, con "Déjame Llorar", el luminoso estilo de Esparza Oteo, una de las figuras más grandes del México musical. El mismo Esparza Oteo lo acompañaba con su orquesta.
Y de "Solo Tú", de Tito Guizar, podemos contarles que fue una de las primeras canciones de Agustín Lara que se llevó al disco. Y que esta versión, precisamente, marcó la incorporación al elenco Victor del joven tenor Tito Guizar, quien ocho años después, porque esto data de 1929. se haría célebre en el mundo con "Allá en el Rancho Grande".
Luis Álvarez. español, de Gijón, fue por muchos años estrella de los célebres programas de Picot, por la XEW, y fue un intérprete que se hizo querido por sus versiones de temas folklóricos de todos los países de América. "El Tenor de la Raza" lo llamaban y su voz tiene por fuerza que figurar entre las inmortales.
Chayres, Néstor Mesta Chayres primero, Néstor Chayres simplemente en los años posteriores, fue uno de los últimos grandes tenores del cancionero mexicano. Llegó a actuar en importantes centros musicales de los Estados Unidos y se especializó en temas hispanos. "Cariño" no es de ellos, pero pertenece a Jorge del Moral que compuso inspirados pasodobles y que vivió una bohemia romántica en España y en México, la cual, desdichadamente, lo llevó muy pronto a la eternidad.
Juan Arvizu y Luis G. Roldán tienen, artísticamente, mucho en común. Los dos fueron celebradísimos en Buenos Aires. Los dos cantaron un repertorio romántico de extraordinaria dulzura y emoción. En las voces de ambos, el amor estaba idealizado por la suavidad de los intérpretes.
Arvizu fue uno de los grandes entre los más grandes de todos los tiempos. Y sigue siendo uno de los mejores cantantes de su género en el mundo. "Dime que Sí", además de ser una de sus mejores interpretaciones, glorificó el nombre de Alfonso Esparza Oteo y causó furor en Colombia abriendo prácticamente una nueva época en la canción popular.
Con Wello Rivas se asomó a México, triunfalmente, el repertorio de Rafael Hernández.
Wello Rivas, yucateco, recuerda, por muchos aspectos a su paisano Guty Cárdenas. El mismo "hilito" de voz, el mismo gusto exquisito para cantar. Y autor como aquél, de lindas melodías.
Y con René Cabel el repertorio de Hernández se impuso definitivamente. Y abrió las puertas, además, al ritmo bolerístico de las Antillas. Cabel tenía la voz de Vargas y el sabor de su tierra cubana. Traía el ritmo a la melodía. Y entre 1942 y 1943 sus versiones con las grandes agrupaciones orquestales de La Habana hicieron historia.
Son doce canciones de amor.
Canciones que, en su día, fueron a las calles a golpear las ventanas de las novias aquellas. Y se mezclaron, en el júbilo de la fiesta, con el beso y el suspiro.
Ellas son un pedestal para el recuerdo adorado. Para la añoranza de los ayeres perdidos.
Selección y Notas: HERNAN RESTREPO D.